6 de junio de 2025

BOLIVIA : EL PARQUE CRETÁCICO CAL ORCKO


Esperábamos en la Plaza 25 de Mayo al Dino-Bus. A las 11:00h de la mañana partimos hacia el parque Cretácico y en media hora a través del cerro llegamos.



Justo al lado se encontraba una fábrica de cemento francesa. Pagamos 30 bolivianos por cada entrada y enseguida nos introdujeron en el mundo de los dinosaurios viendo un audiovisual con una explicación sobre el origen de estos animalitos.



A continuación nuestra guía nos acompañó por el parque temático llevándonos por un sendero repleto de distintos tipos de dinosaurios y facilitándonos informacion. 




Eran unas reproducciones más bien para niños. Había un pequeño museo pero el punto fuerte se encontraba más allá. 



Desde arriba a lo lejos pudimos divisar el farallón de casi 1km de largo con huellas de 68.000.000 de años.



En el año 2015 se localizaron más de 12.000 huellas por los paleontólogos. Nos colocaron primero un casco y fuimos bajando el grupo de 15 personas hacia donde se encontraban las huellas.



La bajada era a través de un camino en zigzag con bastante pendiente. Nos acompaba otro guía para los de habla española e inglesa. 



Una vez nos encontramos frente a la gigantesca pared, se podían ver claramente varios conjuntos de huellas enormes y de distintas clases, además de herbívoros y carnívoros.



Era impresionante poder apreciar este hallazgo que casualmente fue encontrado por los mismos obreros de la fábrica de cemento al cortar la montaña. 



Esta pared vertical en su tiempo se encontraba bajo una laguna en horizontal y al haber desplazamientos posteriores de las capas teutónicas con el surgimiento de la cordillera de los Andes, subió en vertical.



El hallazgo fue descubierto en 1994. Habían huellas de más de 15 especies diferentes. Es tentativa para Patrimonio de la Humanidad. 



Antes de su descubrimiento, el sitio más grande e importante era Khjoda-Pil-ata en Turkmenistan y otros en Portugal, Gran Bretaña, España y Suiza.



Cal Orcko sin embargo, es varias veces mayor que aquellos: en otras partes del mundo solo se encontraban hasta 220 huellas de solamente dos especies.



El grupo era de distintas nacionalidades: alemanes, holandeses, franceses, bolivianos, brasileños y nosotros. 




Antes de finalizar la visita el guía nos hizo varias fotos y nosotros quisimos posar con la pareja boliviana que venía de Potosí. Les dijimos que mañana iríamos a su ciudad para poderla conocer.


5 de junio de 2025

BOLIVIA : LA CIUDAD BLANCA DE SUCRE

 

Después de caminar media hora a las 6 de la mañana con las mochilas desde la estación de autobuses de Sucre hacia el centro histórico, debido a los bloqueos de autobuses que no dejaban pasar ningún vehículo, llegamos al Hostal Sucre.



Y es que los bloqueos en Bolivia es algo muy frecuente desde hace años pero ahora más que se aproximan unas nuevas elecciones en el próximo mes de agosto. 



Hay que añadir las largas colas de vehículos para repostar por falta de gasolina, la deficiencia de dólares y la subida exagerada de la cesta de la compra, lo que ha sumido al país aún más en la miseria de lo que ya estaba.



Después de desayunar fuimos a ver la Plaza 25 de Mayo que se ubicaba justo a unos pasos de nuestro hotel y se encontraba rodeada de edificios blancos.



Entramos la Casa de la Libertad que incluía una visita guiada de 45 minutos. 



Nos explicaron la historia de Bolivia, desde el periodo preincaico hasta la firma del Tratado de la Independencia pasando por los personajes más significativos que formaron parte en la lucha de la independencia de Bolivia.



El edificio pertenecía a la Universidad de Charcas y aquí, en la capilla de San Francisco Javier dónde se firmó el tratado. 



Había muchas cuadros de retratos, espadas, mapas y en el patio central se encontraba la escultura de un indio guaraní con una cabeza de tigre.



Después visitamos la plaza y nos sentamos un rato, paseamos por sus calles y nos fuimos a visitar el Convento de San Felipe Neri, una maravillosa escuela de las Salesianas.



Nos explicaron brevemente la historia en unos 20 minutos y paseamos por su claustro y los pasillos donde se encontraban las clases de los alumnos.



Lo más espectacular eran las terrazas con suelo de baldosas de colores y las de estilo neoclásico. El convento fue edificado con piedras del cerro Churruquella.




Bajamos a la cripta donde Francisco tuvo que echar una mano para abrir la puerta. aquí yacían enterrados personajes de la época colonial y republicana.



Al día siguiente visitamos el Museo Franciscano del Convento de la Recoleta que se ubicaba a las faldas del Cerro Churruquella. 



Afuera en el mirador, pudimos apreciar fabulosas vistas de la ciudad.




En el lugar se respiraba paz entre los patios cuadrados en forma de claustros que se encontraban rodeados por corredores con columnas de piedra.




Nos acompañaba una señorita que hacía de guía turística y nos iba explicando las salas. El edificio es de 1600 y siguen habiendo monjes franciscanos de clausura. 



Consta de cuatro claustros y en sus interiores se podían apreciar las pinturas, esculturas y obras religiosas en general. 



