15 de diciembre de 2013

MONTENEGRO: LA BELLEZA DE LA BAHIA DE KOTOR

Fecha del Viaje: Abril 2013
Extracto de Mi Diario de Viajes:

Nada más bajarnos del autobús viniendo desde Budva, nos encontramos con un gran cartel que dice “Dobro Dosli” que significa “Bienvenidos”.


Nunca pensábamos que en Kotor íbamos a caer en el alojamiento más barato de todos, siendo este el lugar más turístico de nuestro viaje a los Balcanes. No por ello es menos bonito pues el pequeño hostal es una casa particular donde sólo hay cuatro habitaciones y dos baños más una pequeña terraza que da a una plaza.


Nuestra habitación está en las golfas con baño compartido y tan sólo nos cuesta 22 euros la noche. Además estamos solos y lo mejor de todo es que se encuentra en el corazón de Kotor, en pleno casco antiguo. 




Kotor era un lugar de comerciantes y navegantes, fue construida en estilo veneciano entre los siglos XII y XIV pues fue ocupada durante más de cuatrocientos años (antes era conocida como Cattaro).Sus habitantes hablaban el veneciano, como la mayoría de la población de la costa del Adriático. Kotor fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979. Muchos de sus edificios fueron reconstruidos por el gran terremoto ocurrido en 1978.



Después de dejar nuestro equipaje entusiasmados recorremos un poco el centro, nos apetece perdernos entre sus calles, sus recovecos y descubrir plazas, iglesias y nos dejamos llevar sin rumbo.

Pero al cabo de un rato, como vemos que acaban de llegar hordas de turistas, preferimos emprender la subida por una de sus puertas y dejar el casco antiguo para la tarde.



Es un ascenso  con algo más de 1350 escalones que nos llevará hasta la fortaleza, a unos 1200 metros sobre el nivel del mar. 



Vamos subiendo y a medida que lo hacemos paramos para ver las vistas de los tejados rojos de las casas, sus iglesias y con muchas ganas de llegar a la cima para ver la impresionante Boka Kotorska  y para descansar un poco del calor. 



La vista desde la cima se percibe con forma de fiordo, es decir, este es el único fiordo que existe del Mediterráneo, por lo que la  bahía  se encuentra situada entre montañas.

Bajamos hacia el casco antiguo, parece que todo se encuentra más calmado y visitamos la Catedral de San Trifón, una verdadera joya que ha sido reconstruida varias veces por los terremotos.


Un último paseo nos lleva por rincones preciosos, sin apenas gente, sentimos que Kotor es para nosotros, escuchando el silencio, que se rompe en algún instante por el sonido de algún que otro paseante en busca de paz y sosiego.



Los restaurantes de Kotor ofrecen en su mayoría gastronomía italiana, pero también hay tabernas con platos nacionales. Nos apetece cenar en una pizzeria, elegimos una pizza para dos pues es enorme, lleva el queso típico del país.



Los pueblos que visitaremos mañana alrededor de la bahía son Perast y Herzeg Novi.

10 de noviembre de 2013

ALBANIA: GJIROKASTRA, LA CIUDAD DE LOS MIL PELDAÑOS

Fecha del Viaje: Abril 2013
Extracto de Mi Diario de Viajes:

Llegamos por fin a Gjirokastra, que se encuentra ubicada al sur de Albania, en el valle del río Drinos. El viaje desde Korça ha durado unas seis horas más dos de espera, ha sido tortuoso pero hemos disfrutado de los paisajes, la música exótica típica del país y hemos mantenido conversaciones con curiosos pasajeros.  
  


Disponemos de alojamiento reservado para asegurarnos de poder disfrutar del Hotel Kalemi, ya que dispone de pocas habitaciones. Es una antigua casa tradicional de estilo turco, donde uno se adentra de inmediato al pasado. 


La mayoría de las casas se construyeron en pleno periodo del Imperio Otomano. Nuestra habitación es preciosa, tiene una gran cama con chimenea, los techos de madera artesonados y unos largos asientos con ventanas que nos recuerda a las casas antiguas de Safranbulu en Turquía. Dispone de buenas vistas a las montañas y al castillo. En la terraza que hay arriba, se ve una bonita panorámica de Gjirokastra y su Ciudadela.




Una vez acomodados, la señora que regenta el hospedaje nos entrega un mapa del pueblo y nos indica donde estamos ubicados. Aprovechamos el día para visitar la Ciudadela que impresiona por lo bella y grande que es, pues fue declarada Patrimonio de la Humanidad en  el 2005 junto con Berat.



Nos acercamos al castillo que nos ofrece magnificas vistas pues desde aquí se domina toda la ciudad. Fue construido alrededor del siglo VI  y se utilizó como prisión, luego fue ocupado por los nazis y finalmente por los comunistas hasta el 1971. Dentro podemos visitar el Museo Nacional de Armamento de Albania, donde hay expuesta una amplia exhibición de cañones y todo tipo de armas. 


