28 de febrero de 2020

CABO VERDE : EN LOS ALREDEDORES DE MONTE GORDO ( ILHA DE SAO NICOLAU )


Esta mañana, después de desayunar salimos a las 830h con la pareja de Berlín que conocimos ayer en el alojamiento para hacer la excursión que contratamos con Edu, nuestro guía local. Nos llevará por las cercanías del Monte Gordo y su valle.



Edu es una persona muy amable y nos trata con cariño y mucha educación. Habla de forma tranquila y pausada así podemos entenderle mejor en su idioma, el portugués. Trabaja para el dueño del hospedaje y nos lleva con su furgoneta. Me dice que pase adelante para poder hacer mejor las fotos, así que me siento junto a él.




La primera parada importante es la cercana al Monte Gordo en un montículo donde se erige la pequeña iglesia Nuestra Señora del Monte y desde donde podemos apreciar una panorámica del valle.



Antes de llegar a la capital paramos en una especie de  invernadero donde nos enseñan todo tipo de plantas y árboles. Hay cafetales, papayas, guayabos, plataneros y piñas.




En un trapiche se encuentran trabajando con la caña de azúcar. Vemos el proceso que utilizan para destilar el típico “grogue”, el aguardiente de la isla. 




Pasan las cañas por una máquina para exprimir y extraer el líquido dejando el resto para el pasto de animales. Luego, a través de dos fuegos y unas tuberías rudimentarias se extrae de nuevo el líquido ya destilado que va finalmente a una cubeta.



Emprendemos la ruta por una antigua carretera y bajamos por el valle donde se ven los poblados de Faja de Cima y Faja de Baixo.



Finalmente llegamos a la capital de Ribeira Brava, situada a orillas del mismo rio homónimo y  que se encuentra en pleno valle. Podemos apreciar algunos edificios y casas coloniales.

 


Hay una bonita plaza con el ayuntamiento y la iglesia mirando a las montañas. Damos una vuelta por sus calles  empedradas y casas pintadas de alegres colores. Esta ciudad se construyó en el centro de la isla para evitar el ataque de los piratas.





Proseguimos hacia Juncalinho, una pequeña aldea de pescadores y su iglesia pintada en azul y blanco.



 

Además paramos en unas piscinas naturales junto al mar donde nos dejan bañar un buen rato para disfrutar de estas aguas cristalinas.



Nos acercamos a Mono Alto, una caldera volcánica que también es conocida popularmente como “Carbeirinho” un lugar donde el viento y el mar han dibujado un paisaje espectacular. 














Son estructuras asimétricas con tonos color tierra y crema y beig  contrastan con el mar y lo convierte en un lugar único en la isla.




Quizás seas este uno de los lugares favoritos ubicado en el municipio de Tarrafal, pues apenas es visitada por el turismo. 

27 de febrero de 2020

CABO VERDE : LA NATURAL BELLEZA DE TARRAFAL ( ILHA DE SAO NICOLAU )


Nos encontramos en Tarrafal. Este mediodía llegamos con el barco desde Sao Vicente, a 50 km de aquí. Es el puerto más importante de la Ilha de Sao Nicolau y una tranquila  localidad de pescadores.

 


Mayormente la población se dedica a la pesca, ganadería y agricultura. La isla ocupa 345 km2 de superficie. Habitan unas  13500 personas y el turismo que recibe es mínimo. El punto más alto es Monte Gordo con 1312 metros.





Nos alojamos en el Hotel Edificio Mágico junto a una bella playa de arena negra pues la isla es de origen volcánico como todo el archipiélago de Cabo Verde. Y algo tiene de mágico ya que desde el porche podemos contemplar toda la bahía.



Don Gabriele, un italiano de Firenze dueño del hotel nos dice que antes de llegar a Sao Nicolau estuvo viajando en el año 2000 por las islas durante seis meses y cuando llegó aquí vio el edificio y lo compró cinco años más tarde, así que lleva 15 años en esta isla dirigiendo el hotel con sus eficientes trabajadoras.





Hoy nos vamos a pasear por la playa y nos dirigimos de nuevo hacia el puerto donde se encuentran todas las barcas de pescadores atracadas en la bahía formando una bella postal. Vemos cubos llenos de pescado y esparcidos por las rocas que lo trasladan para vender al mercado. Incluso los mismos pescadores se llevan a sus casas lo pescado en el día para sus familias.





