29 de octubre de 2014

EMIRATOS ARABES: LA TORRE MÁS ALTA DEL MUNDO EN DUBAI

Fecha del viaje: Octubre 2014


Entrar en el Burj Khalifa es emocionante, sobre todo sabiendo que vas a visitar algo único en el mundo ya que este edificio tiene una altura de 828 metros  y eso da respeto.


Compramos las entradas con antelación en la web: www.atthetop.ae




Durante una visita de una hora y media puedes apreciar la gran obra realizada mediante fotografías y videos que te muestran dentro del mismo edificio antes de entrar en el ascensor. Esta obra costó más de 1.500 millones de dólares.


Desde Enero del 2010 el Burj Khalifa es considerada la torre más alta del mundo y aquí se rodó la película de Misión Imposible IV donde Tom Cruise sube a la parte más alta de la torre.


Con grandes medidas de seguridad accedemos al ascensor que nos llevará al piso 124 en un minuto. Dentro del mismo uno no se da cuenta de la altura pues las paredes que nos rodean son de color negro con luces intermitentes.


Una vez arriba descubres la altura en la que te encuentras y da un poco de vértigo pues mejor ir agarrándose a las columnas que hay en el patio circular donde se puede apreciar una gran vista de 360 grados.




El panorama es espectacular desde aquí, los demás rascacielos se ven insignificantes. Hace viento pero hay protección para que uno no salga volando. Podemos apreciar el terreno ganado al desierto que se ha utilizado para construir esta magnífica pero exorbitante ciudad.

Mirando en línea recta hacia abajo vemos las fuentes que por la noche nos amenizarán con un show que rivaliza con las fuentes que hay en Las Vegas (USA).


Como ya anochece bajamos para tomarnos algo y disfrutar del espectáculo.




25 de octubre de 2014

COREA DEL SUR: LAS CASAS HANOK DE JEONJU


Al llegar a Jeonju preguntamos en Información y Turismo donde se encuentra el alojamiento que habíamos reservado, así que unas señoras muy amables nos llaman a la pensión y nos explican cómo llegar. Nos dan un mapa y llegamos en cinco minutos.


Hoy hace un día precioso y el pueblo está a rebosar de coreanos. Y no me extraña porque en este pequeño casco antiguo se encuentran más de 100 casas antiguas Hanok reconvertidas la mayoría en casas de hospedaje, restaurantes y tiendas, así como museos, galerías de arte y casas particulares.


Varias mujeres van engalanadas con los trajes típicos y se dejan fotografiar exhibiendo orgullosas sus galas.



Hay muchos puestos de comida en todo Jeonju, esto parece una gran fiesta!


Nos dirigimos a Gyeonggieon, este palacio museo oficialmente construido en 1410, fue reconstruido en 1610 y contiene un único retrato del Rey  Taejo , fundador de la dinastía Joseon (1392-1910) pues su familia provenía de Jeonju. Hay junto a este otros seis retratos de monarcas que pertenecieron a la misma dinastía. También se exhiben un ejército en miniatura montados a caballo  y unos palanquines.


En el exterior del recinto, a lo lejos, vemos la iglesia católica. En los jardines, alrededor de los pabellones hay juegos de tiro con flecha y ropajes para disfrazarse y hacerse la foto de rigor.

Paseamos viendo los diferentes Hanok, que en su mayoría son espectaculares. En uno de ellos se encuentra la escuela confuciana donde se imparten clases del legendario filósofo.

En otra de las casas se encuentran celebrando un importante evento y ni cortos ni perezosos nos adentramos para curiosear. Al ver nuestra presencia, un señor amablemente nos acompaña a sentarnos pues de inmediato empieza la fiesta.



Se trata de una actuación de ópera pansori. A nuestra derecha se encuentra un séquito de hombres sentados y ataviados de azul con abanicos. Sale humo del escenario y parece ser que va a ser televisado.


Sale a escena una cantante ataviada con su traje típico y empieza a cantar como una especie de cante jondo donde le pone un gran sentimiento y desgarro. La actuación dura unos veinte minutos.



De repente la presentadora comenta algo al público y de inmediato nos vemos enfocados en una de las pantallas gigantes en primer plano y todos aplauden dándonos la bienvenida.



Saludamos al público. Parece ser que somos la nota exótica de la fiesta. Nos invitan a caramelos tipo nubes y otras chuches que nos ofrecen en pequeños vasitos.


