Estoy tan emocionada que no he podido dormir en las dos últimas noches. Es mi primer viaje fuera de Europa y con un vuelo de cuatro horas viajamos por nuestra cuenta a este país soñado.
Era mi viaje favorito desde hacía mucho tiempo pues sólo anteriormente había viajado por una decena de países por Europa y vivido dos años en Holanda. Hasta que no encontré un trabajo fijo para permitirme el coste de viajar por lugares exóticos y tener la suerte de conocer a la que hoy es mi pareja actual, no me lo podía permitir.
Una vez lleguemos al Cairo, emprenderemos una ruta que nos llevará por los lugares más emblemáticos del país, haciendo un recorrido de unos 15 días. Confío en mi pareja, persona más experimentada en viajes fuera de Europa.
...Llegamos al aeropuerto del Cairo sobre las 11:30 h y en 45 minutos de trayecto al centro ya me percaté de lo lejos que quedaba Europa. Todo me llamaba la atención. Entablamos conversación con el taxista mientras nos llevaba al centro de la ciudad y nos explicó muchos detalles y de que lleváramos cuidado. Esto me hizo estar alerta ya que una vez llegados al centro me dio la sensación que todos los hombres me miraban con esos ojos penetrantes como si yo destacara entre la multitud.
Creo que llamaba la atención pues aunque discreta, mi vestimenta era totalmente europea. Yo pensaba que iban a robarme, simplemente era una sensación de desconfianza y pronto me acostumbré a sus miradas.
Nos alojamos en el Lotus hotel, muy cutre por cierto con olor a orín por toda la habitación y de las sábanas... mejor no hablar. Por eso saqué mi sábana personal y la puse encima para poder descansar tranquila. Además, alguna cucaracha vino también a visitarnos. Esta era una prueba evidente de que podría viajar sin remilgos y que por alguna noche que pasara así no era importante, a la vez podía viajar más veces con mi pareja y forjarme como viajera.
Por la tarde fuimos a visitar el Museo del Cairo, una auténtica maravilla pero para mi gusto estaba un poco desordenado y había muchos objetos amontonados.
Aquí se exhiben la mayoría de los tesoros encontrados en las tumbas de los faraones pero no estaban las momias embalsamadas. Estas se encuentran en el British Museum de Londres que algún día visitaré.
Lo que más me llamó la atención es la máscara funeraria del joven faraón que reinó en Egipto, Tutankamón, también sus joyas y los sarcófagos. La máscara es de oro y parece increíble todo lo bien conservada que se encuentra.
Su descubrimiento fue un hito en la historia de la arqueología. En 1922, Howard Carter fue el que realizó este hallazgo en el Valle de los Reyes. En su libro explica su descubrimiento tras años de búsqueda y preparación.
Lo más importante es que la tumba de Tutankamón había permanecido intacta a través de los milenios sin ser violada por los ladrones y pudieron localizar todos los objetos que habían permanecido junto a su tumba. “La tumba de Tutankhamón” es uno de los libros imprescindibles al que le interese la arqueología y el Antiguo Egipto.
Aunque en todas las investigaciones que realizaron nunca se supo la edad de la muerte del joven faraón, sí que su corto reinado fue en el periodo de juventud. Creo que fue el descubrimiento más misterioso encontrado en aquella época.
Por la noche fuimos a cenar al Felfelas, un restaurante local cercano a nuestro alojamiento. Era uno de los favoritos de expatriados y había pocos viajeros. Cenamos a gusto un falafel y un pincho de cordero.
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