10 de diciembre de 2008

FRANCIA: ESCAPADA A LYON, CIUDAD DE LAS LUCES


Lyon es famosa por ser la reina de la gastronomía, la ciudad donde nacieron los hermanos Lumière y Antoine de Saint Exupéry pero quizás para el viajero no despierte demasiado entusiasmo si antes no se ha visitado otras ciudades importantes de Francia...Esta ciudad también forma parte del Patrimonio de la Humanidad al igual que París o Bordeaux entre otras.


Decidimos ir con unos amigos sin apenas tener información de esta fiesta pero en ella nos aguardaba una grata sorpresa. Habia para el puente de la Inmaculada una oferta de Air France y tengo que decir después de recorrerla de arriba abajo que merece la pena conocerla sobre todo en estas fechas.

La ciudad de Lyon la atraviesan el Ródano y su afluente el Saona y se divide en tres barrios importantes a visitar por el día:



La Fourvière: Es una colina donde se encuentra la Basílica de la Fourviere y desde donde se puede apreciar una panorámica de la ciudad. Se puede subir en teleférico pero es mucho más recomendable hacerlo a pie. Bajamos por un camino donde había rosas de hierro incrustadas en el suelo y siguiendo este camino nos encontramos con unas ruinas galo-romanas y un teatro.























Le Vieux Lyon: Es el casco antiguo de la ciudad y se pueden recorrer sus calles de estilo bohemio y podemos disfrutar de los típicos Bouchons, restaurantes populares donde en estas fechas preparan “ Le Menú des Lumières” que consiste de varios platos de comida popular .


Presque-Île: Aquí se encuentra el Ayuntamiento en la Place des Terraux, Place Bellecour, Place Carnot y Rue de la Republique. Lo más nos llamó la atención son los llamados Traboulés que son pasadizos que datan de la Edad Media y que sirven para cruzar de un edificio a otro.


Las puertas de las casas que dan a la calle algunas permanecen abiertas y se puede entrar para ver los patios interiores. Para comprar, la Rue Victor Hugo.También cerca hay un mercado al aire libre de frutas,legumbres, verduras, quesos y embutidos…

Por la noche hay que disfrutar de:


“La fête des Lumières” se remonta a más de 150 años. En el programa del 2008 (que se consigue en todos los hoteles) había más de 60 espectáculos repartidos en toda la ciudad. Imposible verlos en tan poco tiempo. En estos días la ciudad se transforma en colorido y magia, ensalzando los bellos edificios ubicados en los barrios principales.


A pesar de ser una fiesta poco conocida o más bien ignorada, cada año la visitan durante los cuatro días de duración unos cuatro millones de personas por lo que recomiendo reserva de hotel.

A partir de las 18 hrs hasta la 1 de la madrugada se puede hacer el recorrido por la ciudad para verla iluminada. Un derroche de imaginación nos cautivará y nos hará reconocer que los franceses saben hacer las cosas . Veremos con precisión cómo se van iluminando los edificios con juegos de colores al ritmo de la música. A destacar en las iluminaciones de este año pasado:






La Cathédrale de Saint-Jean iluminada con cromolitos es una autentica maravilla.


La place des Terraux, donde se encuentra el Ayuntamiento. Un sinfín de colores, de poesía y ternura.



La Fontaine aux Poissons en La Place des Jacobins, unos peces dan vueltas, suben y bajan fabricados con conos de señalización y bidones de plástico.El Hotel du Prëfecture es la casa fantasma.La colina de La Fourviere se iluminaba de tonalidades azules y violetas.La place des Célestins, en el emblemático teatro, se centra el tema sobre autores teatrales...y un sinfin de lugares preciosos iluminados que habían esparcidos por la ciudad.Y despues de un largo recorrido nos fuimos a un típico "Bouchon".




















No hay que perderse Le Marché de Noel en la Place Carnot, es un típico mercado de productos navideños y puestos para cenas rápidas.




















En el Ródano encontramos unos barcos atracados donde se puede tomar algo de beber y escuchar música por la noche.

