Ayer llegamos por la tarde desde Dominica con el ferry que iba a Castries, la capital de la Isla de Santa Lucía.
Santa Lucía queda ubicada a 40 km al sur de Martinica y 32 km al norte de San Vicente.
La isla obtuvo su independencia en 1979 de Gran Bretaña y aunque su idioma oficial es el inglés, la mayoría habla el “patois” el criollo francés.
La superficie es de 616km2 y hay unos 180.000 habitantes. La mayoría vive mayormente del turismo.
Desde el puerto buscamos la dirección que iba hacia el alojamiento, el Harbour Vista Inn.
Subimos una calle donde había bastante pendiente pero eran solamente 10 minutos de subida.
Pasamos por un barrio con casitas humildes, la gente saludaba y nos daba la bienvenida al barrio.
Sonreímos y continuamos subiendo llegando algo exhaustos. Una vez en la casa de hospedaje, Jaime nos dió la bienvenida con una cerveza y nos quedamos alucinados con las vistas que eran espectaculares.
Al día siguiente después de desayunar, nos fuimos hacia el centro de Castries para conocer un poco la ciudad.
Pasamos por el mercado, tenía muy buena pinta pues había grandes puestos de fruta y verdura, un apartado de ropa y algo de souvenirs.
Junto al mercado se encontraba la Catedral de la Inmaculada Concepción, una de las más grandes de las islas del Caribe.
Era una estructura preciosa y su interior contenía un techo de madera pintado y las vidrieras detallaban motivos bíblicos.
Después fuimos hacia la Playa de Vigie y allí pasamos la tarde tomando el y paseando por la playa.
Comimos en un chiringuito muy bonito de madera junto a la playa y preparamos la ruta de los siguientes días en la isla.
Junto a la playa se encontraba un cementerio, curioso porque algunos de sus féretros tenían formas a modo de los tableros de ajedrez...
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