También cuenta con una biblioteca de 20000 volúmenes. En en la parte superior se encontraban las celdas de los monjes.



Lo que era anteriormente la huerta de los indígenas charcas, se encontraba un cedro milenario donde los indios venían a hacer sus rituales. 



Con los años el árbol se iba torciendo por el peso así que le construyeron una especie de cerco a modo de maceta para que no se inclinara. Es el cedro más antiguo de toda Bolivia. 



Saliendo del convento, bajamos por una estrecha calle hasta el Museo Colonial Charcas que pertenece a los museos universitarios. 




En la entrada había un patio central. El museo muestra una bella colección de la escuela Cuzqueña con influencia Barrocas y de Rubens, Murillo y Zurbarán.




Después nos fuimos hasta el parque Bolívar. Había una pequeña réplica de la Torre Eiffel pero nada parecida a la original, eso sí fue construida por el mismo Eiffel y pintado de color rojo. Era un lugar relajante para sentarse y ver a la gente pasar.



Después pasamos por el Palacio de Justicia y el Teatro Nacional. Allí mismo nos encontramos a un simpático grupo de cebras que nos saludaron y que suelen dirigir el tráfico. 



Volviendo hacia el centro paramos en Hospital de Santa Bárbara y fuimos recorriendo los patios antiguos. En cada uno de las salas se indicaban las especialidades y departamentos para hacerse pruebas. Parecían muy bien organizado pues en una de sus habitaciones había una hermosa capilla. 



Volviendo hacia la plaza 25 de mayo el equipo de rodaje de la serie “Mestizos”, se encontraba realizando pruebas. Había un elenco de figurantes v.estidos de época y soldados en la puerta de la Casa de la Libertad.




Hicieron varias pruebas fallidas y posteriormente rodaron la escena real lanzando flores al paso de un carruaje.




Nos fuimos a tomar algo al Café Mirador de San Miguel, había que subir cuatro plantas hasta el campanario. Era un lugar original y con vistas fabulosas.

2 de junio de 2025

BOLIVIA: EL FUERTE DE SAMAIPATA


En el trayecto de Santa Cruz a Samaipata conocí a una boliviana llamada Aidé. Nos pasamos conversando más de la mitad del camino, observando también el paisaje que era de verdes praderas con sus casas aisladas. 



Hacía algo de frío y nos abrigamos. Al llegar a Samaipata nos despedimos y nos prometimos mandarnos las fotos de recuerdo que hicimos en el autobús.



Bajamos en la carretera principal y cogimos un taxista que iba con su mujer de copiloto y nos llevó hasta el Hotel Casa Yvy, ubicada a 500 metros de la plaza principal de Samaipata. 



El alojamiento rural estaba rodeado de un gran jardín con hamacas. Nos atendió Samuel, apicultor y encargado de la casa. 



Una vez dejadas las mochilas en la habitación, nos fuimos a dar una vuelta por la Plaza Central rodeada de casas con tejas antiguas y soportales. Los niños jugaban en la plaza. 



Nos dirigimos hacia el mercado de artesanía y luego al mercado viejo donde vendían fruta y vegetales. 



Desde aquí salimos de nuevo a la calle principal y hablamos con gente que venía de Santa Cruz a pasar el fin de semana. 



Nos decían que aquí se comía muy bien y que eran seguidores de la serie española “Valle Sagrado”. 



Nos fuimos a buscar un taxista para que nos llevara al Fuerte de Samaipata. El camino transcurría por una carretera bien asfaltada y que luego tomaba un desvío subiendo la montaña. 



El fuerte se encontraba a 10km del pueblo y tenía una altitud de 1950 mts. s.n.m. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1998, considerándose la piedra tallada más grande del mundo.

 


Presenta cuatro culturas diferentes, la chané, (como origen del sitio arqueológico) la Inca, Chiriguano,(guaraní) y español. Además, fueron implementado con construcciones y explotaciones de los incas y españoles.



Inicialmente se utilizaba como observatorio astronómico y cósmico chané, también tenía una función religiosa y ceremonial en su deidad hacia la luna. 



En el corro de las sacerdotes, el trono de las jaguares, el puma, jaguar, la serpiente, el ave, se podían localizar en la gran piedra. 



Siguiendo un itinerario a través de caminos de madera y escaleras, nos dirigimos hacia la sacristía, vimos el segundo templo, tercero y cuarto y encontramos las cinco hornacinas, la casa española, el área administrativa inca, la gran explanada.




El recinto se puede visitar en unas dos horas. En la salida vimos al taxista que nos venía a buscar y volvimos hacia Samaipata. 




Acordamos con él para otra pequeña excursión, la ruta del café y nos dejó en la plaza. 



Nos fuimos a tomar un chocolate caliente con especias. Volvimos al hotel y más tarde nos fuimos a cenar al Restaurante Chaikana donde tomamos pollo empanado muy rico. 



Al día siguiente fuimos a visitar el Museo Arqueológico. Alrededor de un gran patio se mostraban en distintas habitaciones los restos encontrados en los yacimientos de la montaña de Samaipata. 




Sobre todo vimos vasijas y utensilios de la época inca. Había una explicación de las deformaciones de cráneos. Un museo pequeño pero interesante.