19 de agosto de 2022

FINLANDIA: CELEBRANDO LOS 60 EN PORVOO

 

Este verano queríamos visitar Helsinki y alrededores para celebrar mi 60 aniversario. Una vez en Finlandia, decidimos para esta fecha ir a Porvoo, una de las ciudades más antiguas del país, al sur de la costa de Helsinki.




Para ir a Porvoo se podía contratar el barco a vapor Runeberg que sesteaba tranquilamente en el puerto. Hace todos los veranos el trayecto en ida y vuelta Helsinki-Porvoo-Helsinki.




A eso de las 930 hrs ya podíamos embarcar para salir del puerto de Kauppateri a las 1000hrs. El trayecto duraba unas 3hrs y media y era una gozada para nuestros ojos, pues durante la travesía el paisaje era muy relajante, formado por varios islotes y a medida que avanzábamos, más abundante era la vegetación.




El barco se dividía en tres plantas con varias estancias interiores. Nosotros elegimos la última planta para poder tomar el sol y apreciar mejor las vistas.




Esta embarcación emblemática comenzó a realizar servicios desde 1912 y mide unos 28,89 metros de eslora. Desde el 1937 ostenta su actual nombre, en honor al pastor luterano y poeta Johan Ludvig Runeberg, que estuvo viviendo en Porvoo durante la última etapa de su vida.




Media hora antes de llegar, atracamos en un pequeño puerto para recoger a tres personas más. Cuando finalmente llegamos a Porvoo, nos fuimos directamente hacia el centro de la ciudad.



Queríamos ir a la pastelería Helmi & Tea House, un lugar lleno de encanto con terraza para tomar un café y probar el típico pastelillo Runeberg. En la caja, las camareras iban vestidas de época con antiguos mandiles y cofias. Les pedimos un encendedor porque quería soplar las velas en el minúsculo pastel.



Su interior estaba decorado profusamente con cuadros, maniquíes, vajillas, algún vestido y algún camarero de cartón que sostenía una bandeja con varios billetes del mundo.




Salimos a la terraza para celebrarlo de una forma más discreta y una señora al vernos, nos quiso hacer la foto de rigor y posamos con los cafés, las velas (una en cada pastelillo) y una sonrisa para la fotógrafa, que me felicitó y le di las gracias por el detalle.




El pastel era el que el poeta Runeberg se comía cada mañana elaborado por su esposa y contenía bizcocho de almendra, mermelada de frambuesa y ron.




Quise ir al lavabo y había que indicar en el mismo pomo de la puerta un código de cuatro números que venía impreso en la cuenta. El lavabo era minúsculo, pero tenía la particularidad de tener un retrato de “La Gioconda”. ¡Qué categoría!    





 

Saliendo de la cafetería nos fuimos a pasear por la ciudad vieja y pudimos apreciar las magníficas casas de colores de los siglos XVIII y XIX, las encantadoras tiendas... etc. Visitamos la Catedral, la Tuomiokirkko, que contenía un magnífico púlpito. La catedral fue construida en el siglo XV en piedra y madera y se encontraba ubicada en un cerro.



Pero lo que más nos llamó la atención son las casas rojas que se encontraban en la orilla del río pues formaban un precioso reflejo en el agua creando un paisaje bucólico. 





Más allá, al cruzar el puente, había un gran edificio con el mismo color rojizo y en su exterior, había una terraza en forma de barco.


Nos dirigimos hacia la estación de autobuses para volver hacia Helsinki y nos encontramos con la escultura del poeta Runeberg, el protagonista de esta bella localidad. 



Volviendo a Helsinki, por la noche celebramos en un restaurante  mi aniversario cenando gastronomía típica finesa. Fue una velada inolvidable.


1 comentario:

Te agradezco dejes tu comentario.GRACIAS.