En uno de los recintos exteriores hay restos de una antigua avioneta de combate. 



Las casas y edificios que rodean a la Ciudadela son también de estilo clásico otomano. Son caras de mantener pues a pesar de que existen más de cuatrocientos edificios protegidos, estos se encuentran colapsados para su restauración en los últimos años.




Bajamos de vuelta para pasear por el pueblo y comprar algún que otro souvenir, la gente es amable y nos sonríe, nos preguntan de donde somos y cuantos días nos quedamos. Nos ayudan para poder cambiar euros, pues no existen las casas de cambio, así que en una de las carnicerías nos cambian moneda. 



Las pequeñas tiendas de recuerdos nos seducen por los textiles típicos, hay unos calcetines gruesos tejidos de lana, son dignos de museo. Me los quedo pues están tejidos con alegres colores y con formas romboides.  





Buscamos un lugar para cenar, pues ya está anocheciendo… Probamos unos mejillones fresquísimos de Saranda rebozados, bolas de arroz con carne y pimientos verdes fritos. Acompañamos con vino tinto de la casa, todo delicioso. Nos sentimos entusiasmados por lo que hemos visto y compartido en el dia de hoy... Pero mañana comienza una nueva aventura…  

9 de noviembre de 2013

MACEDONIA: LA MEZQUITA DE TETOVO

Fecha del viaje Abril 2013
Extracto de Mi Diario de Viajes:

Hoy, después de un desayuno a base de fruta fresca, yogur liquido, brownie delicioso y café, nos encaminamos con las mochilas a la estación para coger un autobús que sale hacia Tetovo en pocos minutos.

La ciudad está a unos cuarenta minutos desde la capital y es interesante sobretodo por su mezquita pintada. Se encuentra al noroeste del país y es la segunda ciudad más grande, después de Skopje.


A pesar de ser una ciudad industrial, nos paramos en el mercado callejero donde hay expuestos todo tipo de frutas, verduras, legumbres, quesos y miel. También pimientos secos, especies y frutos secos. Hay gran ambiente en la calle, vendedores ambulantes de gallinas y flores se suman al mercado.




Su localización ha sido harto complicada pero preguntando finalmente damos con ella. La mezquita Sarena Dzamija (en albanés) o Aladzha (en turco) pues al igual que todo el país, Tetovo cayó bajo el dominio del Imperio Otomano, fue construida en 1459 a orillas del río Pena. Conocida popularmente como La mezquita pintada, o La mezquita del Pachá como la conocen sus habitantes, es especial porque sus muros exteriores e interiores están pintados con frescos muy originales, es distinta a cualquier otra mezquita, incluso hay tejas de cerámica pintada. Se utilizaron más de 30.000 huevos para dar brillo en sus pinturas. Este es un precioso ejemplo de que la belleza es compatible con la originalidad.


Los guardianes que hay en el patio exterior nos acompañan y nos encienden por dentro las luces para que podamos apreciar tal maravilla, de la que se sienten orgullosos.


Dentro hay en una esquina un señor rezando y decidimos sentarnos en un rincón para no molestar. Preguntamos si podemos hacer fotos y entendemos que por supuesto haciendo un ademán con la mano.



En el interior, los dibujos mayormente son motivos florales en tonos verdes, rojos, amarillos y azules. Salimos al exterior para hacer también alguna foto pues es digna de llevarse un recuerdo. Vemos que sus frescos recubren todo el edificio y se asemejan a una baraja de cartas todas unidas.



Paseamos por el pequeño jardín que rodea a la mezquita y nos encontramos una pequeña tumba en forma de mausoleo donde se encuentran enterradas las dos mujeres que financiaron esta bella obra.


Un señor muy amable nos invita a la conversación en su idioma y nos hace comprender que está orgulloso y se siente agradecido de tener esta maravilla para poder venir a rezar. Se encuentra sentado al sol contemplando "su mezquita." Accede a hacerse una foto sonriendo, lleva el típico gorro musulmán, el kipá, tejido en lana. Se despide extendiéndonos la mano.


Justo al lado hay un antiguo baño turco, el hamman Abdurrahman que se utiliza como sala de exposiciones. Debajo vemos pasar el rio Pena que fluye con  gran caudal de agua.   