21 de octubre de 2008

IRAN: LAS MUJERES BANDARI EN EL MERCADO DE MINAB

Fecha del viaje: Octubre 2008
Extracto de mi diario de viajes:



Nos encontramos en Bandar Abbas, que se localiza en el sur de Irán tocando al Golfo Pérsico. Llegamos ayer con autobús nocturno desde Kermán y visitamos la ciudad que no tiene apenas interés pero tiene mar y después de viajar durante varios días por ciudades y pueblos del desierto, nos apetecía llegar hasta aquí pero el calor también es sofocante.





Bandar significa puerto en persa. Lo recorrimos paseando y vimos llegar unos cuantos barcos, sobre todo lanchas, parece ser que es un lugar importante de “negocios” es decir, de contrabando, según nos comentaron. También recorrimos el bazar y nos sorprendió la diversidad de culturas donde conviven árabes de Qatar, de los Emiratos, Bahrein, también de Afganistán, Pakistán… etc. La mayoría de sus habitantes hablan bandari, un dialecto del farsi.


Pero el motivo real de llegar hasta aquí es porque deseábamos visitar el Panjshambe Bazaar, un mercado que tiene lugar en Minab cada jueves.Nos dirigimos a los “saaris” que son unos coches taxi compartidos que hay que buscarlos un poco pues no hay parada que lo indique. Preguntamos a los locales y nos indican dónde dirigirnos. Llegamos a Minab sobre las nueve, y nos ayudan a encontrar el mercado que se encuentra a unos dos kilómetros de la ciudad. En este momento el mercado se encuentra ya en pleno apogeo.


El mercado de Minab se encuentra a unos 80 kilómetros de Bandar. Parece ser que es uno de los mercados más llamativos de todo Irán. Son las siete de la mañana y el sol aprieta pues este lugar es uno de los más calurosos de todo el país y hay un alto grado de humedad.







En el mercado encontramos una gran explanada donde podemos ver a las mujeres Bandari vender sus productos locales. Es un mercado con mezcla de estilo africano e indio donde la mayoría de mercancías se exhiben en el suelo. Los vendedores se acercan de los poblados de los alrededores y ofrecen carne, frutas, dátiles, verduras, telas, pañuelos, burkas, zapatos, ropa, alfombras… También hay la sección de pescado en una zona cubierta. También venden utensilios de plástico y menajes de cocina.




Las mujeres Bandari viven en la zona del Golfo Pérsico. Utilizan un tipo de "burka” que son unas llamativas máscaras tapando gran parte de la cara que no cubre el chador a excepción de los ojos, que es el único punto de conexión al mundo exterior.



El color predominante es el rojo pero también se permiten variaciones como negro y otros colores mezclados, adornándolas con lentejuelas. Debajo de la máscara llevan incluso un velo para ocultar la barbilla y la frente. Algunas llevan un tipo de máscara fina negra o marrón que les permite ver las facciones pues están realizadas en tela de seda. Debajo del chador utilizan pantalones ajustados a los tobillos.


Me fijo en las manos que están tatuadas y algunas las llevan pintadas con henna. Algunas fuman el “qalyan” mientras venden sus productos.

Este tipo de máscaras se introdujo como accesorio de belleza con la llegada de los portugueses hace unos quinientos años.

Muchas mujeres llevan el “shamat” que es una pieza de sari indio en alegres colores azules, naranjas, rosas y floreados. Otras llevan el típico chador de diversas partes del Golfo y del resto del país que es el típico velo negro sin crear formas evidentemente.


Intento contactar con las mujeres Bandari para comprar algo y así poder familiarizarme con ellas. Al principio creen que soy una turista iraní debido a mi vestimenta pues con mis cuatro palabras aprendidas en farsi intento comunicarme con ellas aunque enseguida me descubren y se quedan un poco desorientadas pensando de donde he salido. Me pongo en cuclillas para hablar con ellas pues todas están sentadas en el suelo, a excepción de algunas que van paseando.




