Alojados en el Hostal Pakay de
Tena nos fuimos a la agencia Raft Amazonia para contratar las excursiones durante los dos próximos días y navegar por el río Napo junto con otras actividades. Al mediodía nos
fuimos a visitar el Parque de la Isla y bañarnos en la Laguna Azul.
El Parque de la Isla se visitaba con un guía que nos acompañaba haciendo un recorrido a través de un sendero y con machete en mano nos iba explicando el tipo de plantas de la Amazonia.
Cada árbol o planta tenía un uso
medicinal, por ejemplo la sangre de árbol era un tipo de mercromina, la pata de
vaca era una hoja en forma de pezuña y servía para bajar el colesterol e hipertensión,
una hoja con olor a canela, el fruto del cacao, las hojas donde beben los
colibríes porque en sus agujeros almacenaban agua, una ceibá de 200 años y así
sucesivamente.
Después nos fuimos con un taxi a la Laguna Azul aunque estaba empezando a llover fuerte quisimos verlas. Lo llevaba una comunidad kichwa que protege la zona de la laguna y donde tenían puestos de comida y bebida.
Era un balneario natural, el Waysa Yacu dentro del río Jatún Yacu. Había varias piscinas naturales en un entorno salvaje. Era un lugar de recreo para los ecuatorianos de fin de semana. Como empezaba a llover fuertemente nos refugiamos en uno de los miradores a esperar que aflojara la lluvia.
Las corrientes eran peligrosas y las aguas estaban revueltas así que cuando dejó de llover paseamos por el entorno y nos quedamos a comer la tilapia típica con yuca y guayusa, una bebida fresca de hojas naturales de la amazonia es lo que los indígenas nos recomendaron.
Al día siguiente nos fuimos con José, el guía kichwa que nos acompañaría durante la jornada. Llegando a Puerto Humano tomamos la canoa con motor y recorrimos un largo trayecto hasta llegar al Centro de Rescate de Animales Amazónico.
Era un centro que funcionaba desde hace 30 años y que funciona a base de donaciones pues no reciben ninguna subvención del gobierno. Había voluntarios que trabajaban durante dos meses.
Vimos monos, tortugas, cotorras, loros,
tapires, tucanes y una boa pues vivían en el centro de la que un 50% se liberan
y los otros no ya que proceden del comercio ilegal y no se adaptarían a la
selva. Cada animal llevaba una triste historia detrás.
Seguimos con la canoa a través del río Napo y nos paramos a ver una ceibá de 8oo años. Seguimos el trayecto para hacer tubing y finalmente llegamos a la isla Caimán donde visitamos una comunidad Kichwa y aquí nos enseñaron el proceso del tostado del cacao y su elaboración mezclado de infusión de limón y canela después del molido acompañándolo con fresas y plátano.
Después elaboraron la chicha con yuca fermentada y nos dejaron jugar con las cerbatanas para disparar a un buho de madera y tocamos los tambores que iban forrados de piel de mono. Nos acompañaba una chica de Madrid muy maja.
Para finalizar fuimos a ver la laguna de los caimanes que aparecieron enseguida cuando José les lanzaba carne. Una vez finalizada la excursión volvimos a Puerto Humano a comer y regresar hacia Tena.
Eso de practicar con la cerbatana parece que puede resultar muy útil.
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