26 de octubre de 2019

KIRGUISTÁN: LA MONTAÑA SAGRADA SULEIMAN-TOO

 

Nuestro primer plan de hoy es visitar la montaña sagrada de Suleiman-Too, protegida por la Unesco, formando parte del Patrimonio de la Humanidad desde el 2009.




Situada en el Valle de Ferganá en la ciudad de Osh, se ubica en el camino de la Ruta de la Seda del Asia Central. Es un conjunto de cinco peñascos y cuenta con  17 puntos  de culto y cuevas con petroglifos. Es un lugar de peregrinación para los musulmanes desde hace siglos.



Nos encaminamos por una de las entradas a través de unas empinadas escaleras hacia la Dom Babura (Casa de Babur) donde no hay más que una pequeña habitación reconstruida  como sala de meditación.



Cuenta la historia de un chaval de 14 años llamado Zahirudín Babur y nacido en Andiján (Uzbekistán) en el Valle de Ferganá el que construyó este refugio  y que llegó a ser el fundador de la dinastía Mogol en India.  


Este refugio místico fue destruido por un terremoto y una explosión posteriormente. Desde la montaña podemos ver una panorámica de la ciudad.



Intercambiamos unas fotos con unas  bellas estudiantes musulmanas, además hablan muy bien inglés. El camino continúa a través de pasarelas donde vemos en sus laderas las cuevas que anteriormente había sido habitada por ermitaños.



También hay el Museo de la Cueva, excavado en la roca y ubicado en un edificio plateado donde nos muestran objetos arqueológicos, etnográficos y paneles con fotografías las cuevas sagradas.



Bajamos hacia el bazar de Jayma, uno de los mayores mercados de toda Asia Central, es también el más antiguo pues existe desde hace más de 2000 años. Se nota por algunos de sus puestos antiguos que están sostenidos con pilares de madera y desordenados sin tener esa rigidez soviética donde cada mercancía se encuentra en su lugar.  




Se extiende a lo largo del Río Ak-Bura en varios kilómetros y entramos por la Rique Navoi que nos lleva a un pasillo central con artículos de ropa y calzado.  



En los laterales hay indicaciones donde se encuentran los salones de belleza, farmacia, peluquería y puestos de comida, artesanos trabajando el hierro y metal, además de las carretillas y motos que van de aquí para allá con una velocidad asombrosa.



Después de un largo paseo nos vamos a una chaykana junto al rio, donde tomamos el típico chai (té) acompañado de nan  (pan redondo). Pagamos sólo 40 céntimos de euro y mi pareja me dice de forma irónica que ya está bien de gastos. Es un lugar idóneo para entablar con la gente local conversación.



Nos acercamos al Parque Navoi, donde termina el bazar. Es un parque de atracciones y de recreo donde hay una zona para los ancianos que juegan mayormente al ajedrez. 




Algunos llevan el típico sombrero kirguís de fieltro blanco abombado dándoles un carácter peculiar. 




En el parque las atracciones son bastante rudimentarias, pero nos animamos a subirnos en la noria para ver una panorámica del parque.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradezco dejes tu comentario.GRACIAS.