20 de julio de 2010

PORTUGAL: ESCAPADA A COIMBRA Y ALCOBAÇA

Fecha del viaje: Enero 2010
Extracto de Mi Diario de Viajes:

Después de pasar el fin de año en Lisboa llegamos a la ciudad de Coimbra que se encuentra a dos horas en tren desde la capital. A pesar de ser la tercera ciudad del país en importancia, tiene un aire provinciano con sus callejas empedradas y casas blancas. El río Mondego separa los barrios de La Alta y La Baixa.


Nos alojamos en el Hotel Astoria, un magnifico edificio ubicado en el centro de la ciudad, junto al rio. Es un lugar que recomiendo para el descanso, con un aire clasico de los años veinte y sus habitaciones son espaciosas y cómodas. Tiene ese encanto de los hoteles antiguos que tanto me gustan. 

Información del hotel:

En Coimbra hay que destacar sobre todo  la Universidad, una de las más antiguas de Europa, fundada en el año 1290. Esta se encuentra ubicada en un promontorio, en la Cidade Alta.

Se puede visitar de forma libre todo el recinto con varios patios interiores. A destacar: La Sala dos Capelos, donde se celebran las ceremonias académicas más importantes y La capilla San Miguel que alberga un impresionante órgano de 1733. La mayoría de los edificios son de estilo barroco  y neoclásico. 


Desde el mirador se puede ver una panorámica de la ciudad.

 

Visitamos la magnífica Biblioteca Joanina, compuesta por dos pisos y tres grandes salas que se separan por arcos y estanterías lacadas en verde y rojo y se encuentra alumbrada con luces tenues. Sólo podemos entrar con visita  guiada y para mi desdicha no permiten hacer fotos.



 Para más información:   


Otros monumentos a destacar son La Se Velha (Catedral), la Iglesia de la Virgen del Carmen, el Monasterio de Santa Cruz... y al otro lado del rio Mondego, el Convento de Santa Clara, el jardín Quinta das Lágrimas, el puente peatonal Pedro e Inés... que nos devolverá de nuevo a la Cidade Baixa.


Entrada la noche disfrutamos en un buen restaurante del típico bacalhao  y vinho de la zona y después de cenar fuimos a una capilla para escuchar  los fados típicos de Coimbra, cantados solo por hombres. ¿Curioso verdad?


Al día siguiente fuimos a la pequeña y tranquila ciudad de Alcobaça, donde visitamos el imponente Mosteiro de Alcobaça, patrimonio de la Humanidad, una abadía cisterciense. Hay numerosos claustros y salas museo donde se guardan maravillosas reliquias entre otras obras de arte.






Para más información: 


Realmente creo que valió la pena viajar por pequeñas ciudades de Portugal  porque  siempre despierta curiosidad al viajero que busca un poco más allá de ciudades conocidas como Lisboa y Oporto.