Hay chicos jugando en la playa al fútbol y uno de ellos, al oírnos hablar en castellano nos dice que él tiene familia en Valencia y en perfecto español nos comenta que estuvo el viviendo durante 30 años en León, incluso hasta tiene acento leonés.




Nos damos cuenta que los caboverdianos son muy tranquilos y afables, cosa que ya experimentamos hablando con los locales en Sao Vicente pero aquí son especialmente dulces y tranquilos. Por la tarde suelen pasear y visitar la iglesia de Tarrafal.





Volvemos hacia la playa frente al alojamiento para darnos un chapuzón. En el agua encontramos unas pequeñas medusas que confundí con plástico, tiene forma alargada transparente con un punto negro pero un lugareño que se está bañando cerca me dice que son inofensivas. En la arena las vuelvo a ver. 




Volviendo al hotel nos damos una buena ducha y descansamos leyendo y escribiendo en el porche frente a la Praia de Telha. Por la noche, nos vamos a cenar al restaurante Museo de Pescadores que da a la hermosa bahía, pedimos peixe garoupa (mero) y polvo a la brasa (pulpo a la parrilla) con batatas y cerveja.




También llega el francés que se hospeda en nuestro hotel y que viaja con su hija. Nos saluda y empieza a tocar música en su mesa con una especie de tubo enganchado a un teclado y el móvil. Es saxofonista de profesión y las canciones de Edith Piaff y de jazz suenan a gloria.



Cenamos escuchando la música frente a la bahía de pescadores. ¿Qué más se puede pedir?  Pues unos chupitos de grogue para finalizar el placentero día.


25 de febrero de 2020

CABO VERDE: EL CARNAVAL DE MINDELO ( ILHA DE SAO VICENTE )

 

Cabo Verde pertenece al conjunto de las Islas Mascareñas con Canarias y Madeira. Conviven 500.000 habitantes repartidos en diez islas y el país se localiza justo frente a la costa de Senegal.  Nuestro viaje se centra en las Islas de Barlovento que se sitúan al norte del país.




Con un vuelo desde Lisboa aterrizamos ayer por la tarde en Mindelo, capital de Ilha Sao Vicente. Como estamos a finales de febrero quisimos coincidir con el Carnaval pues es uno de los más llamativos del continente africano.



Mindelo es también la capital cultural del país y su artista más famosa es Cesaria Évora, cantante internacional originaria de esta ciudad y que tuvimos la oportunidad de verla actuar en el Festival Grec de Barcelona hace ocho años. 

 


Por la tarde, salimos a dar un vuelta y el ambiente de Carnaval ya se notaba en la calle. Pequeños grupos de chavales desfilaban ensayando con los tambores.  

 



Hoy, 25 de febrero es el día más importante del Carnaval y el mayor evento es el desfile principal. La gente local va trayendo sus asientos para ir ocupando las calles por donde pasa la rúa. Hay competición de comparsas por lo que el jurado se encuentra ubicado en una gran tarima para puntuar a las mejores.  




Todo se encuentra bastante organizado pues todas las calles por donde pasa el desfile están acordonadas y ocupadas por asientos, taburetes, sillas que la gente ha ido dejando para estar en primera fila. También hay asientos de pago reservados previamente.




Nos apresuramos a coger sitio en el Café Royal junto al mercado municipal, pues aunque falta un par de horas, aprovechamos a tomar algo. Da la casualidad que el dueño es español, se llama Alonso y es de León. Nos comenta que esta casa la rescató de las ruinas y la construyó hace unos veinticuatro años. Hoy es uno de los restaurantes más populares del centro histórico de Mindelo.



Empieza ya el desfile y los dos blocos que compiten son Montsú y Vindos d’Oriente. Dicen que son los más potentes en música y carrozas. Cada dos metros se encuentra un policía vigilando para que el público no traspase la cuerda para seguridad de los que desfilan.




Es realmente espectacular la cantidad de gente que hay desfilando con coreografías distintas al ritmo de la música y sus coloridos disfraces. Las vedettes del Carnaval dan los pasos de la samba brasileira.



Y es que al ver este espectáculo no podemos dejar de sonreír al ver bailar y escuchar la música. Los caboverdianos viven el carnaval a tope, tanto como los brasileiros. El público se emociona y se pone de pie grabando con los móviles y algunos bailando. 



Acabamos subiéndonos también a las sillas y bailando. Como en Brasil, les encanta preparar el Carnaval de un año para otro porque lo viven intensamente.



