Después de casi cinco meses de ausencia en el mundo de la blogosfera, vuelvo de nuevo con energías renovadas para seguir escribiendo y poder compartir con vosotros los últimos lugares visitados.Un abrazo a todos.
Fecha del viaje: Mayo 2011
Extracto de Mi Diario de Viajes:
Los últimos cuarenta kilómetros que faltan para llegar
desde Armenia a nuestro destino es un paso de montaña con curvas interminables.
Podríamos traducir Nagorno Karabakh como
“jardín montañoso”.De hecho, el paisaje se asemeja más bien a Suiza pues sus montañas
están cubiertas con un manto de color verde profundo.
Llegamos a la frontera y nos piden los pasaportes para
pagar por el visado y sellarnos la entrada. La garita es un simple vagón de
tren abandonado. Pagamos y seguimos nuestro rumbo hacia la capital,
Stepanekert.
Una vez alojados en el centro vamos a visitar el Museo
Estatal de Artsakh, donde una guía nos explica en inglés todo lo acontecido en
la guerra pero desde un solo punto de vista y donde no aparece ni una solo
fotografía de mezquitas ni de la cultura azerí.
El presidente de Nagorno Karabakh, Bako Shakayan, ganó las
elecciones en 2007 pero todas los temas económicos son llevados desde Armenia.
Y me entran las dudas y me cuestiono ¿cómo una región de 150.000 personas
pretende hacerse independiente?
Nos vamos hacia la fortaleza de Askerán, del que queda tan
sólo un largo muro de 14km con alguna de sus torres de vigilancia. Me siento en
una de las torres, contemplando las vistas e intentando imaginar subida en ella, como si de un testigo mudo se
tratara, el conflicto del pasado pero que sigue aún muy vigente.
A 40
kilómetros de Stepanekert, al oeste, se encuentra el
Monasterio de Gandzasar, que data del siglo XIII. Este monasterio se ubica en
un precioso cañón con un cementerio mirando a las montañas. Es la estructura
más importante que queda de Nagorno Karabakh. En su interior contiene numerosas
inscripciones y katchkars, las bellas y místicas cruces de piedra.
Paseamos por el cementerio y en sus tumbas podemos ver las
fotografías insertadas en la piedra de cada nicho, incluso de cuerpo entero,
típico de casi todas las poblaciones del Caúcaso. Este es un lugar precioso
para el descanso eterno.
Después de hacer una parada en Vank para comer en un
restaurante en medio de la naturaleza, visitamos el mercado de Stepanekert. Hay gran variedad de frutas,
verduras, y algunas delicatessen locales, un mercado humilde donde la gente es
muy agradecida al comprarles frutos secos y vodka. Pienso en ellos imaginando
el calvario que habrán vivido hace escasos años. Se pone a llover de repente de
forma salvaje, como las montañas que nos rodean y por las que escapaban los
azerís cuando la guerra. Nos refugiamos en la sección de ropa y zapatos que
parecen de los años 70.
Emprendemos camino hacia Sushi, o Shusha en azerí, la
ciudad donde hubo la mayor masacre destruyendo todas las mezquitas. Pregunto y exijo
educadamente que queremos visitar las ruinas de las dos o tres mezquitas,
sabemos que hay algunas aún en pie a pesar del lamentable estado porque es el
único legado musulmán que existe cuando los azerís convivían con armenios en
estas tierras en armonía y paz. Aunque es peligroso por el estado ruinoso en el
que se encuentran, allá que nos vamos corriendo entre la lluvia y la neblina
para ver lo poco que queda de ellas entre restos de tanques y edificios
ruinosos. Es un momento breve pero muy emocionante y único.
Por último visitamos una iglesia de aspecto nuevo e
impoluto. Su interior apenas tiene interés pero me llama poderosamente la atención
el ver un fresco con una imagen colgada de un santo protegiendo en su mano
derecha un icono de la virgen y en su
mano izquierda lleva un puñal. Pregunto a la guía que nos acompaña en
el viaje que significa ese simbolismo a lo que no sabe darme respuesta, se queda en blanco sintiendo cierta verguenza.
Esta noche compartimos la cena con el grupo que nos
acompaña (un iraní de origen armenio y su esposa, una inglesa, un ruso de
origen turco y su pareja un armenio de origen azerí, un suizo despistado y
nosotros dos). Es este un interesante cocktail de nacionalidades donde nos
encontramos todos en buena armonía y en el que cada uno expone su punto de vista…parece que entre todos intentamos arreglar el mundo…a
base de vodka y frutos secos tras la cena.
Es un reportaje de una zona olvidada, que ha padecido un guerra cruel, de la que tu cámara es fiel testigo. Me encanta que sigas abriendo los ojos de las duras realidades del mundo a tus lectores adeptos, entre los que me encuentro y me felciito de serlo. Aunque te escriba de anónimo, sabes muy bien el Buggs que soy.
ResponderEliminarMagistral, como todos tus posts. Enhorabuena. Saludos cordiales desde Sevilla.
ResponderEliminarQue bien poder volver a encontrarme con tus entradas, tus fantásticas fotografías y descripciones.
ResponderEliminarBesos Merche
Merche. Nos hemos alegrado mucho que vuelvas a la blogosfera a mostrarnos estos lugares tan interesantes que visitas, con tus magníficas fotos y bellos relatos.
ResponderEliminarSaludos.
Me alegra volver a tu blog, ando con poco tiempo por temas laborales, y este espacio siempre me relaja, además de conocer lugares de una belleza increíble. Otro gran viaje, te felicito por ello y las fotografías que nos traes.
ResponderEliminarFuerte abrazo Merche
En primer lugar bienvenida de nuevo a mundo de los viajes contados, Merche. Es un placer volver a tenerte entre nosotros. Veo que no has perdido el tiempo, menudos lugares nos traes. No tenía ni idea de la existencia de este lugar pero estoy viendo que es muy interesante.
ResponderEliminarNos vamos leyendo.
Saludos
Hola Merche! Una vez más te doy la 'Bienvenida a la blogosfera', sabes que siempre es un placer leerte... qué curioso todo lo que comentas, no tenía ni idea de la existencia de ésta 'república' y claro, es una zona creo que en general no muy conocida por el viajero...
ResponderEliminar¡Un saludo grande y que las musas de la 'inspiración' siempre te acompañen, JE!
Hola Merche!
ResponderEliminarBienvenida!! Iba a decir que la espera ha merecido la pena, pero no, no. Cinco meses es una espera demasiado larga!
Siempre con lugares diferentes, casi desconocidos, magnífico.
Un gran abrazo!
Hola viajera!
ResponderEliminarMe alegro de que estes de vuelta.
No conocía nada de esta republica que nos presentas, es un reportaje muy interesante.
Besos
Que lejos me queda,con lo poco que viajo yo.
ResponderEliminarGracias por poner tan mágicos lugares. Sime fijo un poco en su aquitectura, casi se me parece a la de México, hasta su paisaje.
Hola Merche, bienvenida. he entrado en tu página durante este tiempo por si había algún fallo, pero no. NK salió tristemente en los telediarios durante un tiempo, luego se convirtió en un conflicto olvidado. Bonitas e ilustrativas las imágenes. Saludos.
ResponderEliminarQué bien que hayas vuelto, echábamos de menos tus crónicas. Qué sitio más interesante, me recuerda la Ucrania más profunda que visité hace un par de años.
ResponderEliminarSaludos viajeros y buen año 2012.
Vuelvo por aquí para felicitarte las fiestas, desearte lo mejor en 2012 y que te traiga buenos viajes y mejores momentos fotográficos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo