Fecha del viaje: Octubre 2010
Extracto de Mi Diario de Viajes:
Finalmente llegamos a Santa Lucia después de un ajetreado viaje en minibús desde Suazilandia.
Nos dejan en la calle principal del pueblo, la Mckenzie Street. Nos alojamos en el Sunset Lodge, unas cabañas de madera que se encuentran al final junto al estuario con una vista maravillosa. El lugar es de ensueño.
Nos dejan en la calle principal del pueblo, la Mckenzie Street. Nos alojamos en el Sunset Lodge, unas cabañas de madera que se encuentran al final junto al estuario con una vista maravillosa. El lugar es de ensueño.
Recorremos un lindo itinerario de playas por un camino de maderas donde nos lleva a un mirador. El lugar es precioso: playas en estado salvaje que se unen al estuario de Santa Lucia. Vemos gente haciendo pic nic, tomando el sol y pescando.
Tomamos el barco que nos lleva por el estuario de Santa Lucia que tiene 85 km de longitud y se encuentra en la lista de Patrimonios de la Humanidad. Un paseo de dos horas es tiempo suficiente para ver infinidad de aves y sobre todo hipopótamos. Se están bañando, como en familia, en pequeños grupos. Algunos permanecen en tierra comiendo hierbas. Les oímos y vemos sus bocazas al abrirlas por sus bostezos.
Por la tarde nos vamos a ver un centro de rehabilitación de cocodrilos a unos tres kilómetros andando desde el embarcadero. Aquí nos quedamos asombrados al ver como se les da de comer porque los podemos ver en constante movimiento y esto es casi imposible cuando se encuentran en estado salvaje, siempre con la boca abierta y en posición inerte absorbiendo los rayos de sol. Aunque es un poco penoso verlos en cautividad muchos de ellos habrían muerto si no fuera por el centro de rehabilitación.