21 de mayo de 2024

BIELORRUSIA: GRODNO, UNA CIUDAD DE CONTRASTES


Llegamos con la marshrutka a la estación de autobuses de Grodno (al oeste del país) por una carretera flanqueada de pinos y  paisajes de verdes praderas.



A escasos metros se encontraba el Hotel Slavia en el centro de la ciudad e iniciamos un bonito recorrido por el casco antiguo aprovechando el buen día que hacía. 



Era domingo y la gente paseaba contenta por la calle principal de Sovetskaya de casas del siglo XIX  restauradas y pintadas en colores alegres.



Junto a la plaza se eregía la monumental catedral blanca de San Francisco Javier con cúpulas azules. Como  hacían  misa y se encontraba a rebosar, nos quedamos en la entrada observando tras el cristal.



En la misma plaza Sovetskaya había la Casa de Cultura con solemnes columnas blancas y varios cafés. 



Nos dirigimos hacia el río Nemen y de repente se puso a llover, así que entramos en un café con pabellones de madera y vistas al río donde tomamos cerveza local y un té para reconfortarnos. 



Ya era más de las  nueve de la noche y aún no se había puesto el sol. El café estaba animado y sonaba buena música.



Al día siguiente volvimos hacia el río pasando por la Catedral y el Monasterio Bernardino. 



Bajamos la pequeña colina y justo en el cruce había un pedestal soportando un tanque T-27.  



Cruzamos para ver el  impresionante edificio estalinista del Teatro de Arte Dramático de 1954. Delante había una escultura de Pegasus. 



Siguiendo la colina de los miradores del rio llegamos hasta el Castillo Nuevo, reconstruido por los soviéticos  y que fue sede del Partido Comunista.



Hoy alberga un museo con armas antiguas y animales disecados.



Seguimos hasta el Castillo Viejo accediendo por un puente de madera pero se encontraba cerrado. A la derecha se veía la torre de vigilancia de la Estación de Bomberos y justo a las 12 en punto salía un bombero tocando la trompeta en lo alto.



Seguimos bajando hacia el río y en un desvío a unos 300 metros subimos por una escalera de piedra hacia la Iglesia de Boris y Glev, o también llamada Kalozha.



Es la más antigua de la ciudad construída en piedra y bonitos mosaicos de cruces decoraban su fachada exterior. Entramos y vimos lindos iconos. Es un lugar donde se respiraba paz interior y encendimos unas velitas en honor a nuestros familiares ya fallecidos.



Subiendo el Parque Kolozhsky llegamos hasta una estela que homenajeaba la fundación de la ciudad de Grodno en 1978 por los 850 años. Hay dos estatuas de 6 metros en cada lado, representan el valor del guerrero y la hospitalidad de la mujer.



Pasamos por la  Vieja Sinagoga y volvimos hacia la  calle Sovetskaya donde paramos en el Café Raskosha de 1795 y tomamos unos cafés.



Por la tarde descansamos un poco y continuamos el trayecto hacia el otro lado de la ciudad, en la Plaza Lenin con una escultura del homónimo.

 


De aquí nos fuimos hacia el Parque Gillibert rodeado de flores. En el centro nos topamos con una escultura del soldado desconocido con una llama encendida.



Paseamos por el puente y de aquí nos fuimos hacia la Catedral Ortodoxa de San Basilio pintada en color rosado y una pequeña capilla detrás.



Justo enfrente había un mural de granito de la era soviética llamado Ciencia donde se veía a una mujer en el centro rodeada de varios hombres entre ellos un físico, un matemático y un astronauta. Grodno nos ha sorprendido por su belleza y su mezcla de vestigios centroeuropeos y soviéticos.



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