16 de octubre de 2025

CERDEÑA : CABRAS, ORISTANO Y LA PENÍNSULA DE SINIS

 

Sinis es un paraíso de la naturaleza en el que abundan los testimonios culturales. Aquí, un habitante arando en el terreno del Monte Prama descubrió los Gigantes: decenas y decenas de increíbles colosos de piedra de 3.000 años de antigüedad que hoy pueden verse en el museo de Cabras.



La reserva natural de la península de Sinis es también un área protegida creada para proteger la rica biodiversidad de especies animales y vegetales que se extiende por unas veintiséis mil hectáreas en el territorio de Cabras. El territorio incluye una gran variedad de ecosistemas, desde paisajes costeros hasta humedales.



Alojados en Cabras, paseamos bordeando su laguna y la iglesia. Esta laguna es un lugar famoso por la pesca tradicional del mùjol, un pez del que se obtiene la famosa bottarga, tras el proceso de salazón y posterior secado. Se utiliza para acompañar en platos de pasta, etc.



Cerca se encuentra el Museo Cívico Giovanni Mahou, donde entramos pagando 8eu por persona.



Nos pareció un edificio descomunal acorde con la importancia que aguardaba en su interior: aquí se exhiben los Caballeros Gigantes del Monte Prama que se localizaron a 2 km de Cabras pertenecientes a la cultura nurágica. 



Los gigantes se encontraban en una sala medio ocultos tras unos cortinajes negros e iluminados con luces tenues que le daban un aspecto misterioso.



Habían boxeadores, gladiadores y arqueros. Son de piedra caliza y miden de 2 a 2,5 mts. de altura. 



En el museo también habían restos submarinos de un barco que naufragó llevando más de 500 lingotes de plomo, también vajillas y collares localizados alrededor de la Península de Sinis y el yacimiento arqueológico de Tharros.




Afuera del museo se encontraba una réplica de la Diosa Madre de la época del Neolítico.



Al dia siguiente queríamos visitar la localidad de Oristano, situada a unos pocos kilómetros de Cabras. Es una localidad de unos 30000 habitantes y contiene varios monumentos interesantes.





Cogimos el transporte público que nos llevó en 25 minutos y recorrimos un itinerario marcado por la guía Lonely Planet que nos llevó hacia las torres de la ciudad y la catedral.



En la plaza principal había una fuente con la escultura en piedra de Leonora de Arbórea, una jurista que promulgó unas cartas en defensa de la mujer por allá en el siglo XIV, adelantándose a las que se legislaron en 1956 por la República italiana, unos 700 años antes.





Nos acercamos hasta la Puerta Pontis que data de 1290 y que contiene un bloque de mármol proveniente de las ruinas de Tharros para conmemorar la torre. 



Entramos en la iglesia gótica de Santa Chiara y en una plaza vimos la Torre di Portixedda construida en 1290 cuando las 28 torres unían las murallas de la ciudad.



Tomamos unas cervezas en el Café Libri, situado en un patio muy agradable con plantas y nos sirvieron unos aperitivos gratis. 



Desde aquí nos dirigimos hacia la parada del bus para ir hacia la playa de Torre Grande, quedándonos a comer en un chiringuito junto a la playa. Caía el sol y a lo lejos se vislumbraba la Península de Sinis.



Volvimos hacia Cabras donde está nuestro alojamiento y Rita la dueña dicharachera de la casa en su idioma nos dijo que esa noche tenía una congregación de fieles y que recibirían al Páter para bendecir la casa donde nos encontrábamos.


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