21 de septiembre de 1997

BRASIL : UNA "GUANCHA" EN PARANAGUÁ

 

Paranaguá es una pequeña ciudad de pescadores que se ha hecho inmensa pero guarda algo de su estructura original.



Los edificios siguen un proceso de restauración pintados con alegres colores punto la parte más llamativa es la que da el embarcadero punto aquí mismo encontramos un restaurante pues ha sido un día de viaje intenso y divertido a la vez.

Al volver con el ferry a Paranaguá nos quedamos a comer en el Hostal Bellavista después de dar una vuelta por alrededores.

Ahí es donde empezó la fiesta; nada más entrar nos invitaron a cerveza unos representantes de Sao Paulo y cerveza tras cerveza, me sacaron a bailar ya que ese último día había música en directo en el local pues estaban tocando “guanchas”.

Así que la fiesta se alargó durante más de 3 horas. Ya nos íbamos a ir y uno de los ejecutivos me sacó a bailar, aunque teníamos que marcharnos pero habíamos comido genial y lo pasamos tan bien…

Al ver lo tarde que era salimos con un montón de cervezas en el cuerpo. Íbamos algo beodos hacia la estacióla puesta salía un tren hacia Curitiba.

En el tren conocimos a un chico alemán que estuvo en la Pousadinha en Ilha do Mel y nos comentó que llevaba casi 4 meses fuera de su ciudad natal, Frankfurt.

Había estado con un amigo dando vueltas por Brasil y ahora llevaba casi dos meses viajando solo.

De repente oscureció y se puso a llover. Y es que estábamos en plena época de lluvias…


20 de septiembre de 1997

BRASIL : UN PEQUEÑO PARAÍSO LLAMADO ILHA DO MEL

 

Ilha do Mel es una reserva ecológica donde podemos descansar, visitar la isla y dar largos paseos por la playa.



Es un lugar único fuera de los tópicos de Brasil y se asemeja más a una isla de Irlanda con faros, bonitos acantilados y playas enormes donde puedes disfrutar del baño y de la soledad, contemplando las gaviotas.

Desde el fuerte se divisa toda la costa de la isla. Después de buscar pousadas por fin encontramos una que nos gustaba. Se encontraba ubicada en el mismo centro.



Aquí era temporada baja y la mayor parte de alojamientos y restaurantes se encuentran cerrados, punto así que estamos muy tranquilos.

Aprovechamos para ir a la playa y aunque el agua está bastante fría (es el Atlántico y las olas tiene mucha fuerza) nos dimos un baño.

El sol sale a ratos, a veces es tibio y la temperatura suave. Por la noche refresca. Al ser el hemisferio sur aquí hace más frío que en el norte de Brasil. Mañana iremos de excursión para visitar un fuerte que hay al otro extremo de la isla…

Los desayunos en todo el viaje vienen siendo muy completos y es el momento que más disfruto de las comidas.

Al día siguiente salimos hacia Fortaleza aunque el día no acompañaba demasiado, incluso tuvimos que dormir esta noche pasada con manta.

Atravesamos una inmensa playa para visitar el fuerte ya que no hay un camino interior. Al llegar subimos hasta el mirador para ver la playa de la fortaleza. Por la tarde volvimos hacia Brasilia la capital de Ilha do Mel, donde nos alojamos.



Habían dos vistas preciosas que se divisaban: Praia do Farol que es donde van los surfistas y Praia Grande que parece la playa del Planeta de los Simios donde hemos podido practicar nudismo, tomar el sol y bañarnos.




Al final de de la playa había unas gigantescas rocas que daba a otra playa pero el acceso difícil así que mañana lo intentaremos…

…Un día más y tampoco hace buen día pero estamos disfrutando de nuestra isla perdida en el Atlántico, nos sentimos dos salvajes pues apenas hay gente y las playas están vacías.

Por la tarde volvimos a Praia do Farol para ver a los surfistas jugar con las olas. Son rubios de ojos azules y vienen a pasar el fin de semana . Se pasan todo el día con sus trajes de neopreno en el agua y algunos vuelven a la noche a sus casas o se quedan en las pousadas que hay en la isla.

Parecen de origen alemán y es que hace muchos años vino una colonia de alemanes a vivir al sur de Brasil.

La gente local de la isla es muy humilde pero disponen de lo imprescindible. Los niños van al colegio con barcas que les llevan hasta Paranaguá y luego en autobús.




Así que el escaso turismo que encontramos en la isla es de Brasil, te hablan en su propio idioma creyendo que tú también lo eres.

