15 de febrero de 2025

TAIWAN : TAIPEI, ENTRE LA MODERNIDAD Y LA TRADICIÓN


Recién aterrizados en la capital de Taiwan, fuimos a visitar la Taipei 101 Tower. Desde la Main Station fuimos con metro para ver el edificio más emblemático de la ciudad. 



Pagamos la entrada en el piso cuatro para acceder a la planta 89 donde se ubicaba el observatorio y desde allí, subimos a la planta 91, donde había la terraza con una gran panorámica. 



Ya había anochecido y los edificios iluminados y la ciudad se encontraban a nuestros pies, era una imagen espectacular.



En el piso 88 había una bola gigante que servía para controlar los terremotos y los vientos fuertes, sobre todo en verano. Actúa como un péndulo para que la torre no caiga en ningún momento y era impresionante.



Al día siguiente decidimos visitar el Memorial de Chang-Kai Shek. Tras perder la guerra con los comunistas en China en 1949, el mandatario (conocido como el Generalísimo), se marchó con sus soldados a Taiwán, donde estuvo gobernando con mano de acero hasta el 1975, el año de su muerte. 



Chan-Kai Shek fue el líder del Kuomintang (KTM). Aunque Taiwán fue próspera durante su mandato, la figura de Chan-Kan Sheik marcó una controversia pues miles de personas fueron asesinadas por estar en contra de su dictadura o bien eran encarceladas. Esto formó parte del llamado terror blanco.



Entramos en el Memorial donde se exhibía diversas fotografías del mandatario y su mujer, la ropa militar que utilizó así como ropa tradicional, su despacho, las condecoraciones, los dos coches oficiales que utilizaba...etc.



En la entrada del Memorial se eregía una estatua de bronce enorme. El exterior del edificio era blanco y me recordaba a un castillo que vi en Japón. Nos fuimos andando hacia el Concert Hall, enfrente del Teatro Nacional.



Se oía música de todos lados porque estaban ensayando en el parque.  En las escaleras del teatro la gente permanecía sentada descansando a la sombra.



Saliendo del recinto del Memorial, fuimos hacia la Taipei Guest House, un edificio emblemático con historia. El hotel Taipei fue originalmente la residencia durante el periodo colonial japonés en Taiwán. 



En la actualidad es el salón de recepciones nacionales de la República de China, y autorizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores para recibir a invitados de Estado y para celebrar eventos.



El edificio está catalogado como monumento nacional. Es de estilo occidental con columnas dobles y arcos. 



La decoración interior con molduras en el techo, esculturas de estuco, candelabros de cristal… era exquisita. 



El suelo era de parquet de haya, los azulejos vitorianos y las chimeneas eran importadas de Reino Unido.



Desde el interior se podia disfrutar de una vista panorámica del jardín japonés. Salimos de aquí para dirigimos al Memorial de la Paz del 28 de febrero, situado en un parque y donde se rinde homenaje a los fallecidos de la masacre que ordenó Chan-Kai Shek ejecutar por las protestas en el 28 de febrero de 1947.



Cogimos el metro y nos fuimos hasta el Longsham Temple. Había más de 100 deidades. Junto al parque había hombres jugando a las Damas Chinas.

 


En el templo había monjas budistas rezando y la gente alrededor cantando con sus panfletos. 




Las ofrendas de flores, frutas y otros alimentos estaban listos para que la gente las ofreciera a sus deidades.




Fuimos andando hasta Bopilao, el barrio antiguo de Bangka. Era una calle de arcadas grandes y ladrillo rojo con mercaderes chinos y al otro lado los comerciantes japoneses decoraban la calle con farolillos y cristaleras.




Incluso en una zona se conservaban los adoquines originales de 1895. Ahora las casas permanecían abiertas pues formaban parte del museo.




Volvimos al metro y nos fuimos hacia el barrio de Ximending. Pasamos por la Red House, ahora con tiendas en su interior pues era la sede del comercio de los japoneses. 




Paseamos por la calle principal hasta la Fong Da Coffee, una antigua cafetería de 1956 y donde se podía degustar todo tipo de tés y cafés y entramos para tomar unos frappés.



Aquí se encontraba cerca el Tianhou Temple que fue construido en 1746 con fondos donados por los mercaderes inmigrantes de Fujian, China. 




Es uno de los tres templos más grandes de Taiwán y su deidad es Mazu. Tenía un encanto especial al verlo de noche iluminado.



Como queríamos ir a un mercadillo nocturno volvimos al metro y nos fuimos hasta la Guanggong Street Market con puestos callejeros de comida típica taiwanesa.



Comimos en uno donde hacían fideos con marisco y nos sirvieron un gran bol con gambas, almejas, bolas de pescado, trozos de pescado y verduras.



Lo bueno de comer en estos mercados es que la comida es barata y sabrosa. Esa noche nos dimos por satisfechos y nos fuimos a descansar al hotel.

3 comentarios:

  1. Parece una ciudad llena de vida y de encanto. Y los platos deliciosos.

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  2. Yo estuve en Taiwán en 1991. Fue mi primer país asiático y fue una gran sorpresa. Lo que más recuerdo son los mercados nocturno, la vida en la calle, la vegetación exhuberante y, en aquellos tiempos, la contaminación generalizada. Aún no era la potencia econòmica que es ahora ni había conseguido ser una democracia plena.

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  3. Coincido contigo Manel, pero algo que me llamó la atención es que en ningún sitio había papeleras... lo de la polución es un tema creo ya resuelto...gracias.

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