15 de marzo de 2025

CHINA : CANTÓN, LA CAPITAL DEL SUR

 

Desde Macao fuimos con un autobús a la estación de trenes de Zuhai, donde se encontraba la frontera con China y Hong Kong. Desde Zuhai había conexión con un tren de alta velocidad que en una hora y veinte minutos nos dejó en la ciudad de Guangzhou.



Una vez alojados, salimos del Gran Hotel (se encontraba muy cerca del transporte público en la zona este de la ciudad) y cogimos el metro hasta la parada de Canton Opera.



El edificio de la ópera era una masa gigantesca de cemento. Entramos directo al edificio descomunal, diseñado por la arquitecta iraní Zaha Hadid, es una obra sorprendente, concebida como dos rocas lavadas por el río de Las Perlas.



Se tardó más de 5 años en terminarla y actualmente es donde se representan muchas obras de la tradicional ópera cantonesa, considerada Patrimonio Inmaterial de la Unesco.



Después nos fuimos a cenar y degustamos la gastronomía cantonesa.




Al día siguiente fuimos hacia el Museo de Guangdong, otro edificio espectacular de primer nivel, conteniendo 166000 artículos que incluían pinturas, caligrafías, cerámica, tallas en madera y piedras preciosas. 



Tiene una superficie de 67000 m2 y el diseño de su edificio se asemeja a un joyero, curioso, nunca más acertado pues los objetos que se exhiben aquí eran auténticas joyas.




Había 5 plantas pero lo que más nos gustó fueron las cerámicas, las tallas de madera y los relojes antiguos. La entrada era gratuita.




Desde aquí nos fuimos hacia el metro para ir a la parada de Canton Tower. Valía la pena utilizar la tarjeta de 24 horas por 20 renminbis, unos €3.



Una vez llegamos a la Canton Tower, el edificio más famoso de Guangzhou, compramos entrada para subir a 433 metros de altura. Aunque no acompañaba el tiempo por la niebla, quisimos visitarla.



No nos dejaron subir más pues queríamos coger una de las 16 cestas que volaban alrededor de la torre a 450 m de altura pero no pudo ser por el mal tiempo. La torre de telecomunicaciones de Cantón es la segunda torre más alta del mundo, después de la de Tokio.



Arriba se veía con neblina pero a veces se dejaba ver el río de Las Perlas junto a los jardines y el puente que había debajo.



Desde aquí cogimos de nuevo el metro hasta Gongyuanqian. Bajamos y nos dirigimos con ayuda de la gente al Templo del gran Buda, también conocido como Templo Dafo. 



Situado en medio del vibrante centro de Guangzhou, el templo era un conjunto de edificios y ofrecía un refugio tranquilo dentro del mundanal ruido.



Situado en la calle peatonal de Beijing Road, en el distrito de Yuexiu, este templo tiene sus orígenes en la dinastía Hang del sur (917-971 D.C). Se reconstruyó en 1663, armonizando los estilos arquitectónicos imperiales y locales de Lignan.



Contenía tres monumentales estatuas de Buda de bronce. A pesar de sus múltiples renovaciones, se erige como un digno testigo del pasado de Guangzhou. La gente rezaba, donaba ofrendas y compraba incienso, dentro de un ambiente relajado.



El paisaje urbano exterior contrastaba con el tranquilo santuario interior. Destacaba el salón principal que albergaba una espectacular estatua gigante de Buda, el salón de las deidades guardianas, el salón de los 500 Arhats (cuando uno alcanza el estado de nirvana) que exhibía estatuas realistas de 300 arthats…



También estaba la biblioteca, el jardín con árboles decorados de lamparitas rojas y sobre todo un panel gigante decorado en alabastro de distintos colores y otras piedras semipreciosas con diferentes deidades, formando un mural en armonía. 




Paseamos por el barrio y vimos varias calles interesantes donde habían las antiguas academias de la dinastía Qing.




Encontramos en una tetería antigua un jardín donde había un pequeño lago al que llamaban “Site of the islet of immortality pills”. 



Había un panel donde explicaba la historia del lago. Liuyang, en el año 919, el emperador del Estado de Nanhang, ordenó cortar un lago de 1600 metros de largo y en medio del mismo ordenó a los trabajadores apilar un islote con tierra y piedras, dónde los taoístas se dedicaban a hacer píldoras de la inmortalidad.