Mañana iremos a Encantada… otra parte de la isla. Estuvo lloviendo toda la noche y creía que saldría el sol pero no una vez más sigue lloviendo y todo está muy gris pero la tranquilidad de la isla me hace sentir bien estoy feliz, en paz conmigo misma. De todas formas reconocemos que nos hemos equivocado al venir en esta época a Brasil.

Francisco es mi compañero ideal, él hace que me sienta bien llueva o truene, tomando las cosas con más calma. Estuvimos leyendo en las hamacas del porche de la habitación escuchando la lluvia.




Nuestra cabaña era de madera en medio de un jardín lleno de plantas tropicales. Aquí el tiempo se para: puedes pensar, meditar pues a veces no reflexionamos, vamos con prisas.

En el fondo sigo esperando que salga el sol. Por la noche escuchamos el sonido de los pájaros, los grillos y demás ruidos nocturnos de la naturaleza.

Esto os hacen recordar que en Barcelona lo echamos tanto en falta ...


16 de septiembre de 1997

BRASIL : LLEGADA A RÍO DE JANEIRO

 

Hoy llegamos a Río de Janeiro. Dicen que es una de las ciudades más bonitas De Brasil. Si que se aprecia una ciudad bella y rebosante de vida con la alegría de sus gentes que te contagia. 



En la playa de Copacabana nos alojamos en uno de sus hoteles.Es quizás la parte más moderna de la ciudad pero sus rascacielos tienen un aire decadente de los años 70.

Nos dirigimos hacia la playa, una de las más famosas del mundo. El paseo marítimo es precioso, te permite dar largos paseos desde una punta a otra. 

Aquí, los habitantes disfrutan a tope que la playa y el deporte. Hay incluso máquinas de fitness y aparatos de gimnasia para ejercitar el culto al cuerpo. 

Nos bañamos en la playa que tiene unas olas potentes. Vamos sólo con la toalla porque hemos leído y nos han advertido que es peligroso llevar objetos dpotentesa la playa. Nos damos un baño refrescante pero las olas tienen mucha fuerza. 

Unos chavales se ponen justo a mi lado casi tocando piel con piel por lo que me agobia un poco pero parece ser que aquí el contacto físico es costumbre.

Tras un rato tomando el sol y disfrutar de las olas del mar se puso de repente el cielo oscuro y desde entonces no paró de llover.

Volvimos corriendo al hotel y por la noche nos fuimos a cenar a un restaurante buffet de “ a kilo” donde te pesan la carne y te la cocinan y es bastante barato. Nos vamos pronto a dormir pues mañana visitaremos el Concorvado y Pan de Azúcar.

¡Nuestro gozo en un pozo! Empiezo a sentirme gafe en esta ciudad. Apenas pudimos ver el Corcovado y ya no pudimos ir al Pan de Azúcar. No ha parado de llover en todo el día y al subir en el funicular que nos llevaba hasta la cima del Cristo Redentor no pudimos ver ni los brazos que miden 27 m de ancho debido a estar cubierto en su totalidad de niebla. Sólo pudimos ver la punta de los pies.

En vista del éxito por la tarde desistimos en subir al pan de azúcar ya que el tiempo empeoraba. En resumen mala suerte pued ni hemos podido hacer fotos por dejar la cámara en el hotel por seguridad. Pero Río parece ser una ciudad como cualquier otra si se toman precauciones. 

Lo más divertido de Río es ver las “garotas” con sus minúsculos bikinis dejando ver sus hermosos cuerpos. Francisco quedaba anonadado al ver tanta muchacha bonita jugando con las olas a la orilla del mar y luciendo esos glúteos perfectos. Yo también me alegraba la vista de ver a hombres marcando sus músculos en minúsculos bañadores. La playa es la vida de Río.

Volvemos hacia el Paseo Marítimo. La gente hace footing, va en bicicleta o camina desde Botafogo hasta Barra de Tijuca. En el lado negativo a destacar las “favelas” o chabolas que aparecen tras las montañas, medio escondidas detrás de los rascacielos. 

Los mendigos se acercan a los hoteles a pedir limosna pero la policía local los controla y no les dejan estar. No les dejan que merodeen por la zona turística para que no veamos la miseria y para que no molesten al turista. No todo es tan bonito como parece ni mucho menos punto.

Cuando existe tanta pobreza hay algo que no funciona bien…

Dado que nos hemos pasado dos días enteros con lluvia, mañana salimos hacia el aeropuerto rumbo a Ilha do Mel, al sur del país.