Vemos pasar el último bloco y después de tres horas y media de desfile nos vamos a cenar al restaurante Bom Gusto donde conocemos a una expatriada venezolana que  en otra vida fue arquitecta. Ya retirada, se vino a vivir aquí. En su casa particular aloja a viajeros en una de las habitaciones que tiene libre.



Hablamos sobre la vida, los caboverdianos, tan afables y simpáticos pero dice que les gusta poco el trabajar y mucho la fiesta. Sobre las islas nos dice que todas son diferentes unas de otras.

 



Brindamos con ella con una cerveza y cenamos escuchando aún la música de fondo de los conciertos que hay en la ciudad, eso sí con patrullas de policía vigilando para que no haya desmadre.

24 de febrero de 2020

CABO VERDE : LOS PESCADORES Y EL MAR ( ILHA DE SAO VICENTE )

 

Gabriela, la dueña de Casa Vila Miramar en Mindelo nos recibe amablemente y nos coloca en una cómoda habitación con baño exterior, todo impecable. 



Podremos desayunar y leer en la terraza contemplando las hermosas vistas de la ciudad con el mar al fondo. La casa-pensión se encuentra ubicada a tan sólo 5 minutos del centro y una vez instalados nos vamos hacia la Rúa de Santo Antao donde se encuentran cafés y restaurantes y pasamos por la Praça de la Igreja, de 1862.



La Torre Belém es parecida a la de Lisboa pero más humilde. Aquí alberga el Museo de Mar y en su visita podemos apreciar  la actividad portuaria de la isla y la vida de los pescadores, entre otras informaciones interesantes.




Compramos los billetes de barco a Sao Nicolau aprovechando que estamos en el puerto y vemos la Bahía de Porto Grande con las barcas recién llegadas y los pescadores limpiando sus barcas y lo que han pescado.



Hay algunos edificios coloniales restaurados y pintados con colores que alegran la vista. Mindelo es una ciudad llena de vida, color y música, además por estas fechas nos encontramos en pleno Carnaval. 



Nos encaminamos hacia el Mercado de Peixe. Aquí hay un ambiente muy colorido con mujeres y hombres vendiendo el pescado. 





También entramos en un precioso edificio blanco donde se ubica el Mercado Municipal donde venden verduras y frutas, todo muy ordenado y limpio. En el exterior también hay vendedores que exponen sus mercancías como pueden. 





Como nos entra hambre nos vamos hacia el Café Mindelo, un restaurante clásico y acogedor donde sirven pescado de calidad, nos traen un rico peixe de atún con ensalada y patata, para acompañar una cerveja Strela o bien puedes probar la bebida local por excelencia, el grogue.




Por la tarde, junto a la Praça Estrela, subimos al  autobús colectivo que se dirige hasta Calhau, pasando por montañas del Parque Natural de Monteverde y por valles de terreno seco pero con palmeras, Francesc me comenta que se parece un poco al Atlas Marroquí. Llegamos en unos 35 minutos.



Calheu es un pequeño poblado de pescadores bajo un volcán, cuyas arenas y piedras fueron aprovechadas para construir la playa y las cuatro casas que hay en el pueblo.




Nos acercamos a la Casa de Pescadores pero se encuentra cerrada. Hay unas cuantas barcas en la orilla y a lo lejos vemos a un lugareño bañarse en una pequeña piscina natural y como yo siempre hago caso del dicho “donde fueres haz lo que vieres” allá que me voy a dar un chapuzón.




En la pequeña piscina notamos la fuerza del mar pero las rocas nos protegen y es una gozada. El agua del Atlántico siempre está fresca pero es nuestro primer baño del año en el mar y apetece con el calor que hace.




Después de secarnos vemos llegar unas barcas de pescadores a lo lejos y una vez en tierra, se ponen a cortar y limpiar el pescado sobre unas rocas alisadas.




Justo al lado hay un mirador y como es una buena zona de sombra los lugareños se sientan a mirar el mar y a los pescadores llegar con sus barcas. Uno de ellos abre la puerta de la Casa de los Pescadores para coger unos cuchillos. 



Un señor llega con una guitarra española  y nos deleita con su voz de saudade una bonita canción sin dejar de mirar el mar…



Después de dar un paseo por alrededores nos vamos hacia la parada del aluguer que sale de la playa principal unos metros más allá del mirador. El conductor nos dice que en 15 minutos sale y nos lleva de vuelta a Mindelo.  Agradable y dulce es la gente en Cabo Verde.