Desde Oristano nos fuimos en autobús hacia la localidad de Bosa a través de una hermosa carretera de la costa y de interior.
Son dos horas de camino desde Oristano, la capital la provincia y el paisaje es de un verde que contrasta con el azul del mar.
Cuando llegamos a Bosa enseguida localizamos el Hotel la Torre del Pozzo, ubicado en el barrio de Sa Costa, en el centro de este bonito pueblo de no más de 7500 habitantes.
Bosa es el único pueblo de Cerdeña que ha crecido a orillas de un río, el Temo, único a su vez por ser el único navegable de la región.
Cruzamos el puente hacia el barrio de de Sa Conzas donde se encuentran las casas de colores adosadas que se utilizaban como curtidurías pues eran los antiguos almacenes.
Desde aquí hay buenas vistas del otro lado donde se puede ver el castillo y el barrio de Sa Costa donde las casas están pintadas de alegres colores y decoradas con plantas.
Después nos fuimos a tomar unos aperitivos al restaurante Bacco donde probamos una selección de quesos con distintas tostadas y unas “patatines” de la casa con una copa de vino sardo. Deliciosos los dos platos.
Tras un breve descanso en el hotel para dejar las mochilas, nos dirigimos al Castelo por las sinuosas calles estrechas empedradas, con escaleras que nos llevó enseguida sin apenas esfuerzo.
Una vez arriba pagamos la entrada de 5eu por persona. Hay unas pasarelas marcadas donde se puede caminar por las murallas del Castillo de Serravalle o como popularmente se conoce de Malaspina y subir a su torreón.
La familia Malaspina, de origen toscano, se ubicó en la localidad hacia el siglo XII aprovechando la existencia del único río navegable de la isla.
Las vistas de Bosa y el río Temo son fantásticas. Bajamos por las calles empedradas con sus casas coloridas, macetas decoradas disimulando tuberías, mucha plantas adornando las entradas, incluso algún techo de parra con uvas.
Por la noche nos dimos el gustazo de ir a cenar en La Locanda di Corte, situado en una plaza de adoquines donde sirven deliciosos platos de gastronomía local.
Francisco pide pez espada con habitas y yo macaroni con fondo de calabaza y gamba cruda en carpaccio, los dos platos deliciosos.
La vida se detuvo por unos instantes mientras paseamos por la noche iluminada en la bella Bosa.



















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