Hoy fuimos en minibús (salía desde el centro de Roseau) hacia el sur de la isla, en la bahía de Soufrière.
El minibús estaba casi vacío pero solo en 15 minutos se llenó y nos pusimos en marcha. Pasamos bordeando la costa hasta llegar a Scott’ Head Marine Reserve.
Scott's Head es un pueblo en la costa suroeste de Dominica, en la parroquia de San marco. En 2001, su población era de 721 habitantes.
Scott's Head, predominantemente es un pueblo de pescadores y domina la bahía de Soufrière, que está protegida como Reserva Marina Soufriere Scott’s Head.
Es un lugar excepcional para los que aman el buceo. Antes pasamos por la Champagne Reef que es una playa de canto rodado pero tiene la particularidad de que por ser zona volcánica, en el agua salen burbujas. Es como si fuera un spa y nadaras en una copa de champagne.
Bajamos a los cuarenta y cinco minutos del autobús y fuimos caminando ondeando la costa, la playa era absolutamente de piedras pero apacible y sin turismo, a excepción de cuando vienen las guaguas de los cruceros que lo llenan todo.
Vimos a un pescador junto a su barca que estaba limpiando un pez aguja y conversando con él me dijo que accedía a que le hiciera una foto.
Un gatito dormía plácidamente sobre las redes. Había unas casetas de colores junto a la playa y restaurantes donde servían comida local.
En realidad Scott es un peñón donde había una torre de control pero no subimos porque hacía un sol de Justicia.
Fuimos caminando hacia Soufrière rodeando toda la bahía y nos parecía una bonita estampa, con la iglesia al fondo y las casitas de colores.
Cuando llegamos nos bañamos en la playa de burbujas, era la Bubble Beach Spa. Había unas hamacas a la sombra y cogimos sitio para dejar las cosas.
Había un cartel que indicaba que costaba 10 dólares caribeños por hamaca, pero nadie vino a cobrarnos. Había sólo gente local bañándose vestida.
Nos bañamos entre burbujas con el agua calentita en algunas zonas. Era un placer pues hacía un día espléndido. Me puse las gafas de buceo para ver las burbujas que salían de la tierra.
Esta playa es de piedra y arenoa y nos quedamos un buen rato. La iglesia se encontraba justo tocando a la arena y cuando quedamos satisfechos de playa y sol, fuimos a buscar el minibús de vuelta.
Una vez en Roseau pasamos por el supermercado y nos fuimos a descansar un rato antes de cenar.
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