Puedo decir que sus ojos son impresionantes llenos de magnetismo. Me encantaría poder ver sus caras, acceden a que les haga alguna foto aunque no es fácil pues son muy tímidas, las toco y algunas se ríen, me dejan coger a sus bebés, otras mujeres quieren lógicamente que les compre algo.

Miro las telas, compro henna, les pregunto donde puedo encontrar las máscaras rojas pues me quiero llevar alguna de recuerdo, me indican dónde están pero cuesta encontrarlas pues el mercado es grande, al final las localizamos.

Una mujer muy mayor que lleva como un burka de seda marron , al verme comprar las máscaras me ayuda a colocarme una. Aprovecho para ponérmela pues quería por unos momentos saber lo que se siente, camino con ella unos metros... sin comentarios.

Nota:Este relato también ha sido publicado en:
http://blog.elrincondeltrotamundos.com/?p=2775

También este relato fue finalista en el Concurso de Relatos Viamedius en 2010:
http://www.porviajeros.com/?p=1646

17 de octubre de 2008

IRAN: LA REGION DE KERMAN Y LOS KALUTS

Fecha del viaje: Octubre 2008
Extracto de Mi Diario de Viajes:


Nos encontramos en Kerman, ciudad del desierto del suroeste de Iran. Desayunamos queso,huevo frito,mermelada,pan,miel,zumo de naranja y un buen café para empezar con energía el día. Dejamos nuestras mochilas al cuidado de los hermanos Akhavan que regentan el hotel del mismo nombre pues por la noche dormiremos en un pueblo de la región que se encuentra en pleno desierto.


Antes de emprender nuestro viaje nos acercamos a comprar el billete de vuelo interior que saldrá de Bandar Abbas a Shiraz en los proximos días. Aquí te das cuenta que el país funciona en muchos de los detalles que vemos. Nos sale baratísimo, al igual que cualquier transporte público lógico porque aquí el fuel es muy bajo de precio y tienen para dar, vender y regalar, aunque los iranís se están empezando a quejar pues dicen que hace cinco años era mucho mas barato.

Nos acercamos al bazar E-Sar-Tasani que se encuentra en el corazón de la ciudad y es uno de los bazares más antiguos de todo Irán y tiene 1200 metros de longitud. Nos adentramos en el y nos encontramos con el Ganj Ali -Khan Square, una plaza construída durante el período Safávido con jardines. 




Visitamos el Hamman E-Ganj Ali-Khan restaurado y utilizado solamente como museo, aunque puedo imaginarlo en la época del Sha de Persia cuando la gente podía disfrutar de los placeres de sus baños.Sus estancias están ampliamente decoradas de lindos mosaicos predominando los amarillos y azules.





Una familia de Yadz se quiere hacer fotos con nosotros, están de vacaciones y como les llamamos la atención por ser turistas extranjeros accedemos gustosamente y aprovechamos para hacer lo mismo.


Cruzamos la plaza y nos encontramos las tiendas de latón y cobre con los artesanos trabajando. Me compro en un puesto un par de pañuelos para ir cambiando pues aquí no hay forma de desprenderse del velo y la gabardina hasta las rodillas, era algo para lo que ya me había mentalizado antes de venir. Por supuesto que he regateado con la dependienta y en farsi le iba diciendo los numeros, junto con otras palabras cuanto cuesta,es caro, mas barato ... y con las risas me lo ha dejado por el precio que queria. Gracias y adiós en farsi.


Nos dirigimos a otro de los sub-bazares llamado E-Vakil de unos ciento cincuenta años de antiguedad. Finalmente nos acercamos a la sección de verduras y especias que se encuentra al aire libre y terminamos en el Jameh Mosque, mezquita del Viernes.

Volvemos de nuevo al hotel y de nuevo nos ofrecen te y galletas rellenas de higo que están deliciosas mientras esperamos a nuestro guía Iraj que ya conocimos el día anterior para hacer la excursión por los Kaluts y visitar la región de Kerman.


