Esperábamos en la Plaza 25 de Mayo al Dino-Bus. A las 11:00h de la mañana partimos hacia el parque Cretácico y en media hora a través del cerro llegamos.
Justo al lado se encontraba una fábrica de cemento francesa. Pagamos 30 bolivianos por cada entrada y enseguida nos introdujeron en el mundo de los dinosaurios viendo un audiovisual con una explicación sobre el origen de estos animalitos.
A continuación nuestra guía nos acompañó por el parque temático llevándonos por un sendero repleto de distintos tipos de dinosaurios y facilitándonos informacion.
Eran unas reproducciones más bien para niños. Había un pequeño museo pero el punto fuerte se encontraba más allá.
Desde arriba a lo lejos pudimos divisar el farallón de casi 1km de largo con huellas de 68.000.000 de años.
En el año 2015 se localizaron más de 12.000 huellas por los paleontólogos. Nos colocaron primero un casco y fuimos bajando el grupo de 15 personas hacia donde se encontraban las huellas.
La bajada era a través de un camino en zigzag con bastante pendiente. Nos acompaba otro guía para los de habla española e inglesa.
Una vez nos encontramos frente a la gigantesca pared, se podían ver claramente varios conjuntos de huellas enormes y de distintas clases, además de herbívoros y carnívoros.
Era impresionante poder apreciar este hallazgo que casualmente fue encontrado por los mismos obreros de la fábrica de cemento al cortar la montaña.
Esta pared vertical en su tiempo se encontraba bajo una laguna en horizontal y al haber desplazamientos posteriores de las capas teutónicas con el surgimiento de la cordillera de los Andes, subió en vertical.
El hallazgo fue descubierto en 1994. Habían huellas de más de 15 especies diferentes. Es tentativa para Patrimonio de la Humanidad.
Antes de su descubrimiento, el sitio más grande e importante era Khjoda-Pil-ata en Turkmenistan y otros en Portugal, Gran Bretaña, España y Suiza.
Cal Orcko sin embargo, es varias veces mayor que aquellos: en otras partes del mundo solo se encontraban hasta 220 huellas de solamente dos especies.
El grupo era de distintas nacionalidades: alemanes, holandeses, franceses, bolivianos, brasileños y nosotros.
Antes de finalizar la visita el guía nos hizo varias fotos y nosotros quisimos posar con la pareja boliviana que venía de Potosí. Les dijimos que mañana iríamos a su ciudad para poderla conocer.