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12 de noviembre de 2024

IRAK : LOS ÚLTIMOS ÁRABES DE LAS MARISMAS

 

Los Árabes de las Marismas, la población indígena Ma' dan de los humedales de Iraq, llevan 5.000 años pescando y cultivando cosechas en esta zona, criando búfalos de agua y construyendo viviendas sobre islas de cañas flotantes justo donde los ríos Tigris y Éufrates se encuentran antes de ir a parar en el Golfo. 



No obstante, el cambio climático, la contaminación del agua, la exploración petrolífera y la construcción de presas río arriba amenazan la supervivencia de este ecosistema delicado y de su antigua cultura mesopotámica, la cual algunos expertos han localizado su origen en los Sumerios.







Antes de la guerra del Golfo, Saddam Hussein quiso apropiarse de este lugar para inspeccionar la zona y obtener petróleo realizando matanzas por lo que los nativos tuvieron que salir huyendo.




A día de hoy, después de todas las guerras acontecidas en Irak, algunos han vuelto a sus casas pero tan sólo una minoría.




En Chibayish, ubicado a 118km de Basrah, quisimos tomar una barca para visitar esta zona rica todavía en fauna y poder ver la forma de vida ancestral de los árabes y apreciar las tradicionales casas construídas con juncos llamadas "mudhifs".





Durante el trayecto en la barca pudimos ver infinidad de aves y a los búfalos en la rutina de su baño matinal. 





Pasábamos junto a ellos y más de uno nos dio algún susto al aparecer de repente entre la vegetación. Por momentos corría una leve brisa que nos refrescaba y en silencio admiramos la belleza de estos humedales.



Los turistas locales y extranjeros que se acercan a visitar las Marismas suelen almorzar en un mudhif acondicionado que hay junto al embarcadero para probar la carpa, el pescado típico de la zona y pasar un rato agradable.



Un lugar precioso que te transporta en el tiempo pero que peligra su existencia si no se pone remedio de forma urgente. Las Marismas de Chibayish forman parte del Patrimonio de la Humanidad por ser uno de los mayores deltas de interior  y por estar situadas en un medio natural árido y cálido. 




Antes de terminar el paseo nos acercamos con la barca el Monumento dedicado a los Mártires de Chibayish, que contenía una  cúpula gris plateada y que fue edificada en honor a los Mártires de las marismas que fueron ejecutados durante la Guerra del Golfo, en 1991.  




21 de mayo de 2024

BIELORRUSIA: GRODNO, UNA CIUDAD DE CONTRASTES


Llegamos con la marshrutka a la estación de autobuses de Grodno (al oeste del país) por una carretera flanqueada de pinos y  paisajes de verdes praderas.



A escasos metros se encontraba el Hotel Slavia en el centro de la ciudad e iniciamos un bonito recorrido por el casco antiguo aprovechando el buen día que hacía. 



Era domingo y la gente paseaba contenta por la calle principal de Sovetskaya de casas del siglo XIX  restauradas y pintadas en colores alegres.



Junto a la plaza se eregía la monumental catedral blanca de San Francisco Javier con cúpulas azules. Como  hacían  misa y se encontraba a rebosar, nos quedamos en la entrada observando tras el cristal.



En la misma plaza Sovetskaya había la Casa de Cultura con solemnes columnas blancas y varios cafés. 



Nos dirigimos hacia el río Nemen y de repente se puso a llover, así que entramos en un café con pabellones de madera y vistas al río donde tomamos cerveza local y un té para reconfortarnos. 



Ya era más de las  nueve de la noche y aún no se había puesto el sol. El café estaba animado y sonaba buena música.



Al día siguiente volvimos hacia el río pasando por la Catedral y el Monasterio Bernardino. 



Bajamos la pequeña colina y justo en el cruce había un pedestal soportando un tanque T-27.  



Cruzamos para ver el  impresionante edificio estalinista del Teatro de Arte Dramático de 1954. Delante había una escultura de Pegasus. 



Siguiendo la colina de los miradores del rio llegamos hasta el Castillo Nuevo, reconstruido por los soviéticos  y que fue sede del Partido Comunista.



Hoy alberga un museo con armas antiguas y animales disecados.



Seguimos hasta el Castillo Viejo accediendo por un puente de madera pero se encontraba cerrado. A la derecha se veía la torre de vigilancia de la Estación de Bomberos y justo a las 12 en punto salía un bombero tocando la trompeta en lo alto.



Seguimos bajando hacia el río y en un desvío a unos 300 metros subimos por una escalera de piedra hacia la Iglesia de Boris y Glev, o también llamada Kalozha.



Es la más antigua de la ciudad construída en piedra y bonitos mosaicos de cruces decoraban su fachada exterior. Entramos y vimos lindos iconos. Es un lugar donde se respiraba paz interior y encendimos unas velitas en honor a nuestros familiares ya fallecidos.



