25 de octubre de 2014

COREA DEL SUR: LAS CASAS HANOK DE JEONJU


Al llegar a Jeonju preguntamos en Información y Turismo donde se encuentra el alojamiento que habíamos reservado, así que unas señoras muy amables nos llaman a la pensión y nos explican cómo llegar. Nos dan un mapa y llegamos en cinco minutos.


Hoy hace un día precioso y el pueblo está a rebosar de coreanos. Y no me extraña porque en este pequeño casco antiguo se encuentran más de 100 casas antiguas Hanok reconvertidas la mayoría en casas de hospedaje, restaurantes y tiendas, así como museos, galerías de arte y casas particulares.


Varias mujeres van engalanadas con los trajes típicos y se dejan fotografiar exhibiendo orgullosas sus galas.



Hay muchos puestos de comida en todo Jeonju, esto parece una gran fiesta!


Nos dirigimos a Gyeonggieon, este palacio museo oficialmente construido en 1410, fue reconstruido en 1610 y contiene un único retrato del Rey  Taejo , fundador de la dinastía Joseon (1392-1910) pues su familia provenía de Jeonju. Hay junto a este otros seis retratos de monarcas que pertenecieron a la misma dinastía. También se exhiben un ejército en miniatura montados a caballo  y unos palanquines.


En el exterior del recinto, a lo lejos, vemos la iglesia católica. En los jardines, alrededor de los pabellones hay juegos de tiro con flecha y ropajes para disfrazarse y hacerse la foto de rigor.

Paseamos viendo los diferentes Hanok, que en su mayoría son espectaculares. En uno de ellos se encuentra la escuela confuciana donde se imparten clases del legendario filósofo.

En otra de las casas se encuentran celebrando un importante evento y ni cortos ni perezosos nos adentramos para curiosear. Al ver nuestra presencia, un señor amablemente nos acompaña a sentarnos pues de inmediato empieza la fiesta.



Se trata de una actuación de ópera pansori. A nuestra derecha se encuentra un séquito de hombres sentados y ataviados de azul con abanicos. Sale humo del escenario y parece ser que va a ser televisado.


Sale a escena una cantante ataviada con su traje típico y empieza a cantar como una especie de cante jondo donde le pone un gran sentimiento y desgarro. La actuación dura unos veinte minutos.



De repente la presentadora comenta algo al público y de inmediato nos vemos enfocados en una de las pantallas gigantes en primer plano y todos aplauden dándonos la bienvenida.



Saludamos al público. Parece ser que somos la nota exótica de la fiesta. Nos invitan a caramelos tipo nubes y otras chuches que nos ofrecen en pequeños vasitos.


Son cerca de las siete y nos vamos a cenar un Bibimbab, el plato típico de Jeonju y del país. Es una rica combinación de huevo, arroz, vegetales, carne y se come todo junto revolviéndolo en el plato. Tiene la peculiaridad de reunir los cinco colores que a su vez representan los cinco elementos (huevo/amarillo), (blanco/arroz), (verde/verdura), (rojo/carne de buey) y (negro/judías). También acompañanan otros platos adicionales como tortilla francesa con vegetales, calabacín con tomate y verduras encurtidas como el kimchi (col picante).  

Volvemos a nuestro Hanok para descansar satisfechos. Hoy ha sido un día completo lleno de emociones y de aprendizaje.





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