Desde Salta salimos en autobús hacia San Antonio de los Cobres para poder subir al tren de las nubes, que se encuentra a 4700 metros de altura s.n.m en su punto más alto.
Nuestra primera parada es en el poblado de Campo Quijano donde hay una vieja locomotora que se construyó en 1921 y de esta forma la población cobró importancia tras la construcción del tren a vapor. En 1980, el ferrocarril suprimió todas las líneas de tracción a vapor.
Continuamos la ruta hasta llegar al viaducto del Toro, que en quechua significa agua turbia. El viaducto tiene 26 metros de largo y 23 metros de alto.
Pasamos por la Quebrada
del Toro por un camino de ripio y vamos ascendiendo por las montañas, tras un
paisaje de cardones, típico de la zona, a una altura de 2000 metros.
Por el camino vemos una variedad de especies de animales como guanacos, burros, el suri o avestruz andina, ratones, serpientes, lagartijas, incluso parinas o flamencos en las lagunas, un poco más a lo lejos.
Llegamos finalmente a San Antonio de los Cobres, la ciudad más alta de Argentina, situada a 3775 metros s.n.m. Es San Antonio una ciudad polvorienta, inhóspita, perdida en mitad de la puna, pero a su vez cuenta con bellas casas pintadas de alegres colores y restaurantes donde parar a comer, así que nos dirigimos al restaurante Quinoa Real, donde degustamos una milanesa de llama con ensalada.
Después de un paseo por la localidad, nos dirigimos a la estación para coger el tren de vapor y llegar hasta la parada de La Polvorilla.
Colocados en nuestros asientos, el tren sale puntual a las 15`45 horas. Por el camino una azafata anuncia que vamos a subir hasta 4220 metros donde se encuentra el viaducto, una obra de ingeniería monumental, a 20 km de San Antonio.
Pasamos por montañas agrestes, donde habitan lobos y zorros y otras especies. Llegamos a los 45 minutos a Polvorilla desde donde podemos bajar y contemplar semejante obra de ingeniería. Arriba, en lo alto, se encuentra la cruz de los argentinos donde izan la bandera y aplauden.
Emprendemos nuestro viaje de vuelta, pasando por las minas de cobre Concordia que desde hace años permanece cerrada debido a un accidente donde perdieron la vida 40 trabajadores.
Vemos que algunas personas han tenido que ser asistidos y es que el mal de altura no es una broma, tanto niños como personas mayores, incluso algún joven ha necesitado de oxígeno para poder recuperarse.
Muy completo el reportaje con todas las escalas de altura. Una excursión perfecta en tren, que siempre un vaho romántico, de recorrido antiguo.
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