5 de junio de 2024

GRECIA : NAVEGANDO POR LA PENÍNSULA DEL MONTE ATHOS

 

Cuando nos informamos para ir al Monte Athos y supimos de antemano que a las mujeres les estaba prohibido el acceso a los monasterios, optamos por la única posibilidad: realizar un pequeño crucero desde Uranópolis. 




Este pequeño puerto pesquero rodeado de playas de arena blanca,  destaca su imponente torre bizantina Prosforios. 



El matrimonio Joyce y Sidney Loch compraron el inmueble con fines humanitarios, para dar cobijo a refugiados de la guerra greco-turca.  



En el pueblo había tiendas de iconos y vimos algún que otro monje deambulando por sus calles. 



Uno de ellos se compró unas gafas de sol y con una actitud seria quiso probárselas a la luz, era una situación un poco cómica cayéndole la etiqueta por la nariz. Otro conversaba con algún conocido tomando café.




Por su riqueza cultural y natural el Monte Athos fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988.




Cogimos un barco donde hicimos una travesía de cinco horas con parada para comer y para tomar un baño en las aguas cristalinas de la isla de Ammouliani. 



El trayecto por una de las tres penínsulas  de la Calcídica, duraba unas dos horas y media donde pudimos  apreciar (un poco a lo lejos, pues sólo  permiten  acercarse un máximo de metros)  los monasterios de Kostamonitou, Dochiariou, Xenofontos, Agios Pantelemon y Xiropotelemon. 





Los mayoría son monjes griegos pero también provienen de Rumanía, Serbia, Bulgaria, Georgia y Rusia.




En los veinte monasterios existentes viven más de 2000 monjes ortodoxos. Estos monasterios datan desde el año 900 d.C. y al permanecer aislados, no fueron afectados por las guerras. 



El Monte Athos es un territorio autónomo donde tienen sus propias leyes, como el no permitir la entrada a las mujeres.




Los monjes dedican ocho horas de rezos y dos comidas diarias y en principio salen para casos concretos. En los monasterios se conservan escritos y libros antiguos. 



Cuenta una leyenda griega que el gigante tracio Athos, lanzó una roca contra Poseidón que cayó en el Mar Egeo y se formó el Monte Athos.



Dejando atrás el Monte Athos y su deslumbrante naturaleza, vimos nuestro reto cumplido.




1 comentario:

  1. Todas las prohibiciones son injustas y mucho más las religiosas. Al menos contemplar la belleza de la naturaleza es libre.

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