Salimos sobre las 13hrs hacia Shadad, la principal población donde empieza el desierto y donde hay que inscribirse pues es el punto de control. Iraj nos dice que a unos 40 km se encuentra la frontera con Afganistán y los Kaluts tienen una longitud de 145 km. y ocupan un ancho de 45 km.

Ya en el desierto, pasamos por varias poblaciones en total son unas 30 o 40 donde viven unas cincuenta familias aproximadamente en cada uno de los pueblos a muy corta distancia entre si.

A medio camino paramos para observar los pozos de reserva de agua subterráneos que abastecen a los habitantes de la zona: los Qnats, aquí no pagan impuestos de agua pues los hombres del desierto consideran que esta es es una fuente natural y a cada familia le corresponde un porcentaje dependiendo de su estatus. Más rico eres más agua te corresponde. Vaya! algo tenia que haber, ya no me parece tan bien... Bajamos a una de las reservas más grandes del país. Hasta hace unos pocos años la gente tenía que ir con cántaros a buscar el agua. Los Qnats más antiguos de Irán se encuentran primero en Shiraz, Kerman y Shadad respectivamente.





Seguimos un poco más y al otro lado divisamos un antiguo Caravanserai de adobe prácticamente intacto. Antiguamente las caravanas de camellos cargados con sus mercancías venían a reposar en el trayecto de la Ruta de la Seda. Es sensacional encontrarse en este sitio sin nadie, sólo nosotros. Subimos a una de las torres con cuidado para hacer fotos.


En el interior las habitaciones están comunicadas entre sí de esta forma corría el aire y se mantenía fresco el ambiente. También otro de los motivos sería para vigilar todas las estancias.



Llegamos por fin a los Kaluts, el cielo está algo tapado pero no importa, hace mucho calor de todas formas. Cuando hay cielo despejado a pleno día las temperaturas suben a más de 50ºC.

Subimos al punto más alto del desierto y divisamos toda una panorámica de paisaje lunar. Quiero retener en mi mente esta imagen para que quede bien grabada. Iraj se sienta y dice que nos espera que el se pone a la sombrar. Es profesor de educación física y hace de guía por la región de Kerman y de todo el país en la epóca de vacaciones escolares.



Hacemos un recorrido por los castillos de piedra. Dicen algunos geólogos que hace millones de años el Mar Caspio estaba unido a esta zona desértica y en algunas de las rocas se puede percibir las líneas de sedimentación del agua marcadas. Pero es una de las tantas teorías que hay pues no se sabe bien el origen de estas formaciones rocosas.


Kalut proviene del Baluchi y significa "colinas", Luts quiere decir "sin vegetación alguna" por lo que la palabra en si describe bien el paisaje que estamos viendo.

Ya anochece pero dormir en los Kaluts está prohibido por lo peligroso de la zona cercana a la frontera con Afganistán desde donde se introduce uno de los mayores negocios del mundo. el contrabando de opio e incluso ha habido casos de rapto .Iraj nos comenta que una empresa japonesa quería montar un complejo turístico pero que sólo se quedó en una idea. Menos mal!.Así que esta noche dormiremos en casa de la familia de Iraj, en Shadad, el pueblo base.

Esta noche vivimos uno de los punto culminantes del viaje pues fuimos presentados a la familia de Iraj, sus suegros y cuñado pues Iraj no tiene padres. Entramos en una finca con palmerales y al entrar en la casa, que es de amplias habitaciones y toda llena de alfombras y poco mobiliario, nos cedieron el asiento más cómodo que es en el suelo con cojines para apoyarnos en los costados y enseguida nos trajeron te, galletas, pepino y granadas como aperitivo. Los hombres de la casa me dan el permiso para quitarme el pañuelo. Les doy las gracias. Es un alivio poder desprenderme de él por unas horas. Aunque cuando ya llevas viajando unos días se convierte en una prenda más de tu indumentaria diaria.


Al otro lado del salón colocan una especie de hule encima de la alfombra y preparan la mesa, cenamos todos juntos y nos hacemos una foto todos sentados alrededor de la "mesa" que es el suelo. Mientras conversamos nos pasamos las bandejas de estofado de pollo, arroz, patatas, encurtidos de olivas y pimientos avinagrados y ensalada de tomate. El arroz es de dos colores decorada con una especie de semilla roja parecida a la granada pero sin la pepita. De postre los mejores dátiles que he probado nunca.


