29 de marzo de 2016

PANAMÁ:NAVEGANDO POR EL ARCHIPIÉLAGO DE SAN BLAS


En nuestro final de viaje, navegamos durante cuatro días por las islas de San Blas, en la comarca de Guna Yala, frente a la costa caribeña de Panamá. 
 

Desde la capital salimos a las 0530 horas para llegar a la terminal del puerto de Niga Kantule, donde se cogen las barcas para llevarnos al destino final. Alquilamos un 4x4 con chófer porque no hay transporte público y parte del camino es a través de jungla  en la provincia de El Darién.


Una vez llegados al puerto, pagamos la tasa de entrada de unos 20eu por persona. ­A eso de las 9 de la mañana ya salíamos con la barca llena hasta los topes de carga y con algunos pasajeros, en su mayoría indígenas de la zona. La barca iba a toda marcha y nos obligaron a taparnos con los toldos de plástico para no mojarnos. 


En un trayecto de una hora y media aproximadamente llegábamos al velero que habíamos contratado online a unos conocidos que llevaban varios años de experiencia navegando por estas aguas cristalinas. Nos esperaban en Isla Verde, era su punto de referencia.


Lorenzo es de Barcelona, ya lo conocíamos personalmente a través de unos amigos en una de nuestras reuniones viajeras. Después de trabajar como abogado y profesor, dejó todo y emprendió durante dos años una vuelta al mundo. Por el camino conoció a Alejandra, una risueña venezolana de Mérida, cartógrafa y con años de experiencia en turismo y  comunidades indígenas. Desde entonces son compañeros de viaje y vida. 


Disponen de un barco velero muy bonito, el Lycka Caribe. La embarcación tiene doce metros de eslora y  pudimos pernoctar durante cuatro noches. Disfrutamos de la rica gastronomía que Alejandra preparaba de forma sabrosa, sencilla y  sana. 


Navegamos por islas menos transitadas por el turismo como Coco Bandero, Hernan y Salardú entre otras, cosa que se agradece,  sólo algún otro barco de forma puntual se acercaba a la orilla. Pudimos así contactar con la gente local y disfrutar de momentos con ellos.  





Los indígenas de la región autonómica de Guna Yala han mantenido sus costumbres a base de luchas y esfuerzo durante años con el gobierno  y viven de la pesca, la artesanía y el turismo. Confeccionan de forma artesanal las típicas Molas que es textil con dibujos diversos o geométricos, cosidos entre sí.


Esta comunidad, consciente de sus escasos recursos naturales (cada vez más dañados por el cambio climático) utilizan los mínimos de luz, agua y mantienen las playas impolutas de basura.


Dicen que el paraíso existe y que se encuentra en el archipiélago de San Blas... 


Y bien es cierto que disfrutamos durante estos días de la belleza y tranquilidad de las islas, de sus gentes  y de esa naturaleza tan generosa, pero... ¿lo será por mucho más tiempo?

3 comentarios:

  1. Los Kuna son un ejemplo de como viven conectados y en plena armonia con la naturaleza, a la que cuidan como su mejor tesoro. Cuanto tenemos que aprender los que nos llamamos del "mundo civilizado".

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  2. Hola Merche, gracias por tus palabras. Soy Lorenzo, el capitán del velero Lycka (www.lyckaribe.com) fue un placer tenerles a bordo y que pudieran conocer este paraíso con nosotros. San Blas, llamado por los indígenas Kuna "Guna Yala" es un lugar único en el mundo, un archipiélago de 365 islas, muchas de ellas solitarias con tan solo palmeras, aguas de color turquesa y playas de arena blanca. Con su gente amable y sencilla, la mayoría pescadores que venden sus capturas frescas siempre con una sonrisa. Y las mujeres que realizan con paciencia y arte sus "molas" ropas únicas en el mundo. Un lugar fascinante para conocer y la mejor forma mediante un velero para navegar entre diferentes islas. Les estamos esperando de nuevo. Un fuerte abrazo y hasta pronto.

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  3. Muchas gracias Lorenzo. La verdad que fue un placer poder compartir y disfrutar de esos días con vosotros. Y quien sabe?
    Seguro que algún día nos volveremos a encontrar. Un beso.

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