21 de octubre de 2007

CHINA: PINGYAO, EL ENCANTO DE UNA CIUDAD AMURALLADA

Fecha del viaje: Octubre 2007
Extracto de mi diario de viajes:

Después de unas pocas horas  en autobús, que más bien parecía una tartana, aterrizamos en Pingyao. Llegamos por la noche y cogimos un pedicab para llegar al alojamiento pues entre las intricadas calles pero de noche no nos aclarábamos.




Finalmente llegamos al Tian Yuan Kui Folk Guesthouse. Dicho hotel data del año 1791 y se encuentra ubicado en la calle principal. Nos ofrecen habitación con cama estilo Kang de3m x 2m de ancho, así que esta mañana nos hemos levantado como nuevos.



Pingyao data del año 1300, su centro histórico se encuentra amurallado en un radio de seis kilómetros. En estos dos dias recorreremos las murallas y los tesoros que en Pingyao se encierran. Compramos las entradas que en un billete único te da la posibilidad de visitar más de 19 lugares durante tres días entre mansiones, templos y otros edificios importantes como oficinas de comercio y bancos.


En el periodo de la dinastía Ming, Pingyao fue una célebre ciudad de mercaderes y un centro importante de comercio que se extendió desde el sur de China hasta Mongolia. Hoy en dia, la pequeña ciudad sólo consta de 40.000 habitantes, inclyendo los habitantes de fuera de la muralla. La ciudad tiene el encanto de un pueblo.

Pasear por las murallas es una delicia pues apenas hay gente. Nos llama la atención los pavimientos construídos en ladrillo con insignias en ideogramas. Sus murallas miden unos diez metros de alto y te permiten ver toda la ciudad que está construída con pequeñas casas de madera con tejados acabados e punta y sus calles se adornan de farolillos rojos. En todo el perímetro hay 72 torres de vigilancia y 4 entradas principales a la ciudad ubicados en los cuatro puntos cardinales.


Nos atiborramos de ver tanta filigrana, dibujos, jardines interiores, templos, antiguedades, patios decorados...


Pero el encanto reside en sus habitantes. La gente te saluda al pasar,  los adultos viven la calle jugando a  cartas, los niños se recrean en los patios de sus casas, la gente mayor se sienta a tomar el sol o simplemente ven pasar la vida, pasean en bicicleta, otros comen en cualquier lugar al aire libre... Te ayudan cuando te ven indeciso, incluso se paran para dejarse fotografiar, así que con este panorama nos sentimos inmersos en su plácida vida cotidiana.


Nos paramos a hablar con la gente, estas se ríen cuando ven que intentas hablar algo en su idioma, les contamos los  números del 1 al 10 jugando y haciendo las señales que ellos utilizan con la mano, pues  por otra parte es una forma muy práctica para comprar en los mercados.


Pingyao merece mucho la pena, es uno de los pocos lugares donde aún mantiene la esencia de la vida rural, muy al contrario de lo que ha ocurrido en el resto de China, convertida en un capitalismo frenético.

19 de octubre de 2007

CHINA: EL BOSQUE SAGRADO DE CONFUCIO

Fecha del viaje: Octubre 2007
Extracto de mi diario de viajes:

Amanecer un dia más en China es encontrarse con una nueva aventura. Me encanta la sensación de incertidumbre cuando viajo por lugares desconocidos y descubrir que aunque planifique con anterioridad un viaje, siempre me encuentro con nuevas situaciones e imprevistos.

Al acercarnos a nuestro destino, después de un largo trayecto de diez horas en literas pues el autobús no dispone de asientos, eso si, con monitor individual de television encendido sin poder apagarlo, el autobús pretende dejarnos en plena autopista pues no pasa por el pueblo, así que les pido antes de bajar que nos llamen a un taxi pues ya es de noche y el pueblo queda a unos cinco kilometros. Dos jovenes aparecen en medio de la noche y nos dicen que les sigamos, que el taxi se encuentra en otra carretera cuesta abajo, el conductor del autobús asiente indicando que vayamos así que cogemos nuestras mochilas y bajamos por un camino de cabras completamente a oscuras y en manos de estos dos desconocidos. A unos quinientos metros nos encontramos el taxi que nos esperaba. Todo organizado dentro de un gran desconcierto.