Ya todos más distendidos charlamos sobre los lugares que hay en nuestro país, las fiestas tradicionales y sobre la familia, también por supuesto de Irán y sus costumbres incluso de política.Nos trasladamos de nuevo al lugar anterior para volver a tomar te y el hombre de la casa prepara las cenizas para encender su pipa... es la cultura del desierto. Me preguntan ante mi curiosidad si me quiero unir a ellos para fumar al igual que la señora de la casa que viene de la cocina, y se sienta con nosotros. Me enseñan a fumar ...Dos culturas unidas a una pipa....

Ya es tarde y nos vamos a acostar porque la conversación y las risas van cada vez a más... y tampoco se trata de irnos muy tarde pues mañana nos levantamos temprano. Dormimos en la terraza en un típico takht, un camastro de madera que nos han preparado con edredones bajo las estrellas y las palmeras de la finca.

Me quedo mirando al cielo sin pensar en nada...no tengo sueño... oigo grandes aullidos de los chacales y seguidamente a todos los perros ladrando en un gran radio alrededor de mi... vuelvo a mirar las estrellas y finalmente me duermo ...

11 de octubre de 2008

IRAN: MAYMAND Y LOS TROGLODITAS

Fecha del viaje: Octubre 2008
Extracto de Mi Diario de Viajes:


Desayunamos sobre las siete y media en el Akhavan Hotel. A las ocho en punto ya se encontraba nuestro guía Iraj en la recepción del hotel para salir hacia Meymand. Son 200 kilómetros los que recorreremos, a unas tres horas de Kerman.


Con el coche pasamos por campos de pistachos cerca de la ciudad de Raftafan, lugar donde nació uno de los últimos presidentes del país, Akbar Hashemi Rafsanjani. Irán es uno de los mayores productores de pistacho en el mundo y el primer exportador. También vemos varias fábricas con minas de oro y cobre.

Antes de llegar a Meymand hemos realizado una pequeña parada para hacer un pequeño picnic, algo muy frecuente en los iranís cuando viajan, que llevan cargados en el maletero del coche el termo con te, pastas caseras y el nargileh, la pipa de agua para hacer un alto en el camino. Iraj extiende la manta en el suelo y nos invita a te y pastas. Yo llevaba mis pastelillos de dátiles que compré ayer en el Bazar. También Iraj saca bocadillos que ha preparado su mujer pero como ya hemos desayunado los dejaremos para la tarde, a la vuelta. Si a los españoles les gusta comer, los iranís no se quedan atrás...



Nada más llegar, apreciamos el paisaje que a pesar de abrupto no deja de ser sorprendente. La población de Meymand se encuentra a unos 2300 mts de altitud a 100 km adentrado en el desierto. Posee unas 406 casas-cuevas con 2560 habitaciones en total. En el invierno puede llegar a haber unas 30 familias de 5 o 6 miembros cada una así que en total hay unos 200 habitantes en todo el pueblo. Pero en el verano, con el sofocante calor la mayoria de familias bajan las montañas para dar pasto a las ovejas. Algunas familias también utilizan estas casas como segundas residencias pero otras, sobre todo gente mayor vive en el pueblo durante todo el año. La gente joven ha marchado a las ciudades a vivir. Es posible que en unos cincuenta años o quizás antes este pueblo quede deshabitado. En las entradas de algunas de las casas cuelgan una especie de amuleto para prevenir los malos augurios. 



Primero entramos en la mezquita que separa con una manta la zona de hombres y por detrás queda un espacio reducido (cómo no) para las mujeres.También hay unos antiguos baños públicos, un pequeño restaurante tipico de los picapiedra y un museo local donde podemos apreciar los utensilos rudimentarios de labranza, confección de alfombras y cestos que son elaborados con ramas de árboles.



