Fecha del Viaje: Octubre 2012
Extracto de Mi Diario de Viajes:
Volamos en avioneta desde Ciudad
Bolivar con dos viajeros más, Emiliano, un colombiano del Valle de Colca y
Brian, australiano de la isla de Tasmania. Después de presenciar los magníficos
tepuis con un cielo bastante despejado, llegamos al campamento de Canaimá, el
pueblo base para visitar una de las
zonas más exuberantes del Parque Nacional de Canaimá, Patrimonio de la Humanidad.
Una
vez en tierra de los pemón, la tribu indígena que habita en la zona, nos
espera Arcangel, nuestro guía en estos dos próximos dias. Después de facilitarnos unas cuantas instrucciones, montamos seguidamente en canoa
para navegar por el rio Caroní, durante las
próximas cuatro horas.
Nos acompañan cuatro personas más: dos argentinas Gabriela y Mabel y la unica venezolana del grupo Serenela y su marido Mauro, italiano. Es un recorrido que cada vez se vuelve más hermoso. Muchas veces, lo mejor de llegar a un destino es disfrutar de la belleza del trayecto.
Al cabo de hora y media bajamos de la barca y
caminamos un pequeño sendero de unos veinte minutos porque los rápidos son muy
fuertes pues sus aguas se encuentran revueltas. Es un camino precioso donde
podemos estirar las piernas y divisar el paisaje desde tierra, pararnos, hacer
fotografias de los tepuis y ver las construcciones típicas de los pemones, los "moriches" que son casas circulares o rectangulares, con techo de paja y paredes de adobe o barrotes de madera.
Remontamos el rio de nuevo y
divisamos el Anantepui, que es la mayor formación montañosa de todo Canaimá. Comemos
un plato de pasta y coca cola en el mismo trayecto. Con ganas ya de bajar y con
la espalda dolorida, deseamos caminar de nuevo para adentrarnos en la selva y
llegar a nuestro destino, el Salto del Ángel.
El Salto del Angel o Kerepakupai Vená que en idioma pemón significa “salto del lugar más profundo”
recibe este nombre en honor a James Crawford Angel, un explorador y aviador
estadounidense que aterrizó en Auyantepui en 1937 y al que se le atribuye el
descubrimiento del salto más alto del mundo, con una caída libre de 970 metros .
Después de caminar una hora
aproximadamente, llegamos hasta el mirador. La vista
es espectacular. Es emocionante tener el salto tan cerca, además según el
viento nos vemos salpicados por la fuerza del agua. Uno nunca deja de sorprenderse ante las maravillas de
la naturaleza. Empieza a oscurecer y parte de la cima empieza a cubrirse de
niebla.
Despues de quedarnos durante un
buen rato contemplando la imagen para que nos quede grabado en la memoria,
volvemos todos contentos y exultantes bajando de camino al campamento que se
encuentra muy cerca del salto.
Tiene que ser un sitio precioso. El año que viene me gustaría viajar a Venezuela y conocerlo.
ResponderEliminarCuál es la mejor época para ir?
Como bien dices "muchas veces, lo mejor de llegar a un destino es disfrutar de la belleza del trayecto".
ResponderEliminarPrecioso el trayecto, el territorio de los Pemón, y la meta, el Salto del Ángel. Encima vuestro guía se llamaba Arcangel ;)
Está bien acabar el año describiendo un viaje angélico.
Aunque no dormiremos en hamacas, esperamos compartir otra cena delciosa con risas mañana. Feliz Año Nuevo y muchos viajes para vosotros!
Y muchas veces disfrutas más yendo que allí
ResponderEliminarTengo familia en Venezuela y nunca he visitado el país, no tengo perdón y viendo tu serie fotográfica aún me dan más ganas de preparar un viaje.
ResponderEliminarEspero que te sea propicio 2013, lleno de buenos momentos y grandes viajes
Un abrazo Merche
Felicidades por haber elegido un extraordinario destino, cercano a la gloria!
ResponderEliminarY ... sigue tu impulso! sigue viajando! la vida te espera porque la respetas y sabes disfrutarla!
Sigue compartiendo tus sensaciones!
Tino Tafao
Hola Merche!
ResponderEliminarPasaba a visitar tú espacio y me encuentro con éstas dos entradas referidas a ésa zona tan salvaje de Venezuela: bravo por el viaje!
Qué curioso, porque tengo varios amigos venezolanos, todos muy, pero muy orgullosos de su 'Salto del 'Angel', pero jamás me han hablado de los pueblos indígenas de la zona, y mucho menos de la Gran Sabana.
Éso me recuerda cómo somos a veces, que sobrevaloramos paisajes porque otros los valoran, pero solemos olvidar las realidades de los pueblos que viven en ésas regiones...
Ello también me recuerda una de las secuencias de la excelente película 'Up', aquella del niño explorador y un abuelo. La escena que sobrevuelan el 'Salto del 'Angel' es bellísima, pero claro, nada se compara con contemplar semejante espectáculo en persona!
Saludos viajeros y que se cumplan vuestras 'buenas intensiones' para éste año!
Si puedes por favor actualiza mi blog en tu blogroll al dominio propio www.el-lobo-bobo.com y el nombre "El LoBo BoBo", muuuuuchas gracias
ResponderEliminarFantástico viaje, El Salto del Angel es uno de los destinos soñados, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Montse.
ResponderEliminarPues esta cascada venezolana que nos presentas ahora es una verdadera maravilla y creo que el espíritu y la mente se te tuvo que abrir a tope en un lugar tan espectacular. Gracias por compartirlo.
Además de difrutar de los paisajes maravilosos, una buena compañia para compartir sonrisas y alegrias. Un plan perfecto, desde luego.
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