Subiendo el Parque Kolozhsky llegamos hasta una estela que homenajeaba la fundación de la ciudad de Grodno en 1978 por los 850 años. Hay dos estatuas de 6 metros en cada lado, representan el valor del guerrero y la hospitalidad de la mujer.



Pasamos por la  Vieja Sinagoga y volvimos hacia la  calle Sovetskaya donde paramos en el Café Raskosha de 1795 y tomamos unos cafés.



Por la tarde descansamos un poco y continuamos el trayecto hacia el otro lado de la ciudad, en la Plaza Lenin con una escultura del homónimo.

 


De aquí nos fuimos hacia el Parque Gillibert rodeado de flores. En el centro nos topamos con una escultura del soldado desconocido con una llama encendida.



Paseamos por el puente y de aquí nos fuimos hacia la Catedral Ortodoxa de San Basilio pintada en color rosado y una pequeña capilla detrás.



Justo enfrente había un mural de granito de la era soviética llamado Ciencia donde se veía a una mujer en el centro rodeada de varios hombres entre ellos un físico, un matemático y un astronauta. Grodno nos ha sorprendido por su belleza y su mezcla de vestigios centroeuropeos y soviéticos.



10 de junio de 2018

TRANSNISTRIA : TIRASPOL Y LA FORTALEZA DE BENDER


Nos dirigimos hacia la ciudad de Bender (o Tighina), que se encuentra ubicada en la zona sur del territorio moldavo pero es  controlado bajo la región separatista de Transnistria, un estado de reconocimiento limitado, surgido tras el conflicto postsoviético.


En Transnistria, la mayoría de sus habitantes son de habla rusa, tienen moneda propia y ejercito que es controlado por los rusos. Nicolai, el guía que nos acompaña,  nos explica el porqué de todo este embrollo pues ni siquiera ha sido reconocida por las Naciones Unidas, al igual que el Nagorno-Karabakh, Osetia del Sur y  la Abkhazia.


Pasamos la frontera de forma rápida enseñando nuestro pasaporte y nos entregan un papel de permiso de entrada. Si te alojas en algún hotel o vas a estar más de 24 horas, te piden un comprobante del lugar donde duermes pero todo transcurre de forma sencilla, sin complicaciones.

Nos acercamos primero a la Fortaleza de Bender que se encuentra en medio del campo, en una gran explanada junto al río Dniester. En su entrada nos acompaña una guía local para informarnos sobre la historia del castillo y nos habla del famoso barón Munchausen donde pasó 4 años de su vida.

Hay un pequeño museo donde explica la guerra que hubo entre rusos y turcos en el período otomano. 

Alrededor del gran patio hay cañones decorativos. 


También se puede subir a alguno de sus torreones desde donde se ve una gran panorámica con el rio al fondo.


Una vez acabada la visita recorremos el centro histórico de Bender. Entramos en la antigua estación del ferrocarril donde hay un precioso hall.



El tren-museo permanece cerrado pero opto por hacer una foto a la preciosa locomotora.


Vemos la Iglesia de la Santa Joachím y Anna, que no tiene nada de especial en su interior pero destaca su exterior en blanco y azul. 


También pasamos por el Arco Soviético y otros monumentos de la época comunista.

En una de las calles principales se encuentra el cine que es digno de ver. El salón principal es circular de estilo soviético, con grandes ventanales y una preciosa lámpara de cristal en el medio con asientos bajos alrededor. El suelo brilla y hay dos mujeres vigilando la sala. Afuera se exhiben carteles de las películas programadas, todas ellas muy comerciales.

Enfrente mismo se encuentra un parque con un busto de Lenin, Hacemos  algunas fotografías. A los pocos minutos de subir al coche, de camino hacia la capital, Tiraspol, nos para la policía para pedirnos los papeles. Es un simple control y nos dejan marchar siguiendo nuestra ruta.

La llegada a Tiraspol que se encuentra a 12km de Bender, se ha hecho esperar. La capital se encuentra llena de edificios que fueron construidos por los militares rusos y que ahora son ocupados por gente de pocos recursos. 

Pasamos delante del Palacio Presidencial con la escultura de Lenin en lo alto. Nicolai me comenta que puedo hacer fotografías pero desde la distancia para no llamar la atención.

Justo enfrente nos encontramos con un panel donde se enumeran todas las personas que lucharon contra los moldavos por la liberación en marzo de 1992. También hay una placa conmemorativa de los que lucharon en la guerra de Afganistán. 

Hacia la derecha vemos el Memorial junto con la llama encendida en honor al soldado desconocido y a los que fallecieron entres los años 1990 y 1992.


Paseamos por el parque que nos lleva hasta el río Dnieper, hay arena en la orilla pues la gente aprovecha a tomar el sol como si fuera una playa. La vida transcurre en Tiraspol de forma tranquila y sosegada. 


Es una sensación extraña pues uno se encuentra un poco perdido en el tiempo, con una fuerte influencia soviética, como en medio de la nada.  Muy recomendable que todo viajero debería conocer.