Recién llegados a la capital,
Cagliari, desayunamos en la Plaza Yenne del centro y nos dirigimos hacia el
Bastión de Saint Remy, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad.
Subimos los 130 escalones y una vez arriba nos asomamos ante unas vistas espectaculares sobre la ciudad y el mar.
Seguimos caminando hasta donde se encuentra la Piazza Carlo Alberto desde donde vemos la Catedral de Santa María acercándonos a su fachada neorrománica. Aquí también se ubica el Ayuntamiento, en la Piazza de Palazzo.
La catedral data del siglo XIII y lo que alberga en su interior es una verdadera joya. Aquí se encuentra la capilla de Nostra Signora di Bonaria, popularmente conocida como “Virgen Nera”, la patrona de Cagliari.
Ésta virgen fue rescatada de Palestina por un cagliaritano,
Don Eusebio, en el año 362 pero actualmente la estatua es un trabajo veneciano
custodiado por dos leones del siglo XII.
También podemos ver el Mausoleum
de Martín I de Sicilia que murió de malaria durante su conquista de Cerdeña en
1409, mármoles y bloques de alabastro tallados con escenas bíblicas, la cripta con suelos de mármol y paredes rebozadas de santos y cabezas de ángeles…etc.
Saliendo dejamos a nuestra derecha el Palazzo Regio.
Seguidamente nos encaminamos hacia
el conjunto de museos, donde visitamos el Museo Archeológico Nazionale. Aquí
pudimos apreciar mediante cuatro plantas distribuídas desde las diosas del 5800
A.C. pasando por gigantes del Monte Prama y la Estela de Nora, localizada en
Pula en 1773.
Pasamos por el barrio del Castello, de estrechas callejuelas y atravesando la Torre y Puerta de San Pancracio, de arquitectura militar medieval.
Estas torres fueron construídas como parte de las fortificaciones de la ciudad con el fin de proteger contra la inminente invasión de los Aragoneses.
Este barrio se llena de vida cuando se acerca la Semana Santa, haciendo procesiones que saliendo desde la Piazza Garibaldi recorren toda la Via San Giovanni.
El barrio de Villanova se caracteriza
por sus casas de planta baja adornadas sus calles con plantas, flores y buzones
antiguos. Partiendo del emblemático Antico Café, frente al Bastione de Saint
Remy, se llega a la Piazza San Giacomo, donde se encuentra la iglesia de estilo
gótico-catalán que contiene el oratorio del Santísimo Crucifijo, con cinco cruces
en su fachada exterior.
Tomamos un succo d'arancia en el
Bar Florio en una hermosa plaza, junto al Convento di San Domenico, con un
magnífico claustro que en su época formó parte de la Inquisición.
Al día siguiente visitamos el Mercato Cívico di San Benedetto que a pesar de encontrarse cerrado por reformas, pudimos visitarlo unos 200 mts más allá de su ubicación original.
Es el mercado cubierto más grande de Italia y uno de los más grandes de Europa. Se inauguró el 1 de junio de 1957, conteniendo entre dos plantas venta de pescado, embutidos, frutas, verduras... y productos típicos de la isla como la pasta sarda (fregola, malloreddus), la bottarga...etc.



