Son cerca de las siete y nos vamos a cenar un Bibimbab, el plato típico de Jeonju y del país. Es una rica combinación de huevo, arroz, vegetales, carne y se come todo junto revolviéndolo en el plato. Tiene la peculiaridad de reunir los cinco colores que a su vez representan los cinco elementos (huevo/amarillo), (blanco/arroz), (verde/verdura), (rojo/carne de buey) y (negro/judías). También acompañanan otros platos adicionales como tortilla francesa con vegetales, calabacín con tomate y verduras encurtidas como el kimchi (col picante).  

Volvemos a nuestro Hanok para descansar satisfechos. Hoy ha sido un día completo lleno de emociones y de aprendizaje.





12 de octubre de 2014

COREA DEL SUR: EL FESTIVAL DE MASCARAS EN HAHOE


Fecha del viaje: Septiembre 2014
Extracto de Mi Diario de Viajes:

Llegamos a Hahoe en un taxi desde la estación de Andong. Esta bella aldea fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad por sus casas centenarias.  A dia de hoy sus habitantes preservan  las tradiciones y anualmente se celebra el Festival de Máscaras  o el Byeolsingut Mask Dance.


  

Es un poblado donde viven poco más de 200 personas,  unos 110 hombres y 112 mujeres en concreto. Hahoe se encuentra en un pequeño valle entre bellas montañas. Nos dirigimos a la oficina de Información y Turismo donde dos amables señoritas nos buscan alojamiento en una de las casas del pueblo. Las casas más antiguas son de hace más de 400 años y aún permanecen intactas debido a los cuidados de sus dueños que reciben ayudas del gobierno para restaurarlas.



Al cabo de 5 minutos nos viene a buscar el dueño de la casa donde pernoctaremos. Nos recoge las mochilas y nos dice en su escueto ingles que nos vendrá a recoger pues aprovechamos para dirigirnos hacia el lugar donde se celebra una representación de teatro con máscaras tradicionales.



Al coincidir esta semana con el "Byeolsingut Mask Dance" lo hacen en un recinto al aire libre, enmedio de una gran tarima y como telón de fondo una vista fabulosa del rio Nakdong con la montaña Buyongdae detrás. De ahí el nombre del pueblo, "Ha" significa río y "Hoe" es alrededor.


Una vez sentados en la hierba nos disponemos a pasar una velada divertida y al cabo de unos minutos empieza el espectáculo lleno de color con música y en medio de la naturaleza. Aparece un presentador en escena y seguidamente la banda de música.

Este baile de máscaras es representativo en forma de sátira de la vida social. Hay varios personajes principales: el aristócrata, la novia, el escolar, el carnicero, el monje corrupto, el borracho...
Todos se relacionan entre sí a medida que van pasando los actos . Todos los personajes son representados por hombres. Es este un espectáculo precioso que dura una hora aproximadamente y en el que facilmente nos dejamos llevar por las emociones.

Al finalizar la actuación nos espera el dueño con el coche para llevarnos a la casa que se encuentra a unos pocos kilómetros para que sepamos donde nos ubicamos. La casa es de finales del siglo XVIII, tiene unos 230 años. El dueño nos explica que el sistema de calefacción es más antiguo que el ondol pero igual de efectivo.

Por toda la casa hay abalorios de labranza y alrededor del patio hay otros de más actualidad, incluso hay vasijas de adorno que normalmente se utilizan  para guardar las judías negras y que fermentan durante para su posterior uso en preparar pastelillos y como acompañamiento.
  
El paisaje de las montañas con las tierras sembradas y las casas antiguas hace que sea un conjunto de belleza equilibrada y que apenas se ha transformado con el tiempo.



La vida parece haberse detenido, los parterres de las casas se inundan de flores exoticas y en el campo, de un color verde luminoso profundo, se siembran verduras y arroz.




Hay muchos arboles frutales. Los utensilios de labranza se ven esparcidos y tambien hay invernaderos para cultivar fruta.





Los tejados de las casas son de paja y los muros que rodean a las casas son de adobe. Por un instante da la sensacion de encontrarnos en un pequeño poblado de Africa.

Después de recorrer las calles laberínticas del pueblo, nos dirigimos al árbol sagrado, tiene unos 600 años y sus fieles le dedican una fiesta al año. La gente local y foráneos vienen a dejar su deseo escrito en un pequeño papel blanco donde posteriormente lo cuelgan en sus ramas y alrededor formando un círculo.
Nos acercamos al minúsculo restaurante qe nos recomendó el dueño de la casa para ir a cenar. Es una guesthouse y nos han cocinado pollo estofado con verduras y encurtidos. Nos colocan en una pequeña habitación solos y nos cierran las puertas. Ya sentados en el suelo nos traen agua, servilletas de papel y cubiertos. A los pocos minutos nos colocan la comida en medio de la mesa para que nos sirvamos. La mujer sonrie satisfecha al ver la cara que ponemos pues en la cazuela hay comida casi para cuatro! Delicioso !