En el jardín real había impresionantes formaciones de piedra, por lo que también se le llama el jardín de 9 estrellas. El lugar está catalogado como una de las reliquias culturales de la provincia de Guangdong. 



Nos sorprendió ver a la gente joven vestida de Manga como en Japón. Eran la mayoría estudiantes. No creía que en China estuvieran tan al día en ese aspecto. 



Nos fuimos contentos de Guangzhou y del viaje que habíamos hecho por todos los territorios del Lejano Oriente, contrastando distintos lugares de un mundo lejano a nuestra cultura pero cada vez más cercano.

13 de marzo de 2025

MACAO : LA CHINA PORTUGUESA

Cogimos un ferry que nos llevaba de Hong Kong a Macao. Era un turbo-jet que te trasladaba en una hora y diez minutos. Desde el puerto, un autobús el número 3, nos dejaba en el centro, cerca del hotel.



Macao es una región autónoma de la costa sur de la China continental. Fue un territorio portugués durante 450 años hasta 1999 y tiene una mezcla de influencias culturales.




Nos alojamos en el Metropole. Después de hacer el check-in nos fuimos a dar un paseo por la ciudad y caminando por su calle principal vimos que estaba plagada de joyerías.



En el centro histórico se encontraba la plaza Largo do Senao, con edificios emblemáticos alrededor destacando la Casa de la Misericordia, de color blanco.



Bajando el largo, en una esquina nos encontramos la iglesia de Santo Domingo, una bella fachada de color amarillo, típica de una iglesia portuguesa del siglo XV.



Seguimos subiendo entre el bullicio de la gente en dirección a las ruinas de Sao Paulo. Los vendedores nos iban ofreciendo todo tipo de comida, dulces, cortezas de cerdo lacado como fiambre... etcétera. 




Una vez llegamos a las escaleras de la iglesia de Sao Paulo, que a un lado estaba ajardinado, el jaleo era mayor.

 



Todo el mundo se hacía fotos delante de la imponente fachada que era lo único que quedaba de la antigua iglesia. Al otro lado se veía la ciudad moderna.



Detrás de su fachada se ubicaba el Museo de Arte Sacro y visitamos su cripta. 



Desde una parte de la muralla nos acercamos al pequeño templo Nat Cha. Aquí ya se respiraba tranquilidad.




Siguiendo la muralla, bajamos por una calle de flores donde todos se paraban para hacerse fotografías.  



Visitamos un Centro Cultural, era la Cinacoteca, donde exhibían películas filmadas en Macao. 




Nos perdimos por sus calles estrechas y encontramos unas casas de colores, tiendas de antigüedades y otras tipo hipster. 



La calle Erbolarios estaba decorada con bolas transparentes y aparecía enmarcada la entrada y salida de la misma. 




Bajando hacia el Largo, fuimos a buscar la mansión Lou Kao, de finales del siglo XIX, bellamente decorada aunque su fachada era bastante austera. En su interior había mobiliario antiguo y estaba decorado con plantas y flores. 




En muchas de las calles del centro de la parte histórica sus muros se decoraban con mosaicos azules y el pavimento era de empedrado en blanco y negro como en Lisboa.



Entramos en la Sé, la catedral. Vimos su interior y nos fuimos a cenar al restaurante "Galo” disfrutamos de la gastronomía portuguesa aunque fuera caro, pero nos dimos el gusto.



Tomamos un bacalhau á Brás, un plato típico y por la noche nos fuimos al Gran Casino Lisboa. 




Se encontraba dividido entre dos edificios: uno antiguo con forma de globo y el otro justo al lado se el edificio dorado más visible de la ciudad. 




Fuimos a los dos y alucinamos con la cantidad de gente que vimos jugando y estaba prohibido hacer fotografías.



El interior era de lujo, alfombras, mármoles en algunos pavimentos, granito, cerámicas, baldosas de colores, lámparas de cristal... 



No me pude resistir e hice algunas fotos prohibidas. El negocio del juego en Macao es siete veces mayor que el de Las Vegas.



En una de las islas adyacentes a Macao, en concreto la isla de Taipa, había más casinos descomunales con temática de lugares emblemáticos como la torre Eiffel, la ciudad de Venecia con góndolas donde podías dar un paseo. No fuimos por falta de tiempo aunque tampoco nos entusiasmaba el ir a verlo.



Chinos y otros extranjeros vienen a diario en masa a jugar su dinero. Nos resultó abrumador y estúpido la forma de perder dinero. En el resto de China no está permitido el juego a esa escala.