5 de noviembre de 2013

MACEDONIA: LOS PUEBLOS DE LA REGION DEL MARIOVO

Fecha del Viaje: Abril 2013
Extracto de Mi Diario de Viajes:

…Cuenta la leyenda que en la región del Mariovo, un príncipe turco se enamoró de una chica cristiana ortodoxa pero al comprometerse con ella, ésta le dijo que se casaría con la condición de no construir ninguna mezquita en los alrededores. Por lo tanto, al suicidarse con una daga por tener al pueblo en contra, el emir turco cumplió su promesa ordenando no construir ninguna mezquita en honor a su amada muerta…


La recepcionista del hotel de Bitola nos presenta a Jovan, el guia-taxista que se conoce como la palma de su mano toda la región. Tiene un semblante relajado y agradable.

Estamos en ruta y a pesar de que el tiempo no acompaña, nos sentimos entusiasmados por el paisaje que vamos percibiendo a lo largo del recorrido. El pueblo más lejano se encuentra tan solo a unos 60 km pero casi a mitad de camino el asfalto se convierte en pista y la conducción se hace más difícil.


Paramos de vez en cuando para hacer fotos, algún que otro perro nos viene a olisquear a modo de saludo, son los guardianes de los pueblos fantasma de la zona, pues apenas se encuentran habitados.


Dejamos aparcado el taxi y caminamos un poco. Jovan nos quiere mostrar la planta con la que se hace el raki, un aguardiente típico. Viene corriendo con un ramo para que pueda oler su suave aroma y para que me la lleve de recuerdo. La flor es preciosa, blanca tirando a rosada. Parece mentira que de esta delicada flor pueda extraerse el raki, de sabor fuerte parecido al orujo.  Agradezco el detalle a Jovan, que es una persona de semblante joven, felizmente casado con dos hijos y con una mujer que dice llevar los pantalones en casa porque gana más que él, nos comenta riéndose.

Finalmente llegamos a Gradesnika, en un tramo final de montaña rusa. Al principio del pueblo se encuentra el bar donde vemos a cuatro hombres bebiendo y pegado al este, la famosa iglesia de madera de Sant Nikklas. Jovan pide las llaves para  poder entrar.



Nos adentramos en ella y podemos apreciar los frescos que se encuentran en esta pequeña pero bonita iglesia. Lo curioso de ellos es que en su mayoría son pasajes y reminiscencias del demonio.

Subimos por una pequeña escalera de madera y compruebo que en lo alto de la nave se encuentra lo que andaba buscando, la del demonio defecando sobre los santos, que un amigo nuestro nos recomendó no perdernos. Y valió la pena realmente llegar hasta aquí y comprobar que el demonio también existe en el cielo…es de alucine!



Jovan nos comenta que los frescos que hay en la segunda planta no son tan antiguos y que fueron pintados por la gente popular. Lo sorprendente es que se permitiera en la iglesia pintar demonios y de la forma en la que los estamos viendo.

Recorremos todo el pueblo, ubicado en una preciosa ladera en el que tan sólo viven unos veinte habitantes, las casas son muy antiguas de piedra y madera, no disponen de agua corriente. En otra de las casas en su exterior vemos jabón confeccionado con aceite. Sirve para lavar la ropa y también lo utilizan para lavarse.



En otra de las casas hay un horno incorporado que tiene más años de Matusalén y a día de hoy lo siguen utilizando para hornear el pan. El dueño de la casa sale a recibirnos y su hija se enconde timidamente al vernos llegar. Es escandalosamente rubia y con ojos azules. En otra apreciamos una estantería con cascos y otros artilugios de la Segunda Guerra Mundial.

La gente joven ha marchado a Bitola, Prilep y Skopje, la capital. Por lo tanto sólo queda la gente mayor de 60 para arriba, aunque algún fin de semana o en verano se duplica a cuarenta habitantes.

Por el valle se encuentran esparcidas varias ermitas que están protegidas con verjas de hierro, incluso algunas de ellas llevan cerrojos turcos pero permanecen abiertas y van apareciendo a lo largo del curso del río. Junto a ellas hay unas cuantas tumbas. Desde aquí se divisa una vista del pueblo preciosa. El invierno debe ser duro aquí, pues hasta media mañana no ha desaparecido la neblina y hace frío.



Volviendo hacia el bar, nos invitan a pasar y tomamos unas cervezas con los cuatro hombres que vimos antes. Dos horas después seguían bebiendo sentados en el mismo sitio. El hombre más mayor, de aspecto místico, parece un personaje sacado de la biblia, y es el que observa, el más callado, nos estudia. Al cabo de un buen rato se une a la conversación y me enseña orgulloso las fotografías antiguas que hay expuestas en las paredes del bar que datan de 1939. Son fotos en blanco y negro de los lugareños, cuando entonces se encontraba más habitado y en donde aparecen con trajes típicos celebrando las fiestas. Unas fotografías dignas de una exposición de museo.


Al fondo del bar veo un póster de una chica en top less con tanga en posición sexy e indico a Jovan que les pregunte si esa foto también forma parte de la vestimenta típica del pueblo, a lo que al unisono se rien a carcajadas y brindamos…