Algunas de las casas-cueva permanecen cerradas y otras muchas han quedado en abandono. Pero lo más interesante estaba por llegar. Pedimos permiso para entrar en algunas de las pocas casas que hay habitadas y que de esta forma pudimos compartir durante unos momentos la forma de vida de estos curiosos habitantes en las cuevas. 


Una de las familias nos acogen y nos preparan te, nos ofrecen pasas y nos parten nueces. Nos encontramos en la estancia principal donde se encuentra el padre, la madre y un hijo y nieto. A continuación se acercan las hijas mayores con otro de los maridos y nos miran como auténticos bichos raros pero poco a poco van entrando en conversación avasallandonos con preguntas que si cuantos años tenemos, cuanto ganamos, cuantos hijos... se echan las manos a la cabeza con nuestras contestaciones... no comprenden el dinero que ganamos, el porque no tenemos hijos pero yo si entiendo sus formas de reaccionar, es normal, venimos de "otro mundo".


Se acerca una chica joven con su bebé, me lo deja coger, es una monada, toda su carita es preciosa. Nos permiten hacer fotos de todos los rincones de la casa, la cocina, el almacén, es una cueva auténtica , eso si, con las alfombras sobre el suelo de piedra, eso que no falte.



La madre, nos saca mientras tanto en una gran palangana de aluminio un gran estómago de oveja donde han curado la carne de forma "tradicional", nos explican que entre seis meses y un año lo secan, nos enseñan el original que es enorme pues sólo lleva cinco días de proceso y otro ya seco que es una décima parte de lo que era, es decir, ya curado. . . nos dejan probarlo, es una carne seca parecida al chicharrón bastante salada... Iraj alucina y hace mil fotos, es la primera vez que lo ve al igual que nosotros. Compra la pieza pequeña para llevarsela a casa. Me gustará ver la cara que pondrá su mujer cuando le traiga el cordero disecado ...jajah!


Nos despedimos de la familia y seguimos subiendo por las laderas donde nos encontramos un viejete que se encuentra a la sombra y vende especias. Le compro una bolsita de especias para la sopa, según Iraj es muy buena como condimento.



Mas hacia arriba se encuentra una pareja de novegenarios, se encuentran en pobres condiciones y enfermos, el marido es ciego pero nos recita de memoria con gran vitalidad y armonia bellos poemas de Ferdosi. És un auténtico rapsoda. Tiene una memoria de elefante e Iraj nos traduce el significado de ellos. Le damos algo de dinero por su amabilidad y porque realmente lo necesitan. Lo agradecen enormemente. Les damos las gracias y seguimos nuestro camino.


Otra mujer me saluda y me coge de la mano para que entre en su casa. Aprovecha esta intimidad para llevarme a su puerta y enseñarme su casa. Curiosamente va vestida con colores claros de blanco y gris, con fada azul cielo. Realmente se vive aquí como un auténtico troglodita.



Ya son mas de las cuatro de la tarde y tenemos que volver hacia Kermán. Nos llevamos un grato recuerdo de este pueblo perdido y desconectado del mundo como tantos otros...

6 de octubre de 2008

IRAN: LAS CASAS TRADICIONALES DE KASHAN

Fecha del viaje: Octubre 2008
Extracto de Mi Diario de Viajes:


Nos dirigimos bien temprano a la Estación Sur de autobuses para conocer Kashan, una pequeña ciudad situada a unos 935m de altura y a una corta distancia de Teherán. En el autobús nos reparten galletas,zumo de manzana y un vasito para beber agua fresca. En tres horas llegamos. Cogemos un taxi hasta el alojamiento deseado pero el taxita apenas conoce el lugar así que le indicamos el camino con ayuda de nuestra guía Lonely Planet.

Lo deslumbrante de Kashan son sus casas tradicionales del siglo XVIII-XIX que han sido restauradas minuciosamente y que por un precio ínfimo se pueden visitar.


