Nos dirigimos hacia la ciudad de Bender
(o Tighina), que se encuentra ubicada en la zona sur del territorio moldavo
pero es controlado bajo la región
separatista de Transnistria, un estado de reconocimiento limitado, surgido tras
el conflicto postsoviético.
Nos acercamos primero a la Fortaleza de Bender que se encuentra en medio del campo, en una gran explanada junto al río Dniester. En su entrada nos acompaña una guía local para informarnos sobre la historia del castillo y nos habla del famoso barón Munchausen donde pasó 4 años de su vida.
Hay un pequeño museo donde explica la guerra que hubo entre rusos y turcos en el período otomano.
Alrededor del gran patio hay cañones decorativos.
En una de las calles principales
se encuentra el cine que es digno de ver. El salón principal es circular de
estilo soviético, con grandes ventanales y una preciosa lámpara de cristal en
el medio con asientos bajos alrededor. El suelo brilla y hay dos mujeres
vigilando la sala. Afuera se exhiben carteles de las películas programadas,
todas ellas muy comerciales.
Enfrente mismo se encuentra un parque con un busto de Lenin, Hacemos algunas fotografías. A los pocos minutos de subir al coche, de camino hacia la capital, Tiraspol, nos para la policía para pedirnos los papeles. Es un simple control y nos dejan marchar siguiendo nuestra ruta.
La llegada a Tiraspol que se encuentra a 12km de Bender, se ha hecho esperar. La capital se encuentra llena de edificios que fueron construidos por los militares rusos y que ahora son ocupados por gente de pocos recursos.
Pasamos delante del Palacio Presidencial con la escultura de Lenin en lo alto. Nicolai me comenta que puedo hacer fotografías pero desde la distancia para no llamar la atención.
Justo enfrente nos encontramos con un panel donde se enumeran todas las personas que lucharon contra los moldavos por la liberación en marzo de 1992. También hay una placa conmemorativa de los que lucharon en la guerra de Afganistán.
Hacia la derecha vemos el Memorial junto con la llama encendida en honor al soldado desconocido y a los que fallecieron entres los años 1990 y 1992.
Es una sensación extraña pues uno se encuentra un poco perdido en el tiempo, con una fuerte influencia soviética, como en medio de la nada. Muy recomendable que todo viajero debería conocer.
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