19 de julio de 2014

TUNEZ: LOS OASIS DE MONTAÑA DE TAMERZA,CHEBIKA Y EL DESFILADERO DE MIDÈS.

 
Fecha del viaje: Junio 2014
Extracto de Mi Diario de Viajes:


El señor Omar se nos presenta. Viene a buscarnos para salir de excursión con 4x4 para visitar los pueblos de los oasis de montaña. Tiene pinta de beduino y con su chapurreo encantador mezclando el árabe con inglés francés y español vamos descifrando un poco de forma intuitiva lo que nos explica. De todas formas es muy agradable y realmente conoce bien la zona. Primero nos lleva a Tamerza, un pueblo fantasma derribado por las lluvias torrenciales.




























Tamerza, ubicada en un valle de una escarpada montaña con su palmeral al oeste, es uno de los pueblos más bonitos del sur de Túnez. El agua destruyó este bello pueblo que ahora aparece como un fantasma y que ha sido utilizado para el rodaje de varias películas, incluida "El paciente inglés". También se dice que de aquí salen los mejores dátiles del Túnez.
 



Seguimos el trayecto hacia el desfiladero de Midès, que en su día fue la fortificación sur de la ciudad. Su pueblo se encuentra a día de hoy también dormido y abandonado. Por el cañón caminamos y un chico nos acompaña para enseñarnos la gruta del diablo donde se rodó una de las escenas de "El paciente inglés". Es un paraje espectacular que nos recuerda un poco a Petra, en Jordania.
 






Nos dirigimos hacia unas cascadas donde nos podemos dar una ducha. Nos refrescamos y nos secamos rápidamente para seguir camino.
 

Atravesando las tierras áridas del desierto, llegamos a Chebika, un pueblo precioso donde se aprecia un fuerte contraste con el color verde del oasis ubicado en el valle y la tierra rojiza del pueblo en la parte norte de la montaña. Chebika fue también derruida por la aguas en las inundaciones del año 1969.
 

 
Subimos dejando atrás el oasis y las pequeñas piscinas naturales donde la gente local aprovecha para bañarse o simplemente se para a charlar junto al arroyo. Desde lo alto contemplamos una vista magnífica. Sólo quedan turistas tunecinos que viene de visita y nosotros.


 






Exploramos las ruinas de lo que quedó del pueblo e intuitivamente bajamos por un sendero hasta el camino que tomamos al principio. Hace una luz perfecta para hacer fotos.
 



Volviendo hacia Tozeur paramos en una de las señales que hay en la carretera del desierto donde indican que andan dromedarios sueltos.  A veces, los dueños los dejan solos para que disfruten de su libertad y al cabo de tres o cuatro días estos vuelven al oasis y así los recogen de nuevo...
 



5 de julio de 2014

TUNEZ: EL PALMERAL DE TOZEUR Y LA MUJER POETA

 
Fecha del viaje: Junio 2014
Extracto de Mi Diario de Viajes:

Después de una noche de calor y mosquitos, decidimos hacer un paseo por el palmeral del oasis de Tozeur. Es este el segundo más grande del país pero el más accesible para visitarlo.



Dispone de más de 200.000 palmeras en un radio de 10 km2 con más de 200 manantiales que irrigan unos 60 millones de agua al día.
 


Un buen hombre nos guiará en calesa por un trayecto de dos horas, haciendo un pequeño circuito donde nos explica los diferentes frutos que se cultivan y las plantas que hay como plataneros, granados, higueras y verduras.


Las personas que trabajan la tierra se llevan 1/5 parte de la producción del palmeral y de las frutas y verduras, la mitad. El agua es muy cara porque escasea. Apreciamos las bonitas casas que hay decoradas al estilo de mansiones, fabricadas con el típico ladrillo de la zona.


Los dátiles se recogen en octubre y hay diversas calidades. El paseo en calesa se hace muy agradable, un caballo tira del carromato donde permanecemos a la sombra bajando de vez en cuando para apreciar las plantas y las indicaciones de nuestro guía-conductor .
 


Nos acercamos a una especie de zoo y jardín. A pesar de que se encuentra un poco abandonado, podemos ver de cerca al zorro del desierto, desgraciadamente en extinción, algún que otro dromedario, monos, avestruces y cabras. En el Jardin du Paradis hay rosas e hibiscus.



Seguimos con nuestra calesa hacia el parque del Belvedere. Subiendo por unas escaleras excavadas en las rocas, contemplamos una expléndida vista del enorme palmeral que hemos visitado y al otro lado opuesto del desierto se encuentra el lago de Chott el Jerid, que visitaremos mañana de camino a Douz.








Por la tarde después de un ligero descanso en el hotel Residence Karim, pues hace mucha calor , nos acercamos hasta el centro histórico de la ciudad, Ouled-el-Hadef. Este encantador barrio fue construido en el siglo XIV y fue enriquecido por su enclave del comercio de las caravanas. Hay unas calles estrechas con edificaciones en ladrillo salientes que decora las casas y muros, haciendo dibujos geométricos en forma de relieve.

Visitamos el antiguo Musée Archeologique et Tradicionnel donde se ubica el antiguo Koubba, un sepulcro abovedado de Sidi Bou Aissa. Hay una pequeña pero interesante exposición de hallazgos de la zona, trajes, cerámicas y exposiciones sobre la cultura local.


Aquí conocemos a una guía turística y poetisa. Nos enseña el pequeño muestrario de utensilios y mobiliario que hay expuesto sobre la vida cotidiana de una familia bereber. Con su buen hacer y su gracia nos disfraza con los trajes típicos de boda y nos dejamos fotografiar. Nos dedicó en su pequeño libro de poesías esta frase "os deseo una bella vida plena de amor".




Demain le sourire regagnera mon coeur.

Demain la musique de la vie jouera

Pour moi, l'air du bonheur avec celui que j'aime.


Demain les ouiseaux regagneront leurs nids

Et s'ouvrira le printemps,

Le printemps de la fleur de notre amour, ô ma vie.

Plus vif mon coeur palpite

Et les secondes s'écoulent comme des années

A fin que l'aube débute

Mais il reste dans mon coeur un brin d'angoisse,

L'angoisse que c'est un mirage mon bonheur.

Peut-être je fus dans un rêve?

Souad Khchim -June 2014-