La primera casa que visitamos es Kahn-e Ameriah, de 9000m2 es la más antigua y la más grande de todas, verla nos impresiona pero quizás es la más impersonal. Amerih era el gobernador de Kashan y se hizo rico suministrando al Sha de Persia material de guerra y asegurando la ruta de comercio entre Teherán y Kerman. La casa tiene entre muchas de sus salas, dos hammams, una de ellas construída para mujeres embarazadas, y un naghib, donde se encontraba un tunel secreto.


La segunda casa, llamada Khan-eTabatebei, de 4730m2 fue construída en 1880 por un acaudalado mercader Seyyed Ja'far Tabatabei, dispone de unas 40 habitaciones y más de 200 puertas, contiene bellos relieves y estucados con piedras y espejos de cristal trabajados. La casa consistía en tres secciones: la andaruni (área interna) donde vivían los miembros de la familia, el biruni (área externa) utilizada para entretener a los invitados y el khadameh (habitaciones de los sirvientes). Hay además cuatro jardines y una fuente que a la caída del sol hace que se refleje la casa en el agua.









La tercera que visitamos, Khan-e Borujedi, es mucho más pequeña pero no exenta de belleza. Cuenta la leyenda que el dueño de esta casa conocido como el mercante Borujedi, conoció a Ameriah (el dueño de la primera casa visitada) para pedir la mano de su hija pero Ameriah puso la condición de que ella pudiera vivir a su antojo en una casa tan bella como la suya (qué detalle). Borujedi tardó 18 años en construirla.


El iwan (la entrada) está incorporado un bello estuco a modo de estalactitas. Destacan las cúpulas conteniendo frescos que fueron pintados en aquella época por el famoso artista Kamal ol-Molk. A dia de hoy los frescos siguen restaurándose. En el jardín central hay la fuente (que no falta en todas las casas) y sus muros están decorados con filigranas. La casa se dividia originalmente en el andaruni y biruni, pero sólo este último está abierto al público.


Khan-e Abbasian, la cuarta casa, es un complejo de seis edificios a varios niveles. Los numerosos jardines fueron construidos para dar sensación de espacio, culminándose en un gran jardín en la parte superior. Los pórticos y la entrada están decorados de forma extravante con relieves, trabajos de espejos con cristales y piedras incrustadas y bellas ventanas de colores.


Mas tarde nos vamos a visitar el Hammam-e Sultan Mir Ahmad. El señor de la entrada nos pregunta si nos apetece tomar un te, (en todo Irán desde el régimen de Jomeini hasta la fecha los hammam públicos ya no se utilizan como tal, sino son piezas de museo donde se puede entrar para visitarlos y tomar un te). Así que completamente solos nos adentramos en la sala principal del hammam sentados sobre alfombras donde nos ofrecen ese te tan exquisito que saben preparar tan bien los iraníes, oímos música de fondo y tan sólo hay un hombre rezando en una esquina.


Ya es por la tarde y empiezan a abrir las tiendas del Bazar, así que deambulamos perdiéndonos entre olores, coloridos y nuevas sensaciones... Dentro del mismo cenamos unos kebabs con arroz, deliciosos y por solo 4 euros los dos.


Donde nos alojamos es en una pequeña casa tradicional convertida recientemente en hotel y que acaba de ser reformada hace poco. No teníamos reserva pero nos facilitan una habitación sin baño que se ubica en el exterior así que cada vez que tenga que utilizarlo tendré que volver a vestirme con pañuelo aunque después de dos días en Irán ya me voy acostumbrando a llevarlo.


La habitación tiene tres estancias, una pequeña sala de entrada para sentarse en alfombras, una segunda que hace de habitación con colchonetas y mantas y una tercera que se traspasa un pequeño túnel anexo que nos lleva a otra habitación más amplia. En la puerta de entrada no hay cerrojos, así que utilizamos nuestras mochilas para bloquearla. El techo es de roca auténtica, nos sentimos como en la cueva de Alí Babá... 

Doy las gracias a Eduard Balsebre por tener la gentileza de incluirme en su estupenda página web de La ruta de la Seda en el apartado sobre Iran: http://www.larutadelaseda.cat/lloc/?tag=merche-gallart