Erbil es la capital del Kurdistán iraquí y se remonta al quinto milenio A.C. Con 7000 años de historia, es una de las ciudades habitadas más antiguas del mundo.
La Ciudadela fue declarada Patrimonio de la UNESCO en el 2014 por su impresionante yacimiento que se alza en medio de la ciudad.
Sus antiguos bazares, plazas y casas de té históricas te trasladan a una época pasada, es una ciudad vibrante, puedes tomar una shisha o un chai y conversar con los kurdos o simplemente sentarse en la plaza principal para ver pasar la vida.
A pesar de que Erbil se ha convertido en una moderna ciudad con rascacielos y centro de negocios, el meollo de la ciudad se concentra en los alrededores de su Ciudadela.
Subimos un tramo pero parece ser que hay obras y no nos dejan pasar más allá, lástima porque en su interior había el Museo kurdo del Textil. Desde aquí vemos una gran panorámica de la plaza con la mezquita al fondo.
Bajamos y vemos cafés típicos donde los kurdos pasan el rato. Seguiendo la plaza un poco más allá vemos a un señor que va a empezar su jornada de trabajo. Es un aiguador y va ataviado con el traje típico en rojo y se cuelga la gigantesca jarra para servir zumos de tamarindo.
Le pillo con las manos en la masa colocándose bien todos los artilugios a su alrededor y con su simpática cara nos sirve un zumo a cada uno. Se deja fotografiar y le deja a Francesc su típico gorro moruno.
Más allá hay un puesto de pipas y en la plaza principal nos sentamos junto a la mezquita tomando el zumo de tamarindo que tiene un sabor especial.
Vemos pasar a la gente que disfruta haciéndose fotos. Al ser día festivo la gente va elegantemente vestida.
Pido a una mujer que va con su marido y su hijo que nos hagamos un selfie. El marido también nos hace una foto. Ella va toda cubierta hasta las cejas, sólo la puedo ver los ojos entre las dos ranuras de la tela, incluso lleva guantes.
Francisco también accede a hacerse una foto con un señor vestido de militar, es miembro del Partido de los trabajadores del Kurdistán el PKK, que fue fundado en Turquía en 1978 y que lucha por la independencia de los kurdos.
El presidente de dicho partido es Abduláh Öcalan, condenado por la justicia turca a cadena perpetua por delitos de traición y separatismo y que permanece preso desde 1999.
El territorio de los kurdos comprende los países de Turquía, Irán, Siria e Irak y se estima que hay una población entre 25 a 35 millones.
Seguimos paseando un poco más allá de la plaza pasada la mezquita donde hay un mercadillo. Lo que más abunda son puestos de collares de piedras semipreciosas que a los hombres les encanta llevar. También hay ropa, zapatos, pastelillo, todo es un batiburrillo de cosas para vender.
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Dando la esquina nos acercamos al famoso bazar donde hay de todo desde gorros, telas, dulces, cobre hasta fruta confitada...
Compramos una típica gorra que se lleva en todo el país, es el pañuelo a cuadros enrollado en la cabeza en blanco y rojo en el Qaysari.
Volviendo hacia la Ciudadela entramos en la casa de té Machko que es del 1940. Allí nos sirven unos tés y una shisha para Francisco.
El chico que nos atiende lleva unos 20 años en este mismo trabajo y se le ve contento pues refleja en su rostro que le gusta lo que hace.
Le damos las gracias en kurdo que suena igual en catalán “sopars” que significa "cenas" en castellano, así no se nos olvida.
Tenemos que cambiar algo de dinero y nos dirigimos a los puestos callejeros donde tienen los fajos de billetes acumulados sin ningún tipo de seguridad encima de las vitrinas.
Están envueltos en plástico pero al acercarnos vemos que estos son billetes fuera del curso legal para coleccionistas. En cambio el dinero que guardan en la vitrina son los válidos.
En el barrio musulmán cercano a la Ciudadela, pudimos ver un minarete que es el único que queda como vestigio árabe, se encuentra ubicado en el Minaret Street.
En dirección al hotel nos vamos andando hasta la mezquita Jalil Khayat, a unos 3km de la ciudadela.
Es la más grande de la ciudad y hoy permanece abierta. Llegamos a la puerta de entrada y un señor que hay en el interior nos deja pasar. Nos dice que esperemos un rato a que acaben los rezos y que en unos momentos nos enseñará la sala principal de la mezquita.
Mientras tanto Francisco entra en una de las salas donde se encuentran hombres rezando. Cuando se terminan los rezos viene el señor para abrirnos las puertas y poder contemplar su interior.
Es muy bonita por dentro pues impresiona a pesar de que es nueva ya que se acabó de construir en el 2007. Al finalizar la visita le damos unos pocos dinares como agradecimiento.
Con un taxi nos vamos al barrio cristiano que está de moda donde hay más variedad de restaurantes y cafeterías.
Cenamos en un restaurante sirio, el Fuel W. Hummus que es el más apreciado del barrio y se come muy bien.