24 de junio de 2021

SICILIA : UNA BODA EN PALERMO

Deambular por las calles de Palermo era sinónimo de fiesta y alegría, además de sorprendernos en cada esquina de la bulliciosa ciudad.




Veníamos del Quatri Canti donde escuchamos a un grupo de música en directo y dirigiéndonos hacia la Catedral, nos topamos con una auténtica boda siciliana muy al estilo de “La Cosa Nostra” justo en la Chiusa de Salvatore.



Vimos una gran carroza redonda tirada por caballos blancos, pomposamente engalanados.


 


Las mujeres iban encorsetadas en sus ceñidos vestidos de alegres colores, con peinados extravagantes y muy rococós acordes con sus vestimentas.




Un Ferrari rojo llamaba la atención en medio de la calle y los hombres de seguridad protegían al personal que allí se encontraba.




El padrino cumplía su papel y acompañaba a la novia  subiendo por las escaleras que les llevaba a la iglesia circular. Las damas de honor iban arreglando la cola del vestido por donde iba pasando.





Los niños jugaban entre ellos y no hacían más que tomar granita y refrescos en un puesto que se había alquilado para el evento mientras esperaban en la calle.




Dimos una vuelta por las cercanías de la Chiusa Salvatore y más tarde volvimos de nuevo coincidiendo con la salida de la iglesia de todos los invitados.



La novia, mucho más distendida y con unas gafas de sol, se prestó a posar para mí, se la veía feliz  y radiante pero enseguida los de segu
ridad se acercaron para dirigirla hacia la carroza. 




En cinco minutos los novios desaparecieron como si allí nada hubiera ocurrido al igual que los demás asistentes.



22 de junio de 2021

SICILIA: EL CASTILLO DE LUNA DE SCIACCA

 

Desde Agrigento salimos hacia Sciacca en autobús. Fue un acierto ya que nos esperaba una grata sorpresa y es que esta ciudad pesquera dispone de varios rincones encantadores. El autobús nos dejó en una balconada donde se podía apreciar una bella vista del puerto.



Siguiendo nuestra intuición fuimos callejeando en dirección al B&B Porta di Mare que se encontraba situado en el casco antiguo.



Sciacca se divide en tres partes, la zona baja donde se encuentra el puerto con sus barcos de pesca especializada en pescado azul siendo los segundos exportadores de toda Italia, pues el primer lugar es para Mazzaro del Valle. La otra parte es la zona intermedia donde nos encontrábamos, el casco antiguo que contiene las puertas de entrada de la ciudad, iglesias y palacios. La tercera es la zona de las murallas donde se ubica el Castello di Luna. Todo se conectaba a través de escalinatas.



Una vez llegados al alojamiento, nos recibió Antonella, que nos invitó a tomar  asiento en su terracita para charlar un rato con ella, mientras acababan de preparar la habitación. Antonella era una mujer eficiente, enseguida nos solucionó el tema de la playa para el día siguiente pues no había autobús que nos llevara. Por un módico precio contratamos un taxi ida y vuelta. Subimos a la habitación que tenía vistas al mar y vimos las escalinatas de bajada al puerto.




Dejamos los equipajes y nos fuimos a recorrer la ciudad. Subimos unas escaleras que nos llevó a la arteria principal del casco antiguo: la Plaza del Duomo. En Vía Roma nos encontramos el Colegio de los Jesuítas, donde nos dejaron entrar tomándonos antes la temperatura como precaución del Covid19 y poder ver el Claustro.




Proseguimos la ruta y antes de llegar a Puerta Palermo nos encontramos la Iglesia de San Giuseppe. 




Volvimos por el Lungomare y llegamos a la plaza Angelo Scandaliatto donde se podía ver una bella panorámica del puerto, los barcos y su litoral.




En la plaza se encontraba el convento de San Dominico y su iglesia. Seguimos desde aquí por unas escalinatas que nos llevaban al barrio Clotilde del Cotogno con sus casas-cueva decoradas con azulejos y en las escaleras y muros habían dibujos de casas y árboles.  





Subimos por Via del Castello hacia la fortaleza dejando atrás la Chiesa de Santa Maria de Giorginare con sus pequeña roca-cueva dedicado a la Virgen. En el tramo final subimos por una intrincada calle hasta llegar al Castillo y pagamos la entrada.




El Castello di Luna se construyó en 1380 y cuenta la historia de dos familias enfrentadas, una normanda y otra catalana, los Luna. A la princesa Margarita Peralda la obligaron a casarse con el Conde Luna pero ella se enamoró del joven normando Giovani Perollo.



Finalmente Margarita tuvo que casarse con el Conde, no obstante hubo guerra igualmente entre las dos familias, el castillo se incendió y encontraron al Conde muerto en extrañas circunstancias, pero se sospechó del joven Giovanni que se había vengado de él.  



Años más tarde tras un terremoto en 1740, el castillo sufrió varios desperfectos y la torre principal y parte de su interior fueron demolidos. Posteriormente se realizaron obras de rehabilitación en el 1980 para hacerlo visitable. En una de sus torres, contiene un pequeño museo de vestimentas de la época y armaduras.



Al atardecer fuimos al puerto  para ver la puesta de sol, era una bonita estampa con los barcos pesqueros y las casas al fondo. 




Para terminar la velada, fuimos a cenar a un restaurante de cocina local. 


21 de junio de 2021

SICILIA: EL VALLE DE LOS TEMPLOS DE AGRIGENTO

 

En Agrigento nos alojamos en el B &B La Dolce Vita, era una habitación de estilo rococó que nos hizo sentir como si estuviéramos viajando en el tiempo, en otra época.