Nos dejan en el hotel elegido, el Yulong. Nos damos una ducha y salimos a cenar. Pedimos unos dumplings típicos de la zona (empanadillas vegetales) y una sopa de pollo de granja. Al traernos la sopa vemos que se trata de un gran perolo y un pollo entero dentro, con sus patas y su pico, todo enterito. Debajo estaba el caldo, así que no hay otra manera que desmenuzar el pollo primero con los palillos y así poco a poco vamos llegando al caldo. Por cierto, estaba muy tierno y gustoso... pero ¡quien se iba a imaginar que el pollo venía entero! Y es que los chinos acostumbran a cocinar para familias enteras!



Aprovechamos para ir a un ciber café, pues hoy ya no hay nada que se pueda hacer en este pueblo tan tranquilo. Da gusto, encontrarse en una población donde apenas hay gente por la calle y poquísimos coches, la mayoría son bicicletas y triciclos, alguna moto y carruajes.

Al día siguiente decidimos visitar el complejo de Qufu, (se pronuncia Chufu) y en chino significa Confucio.La entrada al gran templo del filósofo y maestro es precioso decorado con puertas muy antiguas de color rojo y labradas con madera, llama la atención las columnas talladas y el templo principal. De hecho es el templo más antiguo de toda China, data en sus orígenes del año 478 A.C. pero fue remodelado, ampliado y destruido posteriormente.En el año 1300 se volvió a reconstruir gran parte del templo.



Las mansiones que visitamos se encuentran adjuntas al templo. Aquí vivian los nobles y familias adineradas que seguían la filosofía de Confucio. Datan del siglo XVI con habitaciones decoradas y enriquecidas con mobiliario de la época. En las dinastias Qin y Han los descendientes de Confucio vivieron aquí hasta el 1948.

Pero apenas hay información en inglés. Aquí las salas permanecen cerradas y sólo se pueden ver a través de cristales con alguna excepción.


La filosofía de Confucio se basa en cuatro virtudes básicas:
1.-JEN, EL AMOR COMPASIVO
Uno debe ponerse en el lugar del otro para así entenderlo.
El Confucionismo tuvo un gran impacto en la cultura china .


2.-YI, BUSCAR LA JUSTICIA
Uno tiene una serie de deberes y obligaciones con el prójimo.
A quien cumple estos dos primeros preceptos se le considera “Hombre Noble”.


3.-LI, LA ACTITUD CORRECTA
Uno debe mantener una actitud de respeto a los padres y al soberano.


4.-CHIH, LA SABIDURÍA
Es la Sabiduría con mayúsculas que engloba a las anteriores y las orienta. Esta sabiduría consiste en conocer las leyes que rigen el Universo, el Cielo y la Tierra, es decir las leyes del Tao.


El hombre que cumple con estas cuatro virtudes es conocido como “Hombre Superior”.Estas enseñanzas fueron llegando hasta nosotros gracias a sus discípulos.


Nos dirigimos con un pedicab hacia el cementerio que se encuentra ubicado en un bosque en la zona norte de Qufu. Antes de entrar hay puestos de souvenirs y compramos unos sellos rojos con nuestro nombre inscrito en chino.


El bosque es muy frondoso, tiene algo de mágico y da la sensación de ser tan antiguo como el templo. Hay muchos pinos y cipreses, más de cien mil árboles. Aquí yace la tumba de Confucio y la de sus descendientes desde hace más de 2000 años. Aún se sigue enterrando en los días presentes.

Una de las frases que más me gustan de Confucio es: 
¿No es un privilegio tener amigos que vienen desde lejos?