Volvemos a nuestra casa dando un paseo por el sendero zigzagueante de las callejuelas y al llegar pedimos que nos enciendan la calefaccion pues hace un poco de frio. A la media hora la habitación se encuentra caldeada hasta el punto de que el suelo esta tan caliente que empezamos a quitarnos ropa de cama.
 
...Por la mañana salimos temprano para tomar un café pero como no hay ni un alma ni bares en el pueblo, buscamos por la zona próxima al rio y nos encontramos a una buena mujer que está montando su chiringuito donde vende bebidas y nos prepara una cafetera para nosotros.


Degustamos nuestro café contemplando el paisaje. La neblina cubre parte de las monta;as y el rio se encuentra misteriosamente bello. Siento felicidad nostálgica y paz coreana.

11 de octubre de 2014

COREA DEL SUR: EL VOLCAN ILCHULBONG Y LAS MUJERES BUZO EN LA ISLA DE JEJU

Annyeon Maseyo!
Esta es la forma de saludar en coreano y que se suele escuchar a todas horas, ya sea por la mañana, tarde o noche. Es una de las palabras que más hemos oído durante el viaje. Pero en la isla de Jeju hablan su propio dialecto, incluso se dice que los estudiosos en el tema lo consideran un propio idioma. A decir verdad, los coreanos que vienen a pasar unos días de descanso en la isla les supone un verdadero problema pues apenas lo entienden.
Después de un buen desayuno salimos desde Seogwipo, la capital del sur de la isla, para ver uno de los verdaderos "highlights" , el volcán Seongsan Ilchulbong, uno de los Patrimonios de la Humanidad en Jeju.

Se encuentra ubicado a 210 metros sobre la playa y saliendo al mar. Al cráter llegas en unos veinte minutos o una media hora sin prisas subiendo por un entramado de escaleras bastante empinadas donde uno contempla el paisaje  en distintas perspectivas de la playa y el pueblo de pescadores que se han pintado de colores pasteles.

Todo hay que decirlo, Jeju es muy tranquila en la mayor parte de la isla, pero en los sitios más turísticos se nota la presencia de los chinos ya que según nos comenta Miguel, un chico español que encontramos en el autobús y que trabaja en import-export en Shanghai, desde allí disponen de vuelo de bajo coste directo y el jaleo que se traen cuando van en grupo es para los mismos nativos una molestia, pues por lo que venimos observando estos días, los coreanos aprecian y respetan la naturaleza ya que son muy aficionados al senderismo y montañismo.

Una vez en la cima se puede ver la espectacular caldera cubierta de un manto verde de césped pues la tierra volcánica porosa hace que sea imposible la acumulación de agua en su cima.
Pero lo más interesante de esta excursión se ubica en una pequeña playa justo al lado en la parte oeste del volcán y en donde un reducido grupo de mujeres buzo "haenyeo" pescan a pleno pulmón sumergiéndose a bastantes metros donde se les puede ver fácilmente en faena. Después se puede degustar lo recién pescado. Estas mujeres trabajan en forma de cooperativa y allí mismo a pie de playa disponen de un pequeño chiringuito donde te preparan el pulpo, las ostras, moluscos, algas y otras "delicatessen" para el paladar, eso si en crudo pero con diferentes salsas de acompañamiento y algún encurtido. 
Lo sorprendente es que algunas de las mujeres"haenyeo" son sexagenarias y parece imposible que aún puedan continuar realizando este duro trabajo. Se sumerjen sin bombonas hasta dos minutos o más. Antes de entrar en el agua dedican una canción con coreografía incluida para los allí presentes.


Seguidamente empieza el show donde se preparan con sus gafas, boyas, trajes de neopreno muy rudimentarios y las aletas pero a los pocos minutos empiezan a sacar y enseñar en sus redes lo que han pescado. 
  

Antiguamente eran los hombres que pescaban pero al marchar a la guerra tuvieron que hacerlo las mujeres y la tradición se mantiene hasta el día de hoy, incluso hay una escuela para las mujeres que desean iniciarse en esta dura profesión.
Todo un placer y una experiencia poderlas ver en su trabajo cotidiano...