Aunque tan sólo el Valle de los Templos se encontraba a unos 3,5km, nos dirigimos hacia la estación de autobuses para coger el bus que nos llevaba hacia allí.





Una vez llegados al Parque Arqueológico, compramos las entradas que nos costó unos 10 euros. Empezamos siguiendo la ruta marcada y ante nuestros ojos pudimos contemplar el Templo de Hera, conocido también como el Templo de Juno y ubicado en un pequeño montículo.



Debido a un terremoto que sucedió años atrás, parte del templo se derrumbó excepto las columnas que permanecen intactas, así como el altar del sacrificio. Cerca vimos también un olivo que tenía más de 500 años.



El Templo de la Concordia es el más destacado del recinto porque es el mejor conservado del mundo. ¡Cuántas veces hemos visto esta imagen en el logo en la web de la Unesco!



Es un templo precioso y su construcción fue en el año 430 A.C. y posteriormente se convirtió en basílica en el siglo VI. Desde todos los ángulos del templo pudimos apreciarla en su interior.  Una obra magnífica en todo su conjunto. Justo delante yacía la estatua de Ícaro donde todo el mundo se detiene para hacer la foto típica.



Seguimos por unos jardines donde nos sentamos a descansar bajo la sombra y admirar sus plantas y árboles alrededor de una mansión, Villa Aurea.





Seguimos andando hacia el Templo de Hércules, el más antiguo de Agrigento que fue construido en el siglo VI A.C. 



Más abajo vimos la tumba de Terón, de estilo romano.




Más adelante vimos las ruinas del Templo de Giove Olímpico, de estilo dórico, el más grande del recinto y del mundo pero fue destruido por los cartagineses.




Detrás del templo yace un hombre de unos 8 metros de largo con los brazos en alto como sosteniendo el templo, es la estatua de Zeus pero es una copia pues el original se encuentra en el Museo Arqueológico de Agrigento.



El Valle de los Templos lo visitan al año unas 600.000 personas, que no es poco. 


19 de junio de 2021

SICILIA: EL COMISARIO MONTALBANO EN RAGUSA

 

Otro de los lugares emblemáticos que visitamos en el Valle de Noto fue Scicli, inscrita en el 2002 en la Unesco como Patrimonio de la Humanidad junto con otras siete poblaciones del mismo Valle. 



En Scicli pudimos subir a tres miradores así que nos dirigimos primero hacia la Iglesia de San Bartolomé, subiendo por una calle donde también había hospedajes muy chic. 




Subimos la segunda cuesta que nos acercó hasta la Iglesia de San Matteo, que permanecía rota debido al terremoto que aconteció en 1793. Antes de llegar había varias panorámicas donde detenerse.




Bajamos y visitamos su famoso Ayuntamiento. Aquí se rodaron las escenas de la comisaría de policía de la serie. En la entrada se ve una placa con un dibujo de Andrea Camilleri.

 


Todo se dejó igual desde el rodaje. En primer lugar nos encontramos con el famoso despacho de Catarella y el famoso teléfono y ordenador. Éste se encontraba situado en la planta baja del ayuntamiento que desde el 1998 fue el plató de comisaría de Vigatá en la serie, pero desde julio del 2018 es uno de los pocos escenarios visitables en Italia.

 



La comisaría contenía varios escritorios y estaciones de trabajo de los agentes de policía, incluída la de Galluzzo y la de Fazio. 



A través de una segunda puerta, se encontraba la oficina de Mimí Angelo y que escondía una sorpresa: la interesante bóveda del techo que fue pintada al fresco en estilo Art Nouveau por Bartolomeu Militello. Nos recuerda que estos lugares en el pasado fueron importantes sedes de círculos de conversación y de encuentro entre diversas personalidades de Scicli.    

 



Al final de la gran sala se el despacho del comisario Montalbano. El escritorio se encontraba lleno de documentos y contenía el famoso teléfono donde recibía las llamadas que le transfería Catarella. 



No podían faltar las fotografías de Falcone y Borsellino que también aparecían en la serie, los magistrados asesinados por la Mafia, cuyas muertes llevó a Montalbano a quedarse para seguir luchando contra la criminalidad organizada. 



Frente a él, reconocimos el escritorio donde Fazio tomaba apuntes de las declaraciones de las personas que venían a hablar con el comisario. Y en la planta primera se encontraba el despacho del jefe de Montalbano.



Al salir, justo al lado se encontraba la Farmacia Castia donde ocurre uno de los asesinatos de la serie. La farmacia es una antigua botica de principios del siglo XX.



La señorita que nos vendió los tickets nos explicó la historia de la farmacia y nos enseñó un armario donde se guardaban los venenos. Habían frescos originales en sus paredes, una colección de vasos estilo Art Nouveau y una antigua caja registradora. Una maravilla.



Cerca de allí visitamos el Palazzo Favacchio Patané. Fue construido a finales del siglo XIX y es de estilo ecléctico, además de ser el último testimonio de una sociedad aristocrático-burgués.





Dicho palacio perteneció a un banquero que se casó con una aristócrata venida a menos. Pudimos visitar varias de las estancias del Palazzo debido a una gran restauración que se realizó  en el 2013. 



La familia Patané quiso ensalzar su máximo esplendor y convertirlo en museo para seguir manteniéndolo.



Todas las estancias se encontraban decoradas con estucos y frescos creados por Raffaele Scalia a principios de 1900, después de su formación en la Accademia de Belle Arti di Nápoli.