Pero su filosofía es mucho más profunda. Llegó a influir a mandatarios como Mao Hedong, que aplicó varias de sus frases en su doctrina comunista, pero adaptándolas a su propio estilo.







El bosque sagrado es para mi un lugar "encantado" pues el estar hoy aquí me llena de paz y a la vez siento una inquietud por las estatuas y estelas que se encuentran esparcidas, observándonos a lo largo de nuestro paseo, a la vez que se encuentra cubierto de una ligera bruma, lo que le hace aún más misterioso.


Visitamos la tumba de Confucio, nos encontramos solos...salimos renovados de energía positiva ...

15 de octubre de 2007

CHINA: LAS CUEVAS DE YUNGANG

La noche en tren ha sido una experiencia más que se ha de vivir viajando por China. Pero el trayecto desde Beijing no se nos ha hecho pesado, pues a pesar de tener las camas de asientos duros nos han provisto de edredón y almohada. Nos dieron las literas de abajo que son las más cómodas pues hay tres pisos y más bien hay que trepar para llegar a la que toca al techo. Enseguida todos se colocaron y se apagaron las luces.


























El silencio se interrumpía por algún que otro ronquido o escupitajo. Los vagones estaban contaminados del humo que exhalaban los fumadores empedernidos por lo que la atmósfera no era muy saludable.


























La intimidad en el tren no existe así como en otros tantos lugares, es una palabra que desconocen los chinos: el pasillo estaba junto a las camas, sin separación así que de vez en cuando desfilaban personas sigilosamente padeciendo insomnio o simplemente tenía ganas de hacer la ronda nocturna. Pero hemos descansado que es de lo que se trata.




A la salida del tren, una comisión de taxistas nos han venido a dar un poco la lata para llevarnos directamente a las cuevas o a un hotel, pero no queremos ni una cosa ni la otra, sino sólo llegar a Datong que es la ciudad base para visitar las cuevas y en donde aprovecharemos para adecentarnos un poco y comer algo.


























Hacemos tiempo para desayunar y tomamos un bol de sopa con fideos pues es el único sitio que vemos abierto y como hace un frío que pela, nos va bien para desentumecer los músculos del cuerpo acartonado que llevamos.




Datong se encuentra en la provincia de Shanxi, al norte de China. Tiene unos 2.500.000 habitantes y es una ciudad minera bastante fea en toda la extensión de la palabra pues está envuelta en una neblina grisácea debida a su alta contaminación.


























Pero en los alrededores de la ciudad se esconde un legado budista realmente impresionante. Las cuevas de Datong se encuentran a unos veinte kilómetros de la capital. Al llegar vemos que aún falta media hora para abrir pero aprovechamos para cambiarnos de ropa pues aquí el clima es bastante más frío que en Beijing.

Ahora ya más calentitos dejamos las mochilas en la consigna, que es gratis, que se encuentra junto al recinto de las cuevas. No tenemos pensado pasar la noche en Datong. Dichas cuevas datan del año 400 al 470 después D.C. A la entrada ya podemos apreciar la belleza de los budas de diferentes tamaños todos ellos excavados en la roca. La naturaleza y el hombre se vuelven a dar la mano.



Las cuevas forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Los vivos colores nos sorprenden, cobalto, turquesas, terracotas, naranjas...incluso los techos están maravillosamente cubiertos. También hay budas de diversos estilos:de India, con apsaras y deidades hindúes, también de Asia Central e incluso Grecia.



Hay más de 50.000 estatuas repartidas en unas 250 cuevas. Pero sólo algunas de ellas permanecen abiertas al público. En realidad hay 21 grutas que podemos visitar y se empieza del numero 21 al 1.


Al final del recorrido encontramos un Buda gigante al aire libre de varios metros de altura. Los fieles entregan las ofrendas y se ponen a rezar.


Yungang es la mejor representación